¿Quién es el Doctor Who? Su nombre real se desconoce, pero todo el mundo le llama Doctor. Es un alienígena, un Señor del Tiempo del planeta Gallifrey, un aventurero de más de 900 años, a menudo excéntrico, pasional y que padece una irremediable fascinación por los seres humanos.

El Doctor, un personaje que ha sido interpretado hasta el momento por once actores diferentes, es también una leyenda de la televisión, el protagonista de la serie que figura en el Libro Guinness de los Récords como la obra televisiva de ciencia ficción más longeva de la historia.

Nació en 1963, en la cadena BBC. Medio siglo, 33 temporadas y 798 capítulos después, Doctor Who es un icono de la cultura popular británica y ha cosechado fans acérrimos en todos los rincones del planeta. De hecho, del mismo modo que Star Trek tiene a sus trekkies, y Perdidos tenía a sus losties, el Doctor cuenta con el apoyo incondicional (todo lo incondicional que puede ser un aficionado exigente y puntilloso) de los whovians.

La serie dio sus primeros pasos con ánimo divulgativo, pensada para entretener a los padres y enseñar ciencia e historia a los niños, pero poco a poco fue abandonando esta intención y evolucionó hasta convertirse en uno de los principales referentes de la ciencia ficción y la fantasía modernas, con toques de humor y terror en muchos capítulos y guionistas tan célebres como Douglas Adams, autor de la Guía del autoestopista galáctico.

Sus capítulos pueden dividirse en dos grandes etapas, la de la serie clásica, comprendida entre 1963 y 1989, y la de la serie moderna, que comenzó a emitirse en 2005 y ya va camino de su octava temporada (durante el parón, las historias del Doctor continuaron de forma oficial en novelas, cómics y algunos especiales). Pero antes de esa season 8, los fans tienen dos citas importantes, el tradicional capítulo navideño, que supondrá el debut de un nuevo actor en el papel del Doctor, y el especial 50 aniversario, este mismo 23 de noviembre, un episodio protagonizado por los dos últimos Doctores y por el veterano actor John Hurt en el papel de una misteriosa, olvidada y oscura encarnación del héroe.

Este capítulo, de 75 minutos de duración, podrá verse en España este fin de semana en varias salas de Cinesa y a principios de 2014 en el canal SyFy, que actualmente está emitiendo la séptima temporada de la serie todos los jueves a las 22.25 horas.

A lo largo de casi 800 capítulos (un centenar de ellos perdidos por culpa de la limpieza de archivo audiovisual realizada por la BBC entre 1967 y 1978), varios especiales benéficos y algunos largometrajes, el rostro del Doctor ha ido cambiando, no a causa del envejecimiento sino porque, hasta el momento, ha sido interpretado oficialmente por once actores diferentes.

A estas transformaciones se les da siempre una explicación argumental. El Doctor, como todos los Señores del Tiempo, posee una habilidad que le permite burlar a la muerte: cuando está cerca del último estertor, puede recurrir a un proceso de regeneración que le proporciona un nuevo cuerpo y una personalidad diferente a la de su encarnación previa, pero sin dejar de ser la misma persona.

William Hartnell fue el actor encargado de dar vida al Primer Doctor. A él le siguieron otros siete antes de llegar a la etapa moderna de la serie, que ha servido para atraer a las nuevas generaciones y captar a jóvenes legiones de whovians. El Doctor ya ha tenido tres aspectos diferentes en el siglo XXI. Ha sido interpretado por Christopher Eccleston, David Tennant y Matt Smith (el Noveno, Décimo y Undécimo Doctor respectivamente). En el episodio especial de Navidad, Smith cederá el testigo a Peter Capaldi, quien dará vida al Duodécimo, la cuarta encarnación de la era moderna.

Cada Doctor ha tenido su propio estilo, tanto en la vestimenta como en los complementos e incluso en su forma de hablar (cada uno de ellos tiene sus tics y muletillas característicos). El Primero llevaba un bastón de madera con un mango retorcido, el Segundo tocaba la flauta, el Cuarto vestía una larga bufanda multicolor, el Séptimo portaba un paraguas con el mango rojo en forma de signo de interrogación, el Noveno vestía una chaqueta de cuero, el Undécimo adora las pajaritas...

Para viajar a través del tiempo y el espacio, el Doctor utiliza una nave espacial conocida como TARDIS, acrónimo de Time And Relative Dimensions In Space (Tiempo y Dimensiones Relativas en el Espacio). Este ingenio alienígena posee un sistema de camuflaje pensado para cambiar de aspecto y adaptarse sin llamar la atención al lugar y tiempo en el que ha aterrizado, pero el modelo obsoleto robado por el Doctor tiene dañado su circuito camaleónico, que quedó atascado con la apariencia de una cabina de policía del Londres de los años 60 al aterrizar en 1963 en el primer capítulo de la serie. Este argumento fue un recurso práctico utilizado por los creadores de la serie para obtener una nave barata y manejable.

Otra importante característica de la TARDIS es su circuito traductor, capaz de traducir automáticamente casi todos los idiomas existentes en el universo. De este modo, los guionistas se ahorran muchos quebraderos de cabeza cuando el Doctor y sus acompañantes viajan a otros países o dialogan con criaturas extraterrestres. No es que todos hablen inglés, es que la TARDIS lo está traduciendo.

También es muy característico el sonido que hace la nave al despegar y al aterrizar (fue incluido en uno de los números musicales de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012), así como el hecho de que por dentro sea mucho más grande de lo que aparenta ser por fuera. La TARDIS se ha convertido en una imagen de la serie aún más icónica que el propio Doctor.

Otro llamativo artilugio, que lleva acompañando al Doctor desde su segunda encarnación, es su destornillador sónico, una herramienta multiusos que sirve tanto para abrir cerraduras como para manipular ordenadores, realizar escáneres médicos o detectar vida extraterrestre. Este objeto simboliza el carácter pacifista del Doctor, que nunca utiliza armas y huye siempre de la violencia como solución a los problemas.

Al Doctor no le gusta viajar solo, por lo que en todas sus encarnaciones ha encontrado compañeros fieles dispuestos a seguirle, casi siempre féminas. Las venturas y desventuras de sus amigos se han convertido en multitud de ocasiones en parte central de las tramas. En los últimos años, algunos de ellos han llegado incluso a protagonizar exitosos spin offs como Torchwood y The Sarah Jane Adventures.

Los acompañantes han adquirido además una importante función como freno para los ramalazos megalómanos del Doctor, que se vuelve más frío, irascible e irracional cuando permanece demasiado tiempo alejado de los seres humanos.

Los primeros companions (como se les conoce entre los whovians) del Doctor fueron su nieta Susan, un profesor de ciencias y una profesora de historia (que cargaban con el peso divulgativo de la serie en sus primeros compases). Aun así, el esquema de héroe y ayudante se fue perfilando en temporadas posteriores. A lo largo de sus 50 años de historia, Doctor Who ha visto pasar a personajes tan carismáticos como Romana (Cuarto Doctor), Sarah Jane Smith (que empezó con el Tercer Doctor y volvió en la etapa moderna para reencontrarse con él en su décima encarnación) o las recientes Rose Tyler, Martha Jones, Donna Noble (la mujer más importante de todo el universo), Amy Pond (la chica que esperó) y Clara Oswald (la chica imposible).

Al igual que otros afortunados personajes de ficción como Batman y Spider-Man, al Doctor también se le puede conocer por sus adversarios. El plantel de villanos de Doctor Who es amplio, variado y rico en carisma. Sus archienemigos son los Daleks (quizá el mayor símbolo de la serie junto a la TARDIS), alienígenas del planeta Skaro, embutidos en armaduras de combate metálicas y carentes de toda emoción salvo el odio. Son conocidos por pronunciar a menudo, con su característica voz electrónica, la orden "¡Exterminar!".

Los segundos villanos en la escala de popularidad serían los Cybermen, criaturas que parecen robots pero que en realidad son seres orgánicos con mente humana y el resto del cuerpo formado por partes artificiales. Otros recurrentes adversarios del Doctor son Davros (el creador de los Daleks), los silurianos (reptiles humanoides que dominaron la Tierra antes que el hombre), el Amo (un Señor del Tiempo renegado y poco cuerdo), los Sontaran (una raza extraterrestre obsesionada con la guerra) y los Autones (criaturas de plástico viviente animadas por un ser conocido como Conciencia Nestene).

En la etapa moderna de la serie se han creado nuevos enemigos para el Doctor. Entre ellos destacan el Silencio, una orden religiosa formada por criaturas que los seres humanos olvidan cuando dejan de mirarlas, y los Ángeles Llorosos, alienígenas con forma de estatua que sólo pueden moverse cuando nadie las está mirando, por lo que se mueven como si se estuviera jugando al escondite inglés.