Aproximadamente a las 11.15, volvió a constatarse una realidad: el nuevo McLaren de Fernando Alonso será muy bonito, pero es un auténtico desastre. No ha habido jornada de entrenamientos sin un solo contratiempo. Y este viernes no ha sido una excepción.

Tras una mañana ligeramente optimista, con el piloto asturiano marcando buenos tiempos, con gomas propicias para ello eso sí, el MCL32 volvió a quedarse tirado en el tercer sector del circuito de Montmeló. Antes incluso que otros días.

Y de esta forma, mientras el resto de compañeros exprimían al máximo sus coches, con los Ferrari y Red Bull retando a Mercedes, Alonso enfilaba el camino de boxes una vez más. Ya el miércoles, en parecida situación, el bicampeón mundial no pudo ocultar su frustración: "Todos estamos preparados para ganar, menos Honda".

Pero lo peor aún estaba por llegar. Apenas unos  minutos después, Alonso regresó a la pista. En esta ocasión, duró media vuelta, y otra vez se 'caló' su decepcionante vehículo.