Los ultras del Legia de Varsovia, que se enfrentó anoche al Real Madrid, han sido los tristes protagonistas antes, durante y después del partido del Santiago Bernabéu.

Varios de esos aficionados agredieron a agentes de la Policía Nacional a su llegada a los aledaños del estadio madridista poco antes del partido del Real Madrid ante el conjunto polaco y 12 de ellos han sido detenidos.

Los del Legia son uno de los grupos radicales más temidos de Europa, pero no es el único. La última Eurocopa celebrada en Francia puso de manifiesto que los ultras se encuentran más vigentes que nunca, que encuentran bajo el amparo del fútbol su forma manifestarse. Los enfrentamientos entre hinchas ingleses, rusos, eslovacos, irlandeses, polacos... llenaron de sangre las calles de Francia y mantuvieron en alerta y en jaque a la policía durante el pasado evento veraniego.

Ya sean de selecciones nacionales o de clubes de fútbol, y con la violencia por bandera, estos radicales atemorizan a medio mundo del fútbol.

En Inglaterra, el término hooligan es sinónimo de violencia por excelencia, teniendo su cénit en la tragedia de 1985 en Heysel durante la disputa de la final de la Liga de Campeones entre el Liverpool y la Juventus, cuando sus hinchadas se enfrentaron, provocando la muerte de 39 personas por una avalancha. Actualmente, los ultras del Millwall son los más violentos.

Los tifosi italianos también son tristemente conocidos, siendo los de la Roma, el Lazio y el Nápoles los más violentos.

En la Bundesliga, no hay que menospreciar a las hinchadas radicales del Bayer Leverkusen y del Werder Bremen.

La hinchada del Olympique de Marsella, en Francia, es una de las más temibles. Se autodenominan antirracistas, antifascistas y anticapitalistas.

En Grecia, las hinchadas del Panathinaikos, del Olympiakos y del AEK Atenas han protagonizado sistemáticamente enfrentamientos y reyertas por toda Europa.

Turquía también es un foco de violentos. Sobre todo, las hinchadas del Galatasaray y del Fenerbahçe.

En España, es tristemente recordado el enfrentamiento entre los ultras del Deportivo y del Atlético de Madrid hace un par de años y que tuvo como consecuencia la muerte de un seguidor deportivista.