Una peluca, consumo de drogas y odio al tenis: el oscuro pasado de André Agassi

  • El tenista ha escrito una autobiografía donde cuenta toda la mentira que vivió desde su infancia.
  • Su padre le obligaba a tomar analgésicos con cafeína cuando tenía 7 años, para terminar consumiendo drogas por pura diversión.
  • Su éxito en las pistas llegó cuando, con 27 años, tocó fondo.
El extenista estadounidense André Agassi, durante un acto promocional en Santiago de Chile en el año 2009.
El extenista estadounidense André Agassi, durante un acto promocional en Santiago de Chile en el año 2009.
EFE
El extenista estadounidense André Agassi, durante un acto promocional en Santiago de Chile en el año 2009.

Muchos famosos tienen un pasado oscuro que no desean desvelar al mundo, pero existen algunos que deciden contar públicamente sus peores momentos. Este es el caso del tenista André Agassi que ha armado de valor y ha escrito una autobiografía donde cuenta toda la mentira que vivió desde su infancia.

El 1 de septiembre llegará a nuestro país Open: Mi Historia, un libro en el que el Agassi más profundo desvela la auténtica pesadilla que vivió desde niño. Su padre, un exboxeador iraní, le inculcó desde pequeño que debía ser una estrella del tenis mundial. Siendo un niño entrenaba los siete días de la semana, de ahí viene ese odio manifiesto por el tenis: "Juego al tenis para ganarme la vida, aunque lo odio, lo detesto con una oscura y secreta pasión. Siempre lo he detestado".

Pero ese no fue uno de los momentos más tristes de su infancia. A los siete años, su padre le obliga a tomar analgésicos con cafeína; más tarde en plena adolescencia comenzó el consumo de anfetaminas y ya de adulto comenzó el consumo de drogas por pura diversión. "Además del subidón que me da colocarme, obtengo una satisfacción clara en el hecho de perjudicarme a mí mismo y de acortar mi carrera", confiesa en las páginas de su libro.

Años de mentiras

Años de mentira dentro de las pistas en las que utilizaba peluca para esconder su calvicie: "En una final de Roland Garros me puse a rezar. No era por la victoria, sino para que no se me cayera la peluca", confesaba. Su éxito en las pistas llegó después de que con 27 años tocase fondo. Se levantó y decidió rencauzar su vida para siempre.

A pesar de haber tenido un matrimonio fallido con la actriz Brooke Shields, encontró la estabilidad con la también tenista Steffi Graf. Él se enamoró nada más verla en televisión pero tardó un año en conquistarla. Volvió a ser número uno del mundo y se reconcilió con sigo mismo. En 2006 tuvo que abandonar para siempre las pistas.

Ahora vive una etapa completamente nueva, alejada de la oscuridad de su infancia y centrado en su faceta como padre de sus pequeños Jaden Gil, 12 años, y Jaz Elle, de 10 años.

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