La Europa League es del Sevilla. Y que, mientras la juegue, nadie se lo discuta. Ni siquiera ir por detrás en el marcador pudo con la fe del conjunto de Emery, que remontó en una extraordinaria segunda parte ante el Liverpool (1-3) y logró así ganar la competición por quinta vez, tercera de manera consecutiva. Esta competición es de su propiedad.

No entró el conjunto andaluz en la final en ningún momento. Hubo un dominio inicial territorial aprovechando los errores en el pase del rival, pero fue un espejismo. Jamás tuvo el Sevilla el control del partido, y el Liverpool fue creciendo en cada minuto.

Cada robo era una contra peligrosísima de los ingleses, y no fueron pocas las veces que esto sucedió. Las imprecisiones en el centro del campo sevillista fueron castigadas con dureza por un Liverpool con las ideas muy clara.

El primer aviso llegó tras un disparo de Lallana al que respondió Soria sin ofrecer demasiada confianza, y las ocasiones para los reds cayeron una detrás de otra. Primero fue Carriço el que tuvo que sacar un balón en la línea de gol para evitar el tanto inglés, después el propio central portugués dio el balón con la mano dentro del área en una jugada que el árbitro no apreció y de nuevo tuvo que intervernir Soria para que Sturridge no marcara tras un fenomenal pase entre líneas de Lallana.

Desbordados los sevillistas, solo una genialidad de Kevin Gameiro parecía poder salvarles, y de nuevo estuvo el genial goleador galo de convertirse en héroe. Enganchó el balón de chilena tras un córner y su disparo se perdió a escasos centímetros de la meta inglesa en lo que fue la única ocasión de los de Emery en la primera mitad.

Otro robo fue el causante del primer gol del choque. El balón le llegó a Sturridge dentro del área y el genial delantero inglés se sacó un disparo con el exterior imparable para Soria. Con el Sevilla tocado, pudo sentenciar el Liverpool, pero a Lovren le fue anulado un gol por fuera de juego de Sturridge.

Necesitaba imperiosamente el descanso el Sevilla, y este no le pudo sentar mejor a los de Emery. Apenas un minuto tardó en empatar tras una gran jugada de Mariano que le llegó a Gameiro, siempre en el lugar adecuado, para empujar el balón y poner el empate.

El partido cambió de manera radical, el timorato equipo de la primera mitad mudó su piel para convertirse en uno temible ante un Liverpool muy tocado, descolocado ante un gol que no se espera.

Si el Liverpool no aprovechó su momento tras su gol, sí lo hizo el Sevilla, que se fue a por el rival, olió la sangre. Un disparo desde fuera del área de Coke le dio la vuelta al marcador y, apenas unos minutos después, un balón suelto le llegó al defensa reconvertido en centrocampista goleador para poner la sentencia. La reacción inglesa no llegó, el título se queda de nuevo en Sevilla.

1 - Liverpool FC: Mignolet; Clyne, Lovren, Kolo Touré (Benteke, m.83), Alberto Moreno; Can, Milner; Lallana (Allen, m.73), Firmino (Oriji, m.69), Coutinho; y Sturridge.

3 - Sevilla FC: David Soria; Mariano, Rami (Kolodziejczak, m.77) Carriço, Escudero; N'Zonzi, Krychowiak; Coke, Éver Banega (Cristóforo, m.92), Vitolo; y Gameiro (Iborra,m.89).

Goles: 1-0, M.35: Sturridge. 1-1, M.46: Gameiro. 1-2, M.63: Coke. 1-3, M.70: Coke.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a los jugadores del Liverpool Lovren (m.30), Origi (m.72) y Clyne (m.94), y a los del Sevilla Vitolo (m.56) y Mariano (m.83).

Incidencias: Final de la Liga Europa disputada en el estadio St. Jakob Park, que se llenó con unos 35.000 espectadores, con amplia mayoría de seguidores del equipo inglés.