El fútbol ya está de nuevo a la vuelta de la esquina. Este viernes vuelve la competición con el inicio de la temporada 17/18 de LaLiga y los papeles parecen estar perfectamente asignados desde el principio. Pocas pinceladas hemos podido ver de los grandes durante la pretemporada pero han servido para que quede claro que el Real Madrid, vigente campeón, es el rival a batir por la parte alta.

Además, no será tarea sencilla puesto que los de Zidane han demostrado no tener rival ni en la Supercopa de Europa ni en la de España. Una apisonadora futbolística que además ha conseguido lo que se antojaba imposible: mejorar una plantilla en la que algunas de las piezas parecían casi irremplazables.

El debut para el cuadro merengue no será sencillo. Viajan a Riazor, un estadio que históricamente no se les ha dado bien, aunque en los últimos años varias goleadas han servido para darle la vuelta a la estadística. Eso sí, la primera prueba de fuego para los de Zizou llegará el 19 de noviembre, cuando visiten al Atlético de Madrid. Solo un mes después (20 de diciembre) tendrá lugar el primer Clásico liguero, en el Bernabéu; eso sí, el baile de fechas podría ser importante dado que los blancos disputan por esas fechas el Mundial de Clubes.

Tras pisar el Metropolitano, el actual campeón tendrá otra salida complicada visitando San Mamés y el siguiente reto será recibir al Sevilla. Por todo ello, diciembre se antoja como el mes más exigente para los madridistas.

Tiene especial relevancia que en la segunda vuelta el partido entre Madrid y Barça, esta vez en el Camp Nou, se disputará en la jornada 36, es decir, a solo dos del final del campeonato, por lo que podría ser decisivo para determinar el campeón.

La gestión de Zidane tendrá que asemejarse mucho a la de la temporada pasada porque el calendario es prácticamente un calco: a partir de enero es cuando se verá si el Real Madrid sigue preparado para aguantar el tirón de tres competiciones, aunque con el fondo de armario que tiene, no da sensación de que los blancos vayan a levantar el pie del acelerador.

Es complicado dudar ahora mismo de la superioridad madridista. Barcelona y Atlético de Madrid intentarán que no sea tal. Los culés arrancan un nuevo proyecto de la mano de Ernesto Valverde y lo hacen después de sufrir el primer varapalo de la temporada precisamente ante los blancos. La Supercopa de España fue el punto de partida para un Barça que debutará en casa frente al Betis, a la espera de que lleguen más refuerzos a la plantilla.

Philippe Coutinho y Ousmane Dembelé cerrarán a un equipo que pretende regresar a lo que era: fútbol de toque, intensidad y gol, siempre bajo la batuta de Messi, que reforzará –más si cabe- su liderazgo tras la salida de Neymar al PSG.

Los azulgranas se enfrentarán en la jornada 8 al Atlético en el Wanda Metropolitano. De hecho, esa será el primer cara a cara del Barcelona con un equipo de la parte alta; en la 10 visitará Bilbao y la semana siguiente recibirá al Sevilla, en una de las fases más complejas de toda la campaña.

El Clásico de la penúltima jornada, en casa, reina en el cierre de la campaña para los chicos del Txingurri, que tienen entre ceja y ceja recuperar el trono perdido el año pasado. El Barça ha ganado seis ligas de las últimas diez y buscará que la estadística le siga siendo favorable.

También arranca una temporada muy especial para el Atleti. El Wanda Metropolitano es uno de los alicientes en general de la nueva campaña, pero habrá que esperar para su estreno: será en la jornada 4 contra el Málaga de Míchel.

Antes, el conjunto que dirige por sexto año consecutivo Diego Pablo Simeone se verá las caras ante Girona, Las Palmas y Valencia. La visita a Mestalla supondrá por tanto el primer enfrentamiento complicado para los colchoneros, y pondrá a prueba la capacidad de un equipo que no tendrá caras nuevas hasta enero por culpa de la sanción del TAS.

Justo a la vez que se sube el telón del nuevo feudo rojiblanco, el equipo encarará tres partidos ante rivales fuertes. En seis jornadas el Atlético se verá las caras contra el Athletic, el Sevilla, el Villarreal y el Barça, además de tener que visitar Balaídos para enfrentarse al Celta de Unzué.

El trío de cabeza parte con ventaja con respecto a los demás, pero no se puede olvidar que equipos como Sevilla, Villarreal, Athletic o Real Sociedad van a estar al acecho. La cuarta plaza y los huecos en Europa League serán una guerra entre cuatro o cinco equipos de la que saldrá ganador el más constante.

A priori ese favoritismo recae en el Sevilla. Muchos cambios tendrá que afrontar también el equipo entrenador por Eduardo Berizzo. A la marcha de Monchi hay que sumarle la de Vitolo, pero no ha tardado en reaccionar la directiva hispalense. Ahora la dirección deportiva recae en Óscar Arias, que ha dado un golpe sobre la mesa con los fichajes de Nolito y Muriel y los regresos de Ever Banega y Jesús Navas.

Donde han pasado un verano mucho más tranquilo es en Villarreal. Fran Escribá quería continuidad y la ha encontrado. Están en una situación parecida a la del Atlético, con el estadio en medio de una serie de reformas, pero afronta la temporada con seguridad y con una maquinaria bien engrasada para hacer un buen papel tanto a nivel nacional como en Europa.

En el Athletic la hoja de ruta también está muy marcada. José Ángel Ziganda cogerá el mando de los leones con la clara intención de dar continuidad al trabajo de Ernesto Valverde. El kuko ha tenido que manejar una plantilla corta en un verano marcado por las eliminatorias de clasificación para la Europa League, y ahora ya mira a un inicio de liga en el que los vascos se enfrentarán a dos recién ascendidos –Getafe y Girona- en los tres primeros partidos.

En Europa también estará la Real Sociedad, que quiere mantener la pelea por los puestos altos una temporada más. Eusebio Sacristán ha logrado dar constancia a un bloque joven y que se ha hecho fuerte en Anoeta. A partir de ahí, el proyecto tenderá a consolidarse y a optar por cotas más altas.

Más dudas despiertan algunos equipos que tienen que recuperar terreno. Es el caso del Valencia o el Málaga. El conjunto che quiere dejar atrás dos malas temporadas para volver a luchar con los de arriba. Para ello, el multimillonario Peter Lim ha apostado por la experiencia de un entrenador como Marcelino García Toral, que ya ha dejado clara su intención de dar oportunidades a la gente joven. Entre un filial muy potente y la presencia de jugadores como Zaza, Nani o el capitán Dani Parejo, el asturiano tiene mimbres para empezar a trabajar.

En La Rosaleda de momento están a la espera. El Málaga ha ingresado casi treinta millones de euros a partir de las salidas de Pablo Fornals e Ignacio Camacho, y su entrenador, Míchel, se mantiene a la espera de incorporaciones que permitan al equipo dar un salto de calidad.

El técnico madrileño llegó en la fase final de la temporada pasada y se ganó el crédito suficiente para seguir al frente del conjunto boquerón, por ejemplo, con una victoria de mucho prestigio ante el Barcelona. Tras idas y venidas tanto en lo deportivo como en lo institucional, el jeque Al Thani pretende que esta sea la campaña de la tranquilidad.

En un siguiente escalafón están los equipos cuya meta es no pasar apuros. Betis, Eibar, Las Palmas y Celta tienen en la media tabla su objetivo más claro. Eso sí, en el caso de los gallegos más por mentalidad que por calidad. Juan Carlos Unzué tiene el papel de dejar atrás la exitosa época de Berizzo y para ello seguirá contando con el liderazgo de Iago Aspas. Pero necesita tiempo.

En el Betis el desembarco de Quique Setién trajo ilusión, pero la exigencia es mayor por el desembolso que ha realizado el director técnico Lorenzo Serra Ferrer. El entrenador cántabro necesitará ingeniárselas para acoplar todas las nuevas piezas en un equipo sólido y que haga disfrutar al Benito Villamarín.

Algo similar a lo que sucede con Las Palmas y Eibar. El estilo de juego está muy marcado y de no atravesar dificultades en la clasificación, el trabajo estaría hecho. Tanto Mendilibar como Manuel Márquez –que debuta en Primera División- saben que lo que bien funciona no hay que tocarlo, pero en el caso del conjunto canario la gestión de egos puede ser capital: con Halilovic, Araujo, Viera y Vitolo (hasta enero) buscan el fútbol sea un baile. Aunque tendrán que hacer frente a la salida de Boateng, quien ha abandonado la disciplina canaria "por motivos familiares".

Y queda la parte más complicada. Con la bienvenida a Getafe, Levante y Girona, los equipos destinados a pelear en la parte baja de la tabla intentarán generar confianza a partir de un buen arranque. Aunque con varios conjuntos en la pelea, todo parece indicar que la lucha será más feroz que el año pasado.

La Liga está de vuelta y los papeles que se reparten en agosto dados, pero como siempre en el fútbol, a lo largo de nueve meses, irán cambiando de manos. Cada conjunto y cada afición querrán quedarse con el bueno, y no con uno que lleve escrito el fracaso.