La polémica por el color azul de la pista en el Masters 1.000 de Madrid se acentúa tras la derrota de Nadal ante Verdasco y las palabras del balear. "Si no cambia la pista, no vuelvo".

Se refiere el número dos del mundo al color de la arcilla del torneo madrileño. Un asunto del que se ha venido hablando en las semanas previas a la disputa de este Masters. Finalmente, la organización impuso su criterio a pesar de las quejas de los grandes de la raqueta, como Djokovic o el propio Nadal.

Pero, ¿qué tiene la pista que tanto incomoda a los tenistas? ¿Por qué el cambio de color por parte de los organizadores?

Según explica la Mutua Madrid Open, el cambio de color de la arcilla, de rojo a azul, es una idea que llevaba madurando muchos años Ion Tiriac, asesor del Masters. Entre los argumentos están, sobre todo, los beneficios para el espectador, especialmente los que siguen la retransmisión por televisión. Este argumento se apoya en que el color amarillo de la pelota tiene contraste con el color azul, lo que facilita seguir la trayectoria de la misma. La visibilidad, tanto en directo como a través de la televisión, mejorará en torno a un 30%.

Pero, según la organización, estos beneficios no son solo para el espectador, sino que también es aplicable al jugador a la hora de intercambiar golpes con el oponente.

Manolo Santana, director del Mutua Madrid Open defiende el cambio: "Solo estamos facilitando el seguimiento del juego a los espectadores y a los telespectadores. En un mundo en el que la competencia por la audiencia es feroz, el tenis también debe evolucionar. Debe proteger su cuota de pantalla y ampliarla utilizando los medios que tiene a su alcance sin ir en contra de su filosofía".

Además, según Tiriac, "el Mutua Madrid Open es un torneo que sigue labrando su propia personalidad, que busca afianzar su sello de identidad. El azul será su rasgo distintivo, su marca, pero no por eso dejará de ser un torneo del circuito de tierra, como lo son Roland Garros, Montecarlo, Roma....".

Precisamente que sea un torneo de tierra batida es lo que ponen en duda los detractores del cambio. En estas pistas de arcilla predomina el color rojo de la misma, tanto en Europa como en Latinoamérica (en EE UU predomina el color verde). El concepto de este tipo de superficie es el peloteo lento y seguido. Para muchos expertos, es donde se aprecia mejor el tenis.

Es en este sentido, el del concepto, con el que ataca Nadal. Según el números dos del mundo, no se queja de si la pista es bonita o no. Al balear le molestan especialmente la valla trasera, demasiado baja y con publicidad de led azul que, según él, dificultará la visión de la bola. Además, asegura que la pista por momentos parece dura y por momentos blanda, con botes irregulares y en la cual se recompensa de manera desproporcionada el servicio, en especial el primer golpe. Del juego de Federer se ha desprendido también que el suizo interpreta la pista azul como si fuera hierba, y no tierra.

Además, mantener el equilibrio en los desplazamientos laterales es casi imposible. La superficie resbala y esto le da a la pista unas condiciones realmente impracticables para los jugadores, como Rafa Nadal, que se manifiestan desde el fondo. "La superficie iguala fuerzas porque en el tenis hay unas cuantas cosas que diferencian el nivel, los apoyos, el control, la movilidad y el cometer pocos errores. Aquí no favorece porque aquí no se coge el control con las piernas y en tierra gana el que es capaz de moverse mejor. Los partidos se igualan, cualquiera puede ganar y evidentemente ganará quien más se lo merezca". De lo que está seguro Nadal es que "no pienso asumir riesgos, me voy con la cadera cansada de rectificar los movimientos y no estoy preparado para arriesgarme a que me pase algo".

La polémica está servida.