El revés a una mano de Dimitrov, gran baza de Nadal

  • Ante la semifinal de este viernes en el Abierto de Australia.
  • El búlgaro Grigor Dimitrov es el único obstáculo que le queda para alcanzar su cuarta final.
Rafa Nadal celebra su victoria en Australia.
Rafa Nadal celebra su victoria en Australia.
BEN SOLOMON/TENNIS AUSTRALIA
Rafa Nadal celebra su victoria en Australia.

El hecho de que a Rafael Nadal históricamente se le den bien los jugadores que golpean de revés a una mano, es una buena señal ante la semifinal de este viernes en el Abierto de Australia, donde el búlgaro Grigor Dimitrov es el único obstáculo que le queda para alcanzar su cuarta final en Melbourne Park.

Nadal ha perdido solo ocho veces contra este tipo de jugadores cuyo revés a una mano, más estético pero quizás menos potente, y que  parece ya una reliquia en el circuito, está solo reservado para los tenistas de toque, como los suizos Roger Federer y Stan Wawrinka, el francés Richard Gasquet, el español Nicolás Almagro, y el propio Dimitrov, entre otros.

El zurdo de Manacor ha ganado 66 partidos contra estos estilistas jugadores. Juega más cómodo contra ellos porque es zurdo y les castiga con su derecha endiablada, levantando la bola con efecto hacia esa zona. Y si les responden después de duros intercambios, Rafa es capaz de abrir más la pista con su siguiente golpe.

Ese ha sido su esquema en muchos partidos contra Federer, al que ha torturado en muchas finales, y quizás sea la estrategia a seguir contra Dimitrov, a quien ha derrotado ya en estas pistas en los cuartos de final de 2014 (3-6, 7-6, 7-6 y 6-2) y tres veces más, siempre en pista dura. Su balance es favorable 7-1, y su única derrota llegó en Pekín el año pasado (6-2 y 6-4).

Dimitrov es ahora un nuevo jugador. Ivencible este año, en el que ha ganado el título de su carrera en Brisbane al vencer al japonés Kei Nishikori en la final, para alcanzar después su primera semifinal en este Abierto, segunda del Grand Slam tras la de Wimbledon hace tres años, y lleva diez partidos jugados este mes, y todos con victoria.

"Grigor es un gran jugador", apuntó Nadal sobre su próximo rival, "todo el mundo sabe que ya era un gran jugador antes de hoy. Esta jugando muy bien, el año pasado fue mal para él pero cuando uno vuelve tiene incluso más poder", dijo.

Todo parece haber cambiado para el jugador de Haskovo, entrenado desde julio del pasado año por el venezolano Daniel Vallverdú, ex de Andy Murray y Tomas Berdych, y que se ha convertido en el primer búlgaro (hombre o mujer) en avanzar a esta ronda más de una vez en torneos de Grand Slam.

"Con cualquiera que me enfrente debo estar al cien por cien. No hay atajos para ganar un Grand Slam", dijo Dimitrov. "Creo que ahora tengo mis prioridades más claras y sé lo que quiero de mí mismo en cuanto llego a un torneo", cerró el búlgaro mucho más centrado que años atrás.

"Me he marcado unas metas altas para mí este año, y quiero cada vez ser mejor y mejor", avanzó Dimitrov, uno de los tres jugadores, con revés a una mano (Roger Federer y Stan Wawrinka), que han llegado a las semifinales de Melbourne, algo que no sucedía en el Grand Slam desde 2007.

El físico del que fuera novio de la rusa Maria Sharapova ha experimentado una notable mejoría. Más fuerte, ágil y explosivo, gracias a una intensa pretemporada en Miami, ha demostrado en la pista que no solo se gana con bonitos golpes.

"Su principal mejoría es mental", dijo Goffin derrotado por el búlgaro en tres sets. "Llega a todas las bolas, y está muy fuerte mentalmente", adelantó en un mensaje para Nadal.

Semifinalista en Wimbledon al vencer a Andy Murray en 2014, Dimitrov reconoció que en los dos últimos años todo había transcurrido "en una constante montaña rusa", de la que parece haberse bajado a tiempo para actuar con serenidad, fuera y dentro de la pista.

El duelo contra Dimitrov será la 24 semifinal de Grand Slam de Nadal, acechando las 26 de Andre Agassi y la quinta en Melbourne.

Después de Roland Garros, donde tiene 72 victorias y solo dos derrotas, el Abierto de Australia es el 'major' donde se ha mostrado más efectivo, con 50-10.

La victoria ante Raonic le proyectará al sexto puesto del mundo. Está a dos triunfos más del título, el que sería su 15 Grand Slam, y de conseguirlo, el próximo lunes aparecería cuarto en la lista.

Dimitrov llegó a ser octavo del mundo en agosto de 2014, su mejor ránking, pero luego bajó al 40 (julio de 2016). Ahora es el 15 y en progresión, pues la victoria ante Goffin le subirá hasta el 12, y de ganar el título subiría al sexto.

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