Los familiares de los melillenses de nacionalidad española Salam y Rachid, hallados muertos a mediados de julio de 2008 en un bosque de Buyafar (Marruecos) con las caras totalmente carbonizadas, al parecer con un soplete, piden justicia, para detener al autor o autores del crimen.

Los familiares y amigos de los jóvenes han protagonizado una concentración en Nador, ciudad marroquí más próxima a Melilla, para reclamar información, ya que corresponde a Marruecos incentivar la investigación.

Los manifestantes, medio centenar de personas llegadas desde Melilla, portaron pancartas en las que se exigía "información" y "justicia".

Según explicaron, una delegación de los concentrados, además, fue recibida por el cónsul general de España en Nador, Fernando Sánchez Rau, que oyó sus demandas y se comprometió a colaborar con los familiares en todo lo que esté a su alcance.

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