De Alcorcón a Fuenlabrada: un Madrid reconciliado a medias con la Copa quiere evitar el dejavú

  • Desde su estrepitosa eliminación en 2009, los blancos han ganado dos veces el torneo y han perdido una final, ante el Atlético en 2013.
  • Ahora, visitarán el estadio Fernando Torres y se verán las cara con un ex como Jordi Codina y con Rubén Sanz, presente en el 'Alcorconazo'
  • El Fuenlabrada jugará consecutivamente con el filial blanco y ante los de Zidane.
  • Zidane ha ganado todos los títulos posibles excepto la Copa del Rey.
Imagen del Alcorcón en el Bernabéu tras eliminar de Copa al Real Madrid, en el año 2009.
Imagen del Alcorcón en el Bernabéu tras eliminar de Copa al Real Madrid, en el año 2009.
GTRES
Imagen del Alcorcón en el Bernabéu tras eliminar de Copa al Real Madrid, en el año 2009.

27 de octubre de 2009. El Real Madrid se enfrentaba en dieciseisavos de la Copa del Rey a un Alcorcón que entonces campaba desde la máxima humildad por la Segunda B. No dio esa sensación en la eliminatoria: el cuadro alfarero, que por entonces entrenaba el ahora técnico del Oviedo, Juan Antonio Anquela, goleó a los de Pellegrini en Santo Domingo. Un 4-0 que fue humillante para los blancos y que ha pasado a la historia del fútbol español.

A la semana siguiente, los amarillos aguantaron en el Bernabéu. Cayeron 1-0, pero el trabajo ya estaba hecho. Desde esa hecatombe, el camino del Real Madrid en la Copa ha ido a más, y cuando ya han pasado ocho años, los chicos de Zidane tendrán que verse las caras ante otro equipo madrileño: el Fuenlabrada. Pero los merengues han sufrido una evolución espectacular.

Desde el desatre futbolístico de Alcorcón -que fue uno de los motivos que propiciaron la salida del propio Manuel Pellegrini al final de esa misma temporada- la escalada del conjunto merengue en la Copa del Rey ha sido más que positiva.

En los últimos siete años, el Real Madrid ha ganado dos veces la competición, y salvo la temporada 15/16 en la que una alineación indebida de Cheryshev le dejó fuera también en dieciseisavos, el club de Chamartín ha estado como mínimo en cuartos de final. Por primera vez desde el declive en Alcorcón, los blancos abren su camino en la Copa frente a un equipo madrileño.

Entre Alcorcón y Fuenlabrada hay solo 14 kilómetros por carretera y nueve años en las espaldas de un equipo al que la losa de las primeras rondas ya no le pesa. Alejados los fantasmas, el conjunto merengue inicia un nuevo camino hacia la conquista de un título que se le resiste desde hace cuatro temporadas.

Con Mourinho recuperaron terreno

En total, el Madrid ha ganado 19 Copas del Rey. La última fue en 2014, pero a esa la precedió otra que sentó quizás el inicio de una era. En la final, jugada en Mestalla, se enfrentaron los blancos al que era y ha sido para muchos el mejor Barcelona de la historia. De hecho, un gol de Cristiano en la prórroga evito que los de Guardiola repitieran tripelete.

Esa misma campaña, los culés habían goleado al cuadro de Mourinho en el Camp Nou. Un 5-0 en Liga que dolió a la afición madridista, pero que según lo visto meses después sirvió para que el técnico luso aprendiera de sus errores.

El tanto de Ronaldo tras un gran centro de Di María dio el primer título de Mou como entrenador del Real Madrid y reforzó una idea que al año siguiente le daría un trofeo liguero de récords. Aunque el periplo del luso por la capital de España acabó 'como el rosario de la aurora', se le reconoce el mérito de haber dado los primeros pasos de un Real Madrid ganador.

Pero el camino compartido con el Barça no se queda ahí. Ese es otro de los puntos clave de la resurrección madridista en el torneo del K.O: haber sido capaces de competir -aunque no siempre ganar- con los culés en los últimos años.

Ancelotti y la carrera de Bale

De la misma manera que el primer año de Mourinho estuvo marcado por esa victoria en la final, el paso de Ancelotti por el banquillo blanco también tuvo un idilio especial con la Copa. El italiano coronó su primera temporada en el Real Madrid con la ansiada Décima, pero además, su equipo venció al Barcelona -de nuevo en Mestalla- en un partido marcado por el gol de Bale.

De nuevo en un partido igualado los blancos buscaron con ahínco el gol hasta el final. Y fue el galés quien lo encontró. Di María y Bartra habían puesto las tablas, pero el once madridista tenía una carrera guardada: ganó en el sprint por la izquierda al central culé y batió a Pinto.

Es ese el último título copero ganado por el Real Madrid pero lejos quedan ya los años en los que las primeras rondas eran un calvario para afición, jugadores y entrenadores. El Madrid sigue, con sus 19 trofeos, lejos del Barça (29) y del Athletic (23).

Goleada al Atleti

Con el Atlético de Madrid también han tenido los madridistas grandes enfrentamientos en el torneo del KO. Si en 2013 fue Simeone el encargado de aguar la fiesta en el Bernabéu, rompiendo con la historia reciente, al año siguiente los chicos de Carletto se vengaron.

Un 3-0 en Chamartín sirvió para que los colchoneros no tuvieran reacción en el partido de vuelta. Sorprende que en esa goleada fuese Jesé quien se erigiera como uno de los mejores jugadores del partido. Posteriormente, el Real Madrid sería campeón de su 18ª Copa del Rey.

El crecimiento de los blancos en una competición que por su formato empieza a ser exigente a partir de cuartos de final también se ha cobrado rivales como el Sevilla, que la temporada pasada fue uno de los primeros testigos de la explosión de Marco Asensio. El cuadro de Sampaoli salió con un serio correctivo de la capital y el empate del Pizjuán no sirvió para apear a los de Zizou.

La puntería del Celta y el bochorno de Cádiz

Eso sí, los tres años que lleva el Real Madrid sin estar en una final de Copa tienen dos culpables: Cádiz primero y Celta después. El caso del Carranza, de hecho, pasará a la historia. Cuando todavía el banquillo merengue estaba ocupado por Benítez, una alineación indebida del ruso Denis Cheryshev provocó que la victoria blanca en 'la tacita de plata' quedase sin efecto.

El extremo jugó de titular el partido de ida, y fue sustituido casi de forma inmediata al enterarse el cuerpo técnico de que podían estar incurriendo en una falta grave -que como se demostró, conlleva sanción-. Denis había sido expulsado en el último encuentro de Copa con el Villarreal en la campaña anterior, y por ello no tendría que haberse vestido de corto. Sobra recordar que el Madrid fue expulsado del torneo.

Superado el trago, al año siguiente fue el Celta de Berizzo el equipo que privó a Zidane de jugar su primera final de Copa como entrenador blanco. Los gallegos marcaron el paso en la ida en Chamartín, donde ganaron por 1-2 en uno de los peores partidos de los locales en toda la camapaña. En la vuelta, sirvió un empate. El Real Madrid decía adiós a la Copa en cuartos de final.

Ahora, el vigente campeón de Europa busca redondear su cifra copera. Busca la vigésima. Y el primer paso puede traerle viejos recuerdos. La última vez que el conjunto madrileño se vio las caras con un homólogo en primera ronda, el disgusto fue inolvidable. Desde el 2009 ha pasado mucho tiempo: ni el club, ni el entrenador, ni los jugadores son los mismos. Ni siquiera la afición.

Ahora el Real Madrid visitará el Fernando Torres -así se llama el estadio en el que juega el Fuenlabrada- y en frente tendrá a un viejo conocido como el portero Jordi Codina. El catalán formó parte de la plantilla merengue como tercer portero entre 2007 y 2009. Además, en la plantilla del equipo que dirige Antonio Calderon está también Rubén Sanz, que era jugador del Alcorcón cuando los alfareros entraron en la historia del fútbol nacional.

El Alcorconazo fue el final de una etapa, la del Madrid derrotista, que fue sustituido por un equipo que da guerra: que gana. Zidane quiere coronar su éxito con una Copa del Rey. Al francés solo le falta eso para terminar su obra maestra.

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