Tour 2016: de la obsesión por el dopaje deportivo al tecnológico: "No vas en bici, ¡vas en moto!"

  • La persecución al dopaje de los ciclistas deja paso al de las bicicletas en el próximo Tour, que arranca este sábado con máxima preocupación.
  • La UCI y la prueba pondrán cámaras térmicas en la ronda gala para detectar motores escondidos en las bicis y luchar contra el fraude tecnológico.
  • ¿Existe este tipo de fraude en el ciclismo? ¿Cómo funciona? ¿Se arriesgarán los ciclistas? José Antonio Escuredo, ciclista olímpico, responde.
Ciclistas en el Tour del año pasado, a su llegada a París.
Ciclistas en el Tour del año pasado, a su llegada a París.
GTRES
Ciclistas en el Tour del año pasado, a su llegada a París.

El ciclismo es, históricamente, un deporte azotado por el dopaje de los que lo practican. Una lacra que ensucia el deporte de las dos ruedas en el que la Unión Ciclista Internacional (UCI), los gobiernos, y los organizadores de las grandes pruebas luchan sin descanso para erradicarlo.

Sin embargo, y de cara al Tour que arranca el próximo sábado, los esfuerzos se centran en encontrar y penalizar, si así fuera, otro tipo de 'positivos'. Desde hace ya algún tiempo, la obsesión de la UCI son los motores que pueden colocarse en las bicicletas. Es el mal uso de la tecnología llevado al extremo. A la trampa.

Bien es cierto que a lo largo de la historia de este deporte, que ya abarca más de cien años, solo en un caso se ha detectado un motor en una bicicleta: la de la sub’23 belga Femke Van den Driessche en el pasado Mundial de ciclocross en Heusden-Zolder (Bélgica) y por lo que fue sancionada con seis años.

Pese a ese único lunar demostrado y admitido, y aunque nunca ha pasado en la máxima categoría, la sombra de la sospecha del uso fraudulento de la tecnología lleva años sobrevolando el deporte de la bici. Rumores que se apoyan, sobre todo, en el caso del suizo Fabian Cancellara, acusado de ganar la París-Roubaix de 2010 con una bicicleta eléctrica. Él lo negó todo y nunca se pudo demostrar el presunto 'dopaje' de su bici.

Por todo esto, y a horas de que una nueva edición de la ronda gala dé el pistoletazo de salida, la UCI, la prueba y el Gobierno de Francia siguen concentrados en una campaña de detección de lo que han llamado el "dopaje mecánico". Para ello, además de los controles manuales, utilizarán cámaras térmicas portátiles para detectar la presencia de estos motores en las bicis. Cámaras de alta tecnología que han sido concebidas por el Comisariado de la Energía Atómica (CEA) a petición del Gobierno francés.

La UCI ya ha anunciado que se realizarán entre 3.000 y 4.000 controles en pos de "preservar el alma del Tour", señalan desde la carrera. Una cifra que duplicará a las medidas adoptadas en el pasado Giro (2.000 controles). Por eso, y según palabras del presidente de la UCI, Brian Cookson, "no hay posibilidad de ocultar nada, no creo que alguien sea tan tonto de tratar de engañar de esta manera", y avisa de que "una bicicleta modificada es extremadamente fácil de detectar con nuestros escáneres". Por lo tanto, esperan cero'positivos' –al menos, en lo que respecta a este tipo de dopaje– en esta nueva edición del Tour. Además, tanto la UCI como la prueba, tildan de "excelente" la cooperación hasta el momento de equipos, corredores y organizadores.

Ajenos a lo extradeportivo, los ciclistas ya velan armas de cara al inicio de la 103 edición del Tour de Francia, que arrancará el día 2 en Mont Saint Michel. Alberto Contador llevará los galones del Tinkoff, en el que le acompañarán Roman Kreuziger y Rafal Majka como principales bazas para la montaña, mientras que Peter Sagan, campeón del mundo, será el otro líder de la formación en busca de etapas y del maillot verde. Por su parte, Purito Rodríguez, a sus 37 años, aún disfruta y se divierte con el ciclismo, de ahí que se presente «con ganas y motivado, pero con los pies en el suelo» a su quinto Tour.

¿Cómo funcionan las cámaras?

Un equipo exclusivo y formado se encargará de manejar estos escáneres, que se colocarán a la salida y llegada de las etapas, pero que también es posible llevar instaladas en la parte trasera de las motos de la organización, o en puntos concretos del recorrido. Una escala de temperaturas que se identifican con colores gracias a un sistema de resonancia magnética y una pantalla, podrá demostrar en una pantalla si hay o no más calor de la cuenta en alguna zona del cuadro de la bici, incluso en las ruedas. Es decir, se podrá comprobar sin lugar a error el 'dopaje' de esa bicicleta.

Cinco preguntas a... José Antonio Escuredo (ciclismo en pista)

¿Existe el fraude tecnológico en el ciclismo?

Hasta ahora nunca me lo había planteado, pero últimamente me ha dado que pensar y ya no pongo la mano en el fuego por nadie. No lo descartaría. En pista, por ejemplo, la mejoría de algunos corredores y equipos me hace sospechar.

¿Es fácil ponerle un motor a una bici?

Sí, claro. De hecho está en internet y apenas se nota.

¿Se arriesgarán los ciclistas en este Tour?

Estoy prácticamente seguro, y quiero creer, que en este Tour no lo llevará nadie, no se arriesgará. Pero no te digo que algunos ciclistas no lo hicieran hace unos años, cuando no estaba tan perseguido y ya estaba implantada la tecnología en el deporte.

¿Pasa a un segundo plano la persecución del dopaje de los ciclistas por el de las bicis?

No creo. Imagino que seguirán al mismo nivel, pero incrementarán esto, lo que hace que sea todo un dineral.

¿Es peor el dopaje tecnológico que el deportivo?

Veo mal las dos cosas, pero esto es mucho peor. Ya no vas en bici, ¡es que vas en moto! Es que ya esto pasa a depender del motor que le pongas. Pierde toda la esencia.

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