Más de 30 personas han muertos este lunes al estrellarse un avión en una zona residencial de la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo, junto a la frontera con Ruanda. Según fuentes aeroportuarias, al parecer el aparato —un Fokker 50 de la aerolínea congoleña Compañía Africana de Aviación— se vino abajo la tarde del lunes durante una maniobra de aterrizaje en condiciones meteorológicas adversas. Cubría la ruta entre la ciudad de Lodja, en el centro del país, y Goa, a unos 1.600 kilómetros.

Según el gobernador de la provincia de Kivu del Norte (de la que Goma es capital), Julien Paluku, no está claro el número de viajeros que se encontraban a bordo de la aeronave. Sin embargo, fuentes aeroportuarias elevan estas cifras a 34 personas, "todos los pasajeros que iban en el avión", añade.

Tampoco hay coincidencia en si el accidente ocasionó víctimas en tierra. Según el gobernador no hay que lamentar muertes más allá de los tripulantes de la aeronave, pero según las fuentes aeroportuarias "hay que esperar para conocer si murió gente en tierra, pues el avión cayó sobre una casa".

Anteriormente, Radio Okapi (una emisora promovida por la ONU) había indicado según sus primeras informaciones que tres supervivientes habían sido evacuados a un hospital. Los servicios de protección civil, además, están teniendo dificultades para encontrar a otros pasajeros a causa de la oscuridad y la falta de equipo adecuado, de acuerdo con la citada emisora.

La RDC tiente un mal historial en materia de seguridad aérea debido a que muchas compañías usan aviones viejos y los aeropuertos carecen de equipos modernos. En febrero de 2012, cinco personas murieron en Bukavu (este) en un accidente de aviación, entre ellos Mwanke Katumba, consejero de Política y Seguridad del presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila.

Pero mucho peor resultó el accidente ocurrido en julio de 2011, en el que 127 personas murieron al estrellarse un aparato en el aeropuerto internacional de Kisangani (noreste). En este caso el avión siniestrado pertenecía a la aerolínea Hewa Bora, que figura en la "lista negra" de aerolíneas que tienen prohibido operar en la Unión Europea a causa de las dudas que existen sobre su seguridad.