Uno de los ejemplos de deportividad de la temporada tuvo lugar en el partido entre el Rayo Vallcano B y Los Yébenes, de la Tercera División, cuando el filial del conjunto madrileño se dejó marcar un gol por su rival tras haber hecho uno antes con un jugador en el suelo.

Kike, a los 11 minutos, adelantó a los vallecanos en una jugada en la que varios segundos antes Maya acabó tendido en el suelo por un golpe. La jugada continuó, los futbolistas del filial rayista parecieron no percatarse de la situación, y se produjo el primer gol del choque.

Tras ese gol, el técnico del Rayo B, Luis Cembranos, dio indicaciones a sus jugadores para que se quedasen parados y su rival hiciera el empate por medio de Gallardo tras el saque de centro.

"Es una jugada en la que hay un contacto y un golpe y un jugador rival queda en el suelo cuando remata mi jugador. El cuerpo y la cabeza me dicen que es una acción que no deja buen sabor de boca", dijo Cembranos, que aseguró que en esa situación "lo conveniente era dejarse un gol".

"Si vamos a ser mejores, tenemos que demostrar los valores que tenemos y las ideas que defendemos. Esto es un deporte y nos tiene que servir para mejorar como deportistas y personas", confesó Cembranos, en declaraciones difundidas por el club.

"Estamos en un equipo con un sentimiento y principios. Es un equipo de formación y debemos enseñar a los deportistas a ser buenos jugadores, pero también buenas personas", finalizó.