"Están las 23 que han demostrado mejor nivel". Esas fueron las palabras de Jorge Vilda, seleccionador español de fútbol femenino, en el momento de dar la lista de jugadoras que encararán, a partir del día 16, el Europeo de Holanda. En esa convocatoria hay dos grandes ausencias: Vero Boquete, que para muchos es la mejor jugadora nacional de la historia, y Sonia Bermúdez, máxima goleadora del Atleti Féminas campeón de la Liga Iberdrola esta temporada.

Una citación joven, con ganas y con hambre. Tres calificativos que no son sino el resultado de todo el proceso que ha experimentado el fútbol femenino en España en los últimos años. Los éxitos de las categorías inferiores en mundiales y europeos tendrán su colofón en las próximas semanas, cuando la absoluta buscará su primer gran triunfo.

El campeonato del mundo de Canadá de hace dos años fue el primero que España jugaba en toda su historia, y también el que sirvió para efectuar el cambio generacional. Ignacio Quereda, seleccionador durante 28 años, terminó aquel torneo entre múltiples críticas de las jugadoras. Boquete, capitana y una de las más duras con el preparador, aseguró que la preparación no había sido la idónea. La situación llegó a ser insostenible y el relevo tenía nombre y apellidos: Jorge Vilda.

En un proceso similar al asumido por Lopetegui, Vilda accedió a la selección absoluta por sus éxitos en las categorías inferiores. Sentó las bases en una sub-17 muy competitiva, que con él en el banquillo fue campeona de Europa en 2010 y 2011 y subcampeona del mundo en Costa Rica en 2014.

De ahí, Vilda dio el salto a la sub-19, contando, como no podía ser de otra manera, con muchos de los nombres que había preparado en los años anteriores. Su paso fue fugaz. Solamente un año le valió para erigirse como el sustituto perfecto de Quereda.

Vilda ha conseguido imprimir mayor carácter ganador a un combinado que hace solo un mes, en junio, se proclamaba campeón de la Copa Algarve, un torneo amistoso que se disputa desde el año 1994 como preparación antes de las grandes competiciones –en este caso un Europeo-. Las nuestras se llevaron el torneo venciendo a Canadá en la final con un gol de Leila Ouahabi.

Los primeros torneos oficiales del fútbol femenino a nivel de UEFA comenzaron a desarrollarse en los años noventa, pero la selección española no entra en concurso hasta la Eurocopa de 1987, justo hace treinta años, cuando cayó en la ronda de clasificación.

No fue hasta 1997 cuando la selección logró clasificarse para una fase final del Europeo. En Suecia y Noruega, las nuestras cayeron en semifinales ante Italia y María Ángeles Parejo entró en el once ideal del torneo.

Uno de los mayores triunfos llegó en 2004 con la victoria en la Eurocopa sub-19 al vencer en la final a Alemania por dos goles a uno. Ese campeonato sirvió para descubrir a una de las grandes jugadoras de los años posteriores: Vero Boquete.

En 2013, la absoluta viajó a Suecia para disputar otra Eurocopa catalogada esta vez sí como el inicio de la generación que ha terminado por consolidarse. El equipo dirigido por Ignacio Quereda cayó en los cuartos de final ante Noruega, que era por entonces campeona del mundo.

El 2014 fue un año especial para las categorías inferiores. Dos finales jugadas y las dos perdidas. En abril, las sub-17 llegaron a la final del Mundial de Costa Rica, donde perdieron contra Japón, y solo meses después, las sub-19 perecieron en el último choque del Europeo de Noruega ante Holanda por uno a cero.

Tantos años de trabajo tuvieron su gran premio hace solo dos años. España se clasificaba para jugar el Mundial de Canadá tras ganar a Rumanía en el choque decisivo. De aquel torneo se mantienen en la convocatoria para la Euro 2017 Lola Gallardo, Sandra Paños,Torrejón, Irene Paredes, Celia Jiménez, Meseguer, Amanda, Corredera, Torrecilla, Alexia Putellas y Jenni Hermoso.

La selección quedó encuadrada en la fase de grupos con Costa Rica, Brasil y Corea del Sur. En el primer partido frente a las ticas solo pudo sacar un empate. La derrota en el segundo partido ante el combinado carioca obligaba a España a ganar a las coreanas. Cosa que no ocurrió: cayeron por 1-2 y se despidieron del Mundial.

Tras unos días convulsos, las jugadoras publicaron una carta conjunta para pedir la dimisión del seleccionador. Alegaban una mala planificación e incluso faltas de respeto, y tras reunirse con Villar, forzaron la salida de Ignacio Quereda tras casi tres décadas.

En todo este tiempo España ha pasado a ser muy respetada en el fútbol femenino. La fortaleza del Atlético de Madrid y del Athletic y la competitividad del Barça al más alto nivel han permitido que también la selección haya dado un salto de calidad.

La presencia de jugadoras en el extranjero, como Virginia Torrecilla (Montpellier), Celia Jiménez (Alabama) y ahora Jennifer Hermoso, recién fichada por el PSG, ha servido para que la selección tenga no solo presencia, sino también reconocimiento.

Sin Vero Boquete ni Sonia Bermúdez, España ha entrado en un proceso de cambio que espera culminar con un buen papel en la Euro. Esa generación ya sabe lo que es acariciar la gloria en las categorías inferiores, y ahora quiere agarrarla del todo con la absoluta.