Richard Gere y Susan Sarandon, en el festival de San Sebastián: "Esperábamos más de Obama"

  • Los actores han inaugurado la muestra cinematográfica con un filme político, 'El fraude', que critica la impunidad de las élites económicas.
  • Tanto Suan Sarandon como Richard Gere han expresado además su decepción por el primer mandato de Barack Obama.
Susan Sarandon y Richard Gere intervienen en la jornada de apertura del Festival de Cine de San Sebastián 2012.
Susan Sarandon y Richard Gere intervienen en la jornada de apertura del Festival de Cine de San Sebastián 2012.
Juan Herrero / Efe
Susan Sarandon y Richard Gere intervienen en la jornada de apertura del Festival de Cine de San Sebastián 2012.

La perfecta combinación de glamour y compromiso que representan Richard Gere y Susan Sarandon queda sublimada en El fraude, filme que ambos protagonizan y con la que han abierto de manera estelar el Festival de San Sebastián sin dejar de lanzar una aguda crítica a la impunidad de las elites económicas.

"No es un momento en el que el sistema judicial esté funcionando bien en Estados Unidos. Gente que se ha apropiado del dinero de los demás sigue impune", ha explicado en la primera rueda de prensa del festival Richard Gere. "Algunos incluso están en el Gobierno", ha sido la puntilla de Susan Sarandon. "¿También sucede eso en Europa?", ha inquirido Gere.

La política, así, se abría paso entre el indudable glamur maduro de dos estrellas, Gere y Sarandon, que ya tienen en su poder un premio Donostia del festival (ella en 1995 y él en 2007) pero que con El fraude, dirigida por Nicholas Jarecki, se desmarcan de otras inocuas aperturas para abrir un espinoso debate sin renunciar a las formas impolutas del thriller hollywoodiense.

El fraude (Arbitrage), en la que también trabaja Tim Roth, cuenta la historia de Robert Miller, un magnate de las finanzas de Nueva York que, cuando cumple 60 años, ve tambalearse su estabilidad económica y familiar al arruinarse su empresa y sufrir un accidente de tráfico, pero que removerá todo su tráfico de influencias para salir indemne del desastre.

Richard Gere, que luce caídas de ojos, melena canosa y andares intactos desde American Gigolo, ha explicado que "era muy importante resaltar lo encantador de este personaje, encontrar su 'parte Bill Clinton' a este personaje, que le hace sobrepasar todos esos problemas y acabar siendo un ganador", ha afirmado.

Y Susan Sarandon, que asume el papel secundario de su implacable esposa, entronca su trabajo como actriz con su proverbial activismo político, aunque destaque de esta película que habla más de la corrupción emocional que de la económica.

Los republicanos, gente "con una filosofía distinta"

"Todo el mundo se preocupa por su familia, que esté segura y feliz, pero la definición de familia es diferente entre demócratas y republicanos. Los republicanos tienen un concepto más amplio de lo que significa. Conozco buenos republicanos, pero tienen un planteamiento filosófico distinto, priorizan de una manera distinta. No es una cuestión política, es una cuestión interior", ha dicho.

El fraude,  que enfatiza gracias a su sofisticada factura visual el gélido ambiente emocional de las altas finanzas, desmantela la idea de una justicia igual para todos y el juego que mueven quienes están más allá de la ambición y la avaricia.

"Hay gente con una adictiva tendencia a ganar, es más allá de la avaricia y ahí está el núcleo de todo lo que ha pasado. Que había gente divirtiéndose con ese juego. Siempre me pregunto qué piensan las madres de esta gente, cómo los han educado para llegar a ser así. Tenemos que criar mejores hijos e hijas", ha apuntado Sarandon.

El diálogo que plantea El fraude, según Richard Gere "ha seguido entre nosotros desde que se dijo el último 'corten'" y, en la rueda de prensa de este viernes, el actor ha mostrado un punto de vista menos radical que el de la ganadora del Óscar por Pena de muerte.

"No creo que existan monstruos, solo gente que comete errores muy grandes", ha dicho Richard Gere, practicante de la religión budista que considera que esa avaricia por el dinero puede canalizarse hacia otros proyectos como el que ha hecho Bill Gates con su fundación.

Pero Susan Sarandon, adalid de la izquierda combativa de Hollywood, ha sido más radical. "Yo sí creo en la gente mala, en los dick cheneys del mundo. Existe gente que no tiene empatía, que le da igual lo le suceda a los demás. No entiendo cuál es la razón, pero existen".

Decepcionados con Obama

Con las elecciones presidenciales fijadas para el 6 de noviembre y con Mitt Romney como candidato republicano, ha sido inevitable preguntar a las dos estrellas por sus intenciones de voto.

"Por supuesto que estoy decepcionado con Obama, pero no tanto como para votar al otro bando. Creo que ahora Obama tiene la oportunidad de ser el presidente que queríamos que fuera cuando lo elegimos hace cuatro años", ha explicado Gere en una entrevista con varios medios españoles e internacionales.

Susan Sarandon, la mujer que pidió en 1993 al Gobierno de su país en plenos premios Oscar la acogida de los haitianos enfermos de sida aislados en la base norteamericana de Guantánamo, también ha mostrado su decepción con Obama, "que no se ha rodeado de la gente adecuada, que no ha sido lo suficientemente luchadora", según ella, aunque ha decidido "ser optimista pase lo que pase".

"En los últimos meses, todas las elecciones que ha habido en Estados Unidos han sido ganadas por aquel que tenía más dinero", ha reconocido, aunque espera que Obama se imponga al republicano Mitt Romney no sin antes advertir: "Aluciné cuando George Bush ganó por segunda vez, y ya había alucinado bastante cuando ganó la primera. Creo que no soy la más adecuada para prever resultados políticos".

"El mundo tiene que despertar y tomar sus responsabilidades, pedir justicia", ha proseguido. "Si todo se está desmoronando, creo que es un gran momento para reconstruirlo de una manera mejor. Recuperar la democracia, que no sea el dinero el que gobierne todo", ha concluido.

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