111 candidatos pelearán por cada una de las 254 plazas que la Policía Nacional ofrece este año para entrar en el cuerpo. En total, 28.363 opositores que deberán pasar unas pruebas físicas, un programa de 29 temas, exámenes ortográficos y psicotécnicos, y una prueba de idiomas que es voluntaria. La Policía Nacional se ha vuelto a poner de moda. Así lo revelan los datos que maneja la División de Formación sobre las oposiciones a la escala básica; tras varios años en los que el número de candidatos ha ido bajando paulinamente, la tendencia ha cambiado en los años 2013 y 2014, con incrementos en el número de aspirantes (ver tabla). ¿Los motivos? La crisis, que sigue; un "resurgir" de las vocaciones; y el principal, que en 2015 se espera una gran convocatoria de más de 1.000 plazas, la primera gran oposición en cinco años.

En 2009 se batieron todos los récord. La crisis empezaba a golpear con fuerza y el Gobierno ya anunciaba que la oferta futura de empleo público se iba a reducir considerablemente. Por eso muchos ciudadanos se apuntaron a la que iba a ser, en mucho tiempo, la última gran oferta de empleo en la escala básica de la Policía: 1.949 plazas. Se presentaron más de 58.000 personas, una media de 29 candidatos por plaza. En 2010, 2011 y 2012 la oferta de plazas decreció efectivamente mucho, lo que en cierta medida hizo que mucha gente desistiera de presentarse porque era muy difícil estar entre los elegidos. "Eran oposiciones menos accesibles", señalan desde la Policía Nacional. En 2011, por ejemplo, solo hubo 153 plazas para 36.000 candidatos, 237 aspirantes por plaza. En 2012, con otras 153 plazas ofertadas, las expectativas se deshincharon bastante y los candidatos bajaron a 23.000, 35.000 menos que los que se habían presentado en 2009.

No obstante, a pesar de que en 2013 y 2014 también se han ofertado pocas plazas, 140 y 254 respectivamente, se ha notado un cierto repunte en el número de candidatos. ¿Por qué? Hay varias razones. Para Javier Estévez, portavoz del sindicato SUP, la principal es que "las academias que forman a los candidatos están pregonando que en breve se va a incrementar de nuevo la oferta de empleo público, y que los que ahora se preparen tendrán mucho avanzado cuando salgan esas convocatorias más grandes". De hecho, está previsto que la Policía Nacional vuelva a ofertar en 2015 alrededor de 1.000 plazas para la escala básica, incluso se habla de 1.200, tras varios años en los que no se ha pasado de 300 plazas por ejercicio.

En estos años de crisis, el Gobierno solo ha repuesto el 10% de las bajas. Es decir, de cada 100 policías que se han retirado o jubilado, se han sustituido 10. El objetivo es llegar a 50. Y eso que solo se reponen los agentes que se jubilan o se dan de baja del cuerpo (por enfermedad, por ejemplo), pero no los policías que entran en segunda actividad, que dejan de estar operativos. Un opositor que se lo toma en serio, se prepara bien físicamente, y estudia varias horas al día, como si fuera un trabajo, puede estar listo en un año. Si por ejemplo se ha presentado en 2014, pero no aprueba porque solo hay 254 plazas, tiene ya mucho adelantado para una hipotética convocatoria de 1.000 plazas en 2015. "El incremento de 2014 se ha producido sobre todo por esa expectativa de futuras grandes convocatorias", señalan los sindicatos policiales, que esperan que en 2015 el número de opositores vuelva a crecer.

Hay otras razones. La crisis sigue, "y la Policía Nacional es una profesión atractiva, con una oposición sin grandes requisitos, es una salida laboral importante. Nosotros sí hemos notado un repunte de alumnos y de gente que se ha interesado por esta oposición en este año 2014", explica un portavoz de las academias Master-D. Para otro sindicato policial, la CEP, hay una tercera causa que ha motivado este repunte. La Policía Nacional es una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos, según el CIS, "y hemos vivido en los últimos meses un ataque mediático al cuerpo, motivado por sus actuaciones en polémicas manifestaciones, que ha provocado que mucha gente se haya posicionado a favor de la Policía, y se haya incrementado la vertiente vocacional", señala un portavoz de la CEP.

Los requisitos para presentarse a la Policía Nacional son: ser español, tener como mínimo 18 años, una estatura mínima de 1,65 metros los hombres y de 1,60 para las mujeres, no haber sido condenado por delito doloso ni hallarse inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas, y tener el permiso de conducción de la clase B. En cuanto a los estudios, vale con el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. La titulación exigida va a cambiar seguramente el año que viene, ya que se va a exigir un grado más, el Bachillerato. "La oposición en sí no es difícil, lo que la hace difícil es el elevado número de candidatos para tan pocas plazas. Por eso hay que estar muy bien preparado. Esa es la clave. Cada vez viene gente mejor formada", explica Juan Luis Talavera, de la academia Acopol, con sede en Ávila, donde está la escuela policial que forma a los futuros agentes.

En junio de 2011, el Tribunal Supremo declaró nulo el límite de edad de 30 años para ingresar en la Policía Nacional, amparando así a un ciudadano, un abogado, que lo había impugnado por considerarlo discriminatorio. Desde entonces, cualquier ciudadano español que cumpla los requisitos de acceso, tenga la edad que tenga, puede presentarse a las pruebas. "El grueso de alumnos sigue siendo gente joven, de 20, 21, 22 años, pero ya hay un porcentaje importante de alumnos de más de 30 años, incluso del tramo de 35 a 40", señalan en Master-D. "Es cierto que hay gente de más de 30 años, pero las pruebas físicas son importantes. Es un disparate presentarse con una edad elevada. Y yo he conocido un alumno que se quiso presentar con 50", explica Talavera, de Acopol, que también señala que las mujeres aún son muy pocas entre los aspirantes a la escala básica. A día de hoy, recuerda el CEP, solo el 11% de la plantilla policial es femenina, con 8.800 agentes.

Desde el SUP, que cuenta con un departamento de formación, explican que hay dos grandes grupos de opositores: "gente muy joven, que en vez de ir a la universidad se prepara la oposición a la Policía con cierta calma, como si fuera una carrera de fondo que dura varios años; y otro grupo de opositores más mayores, con buena formación académica, que quieren sacarla cuanto antes, lo que supone mucho estudio y mucho sacrificio. Es cierto que es más fácil para gente sin cargas familiares y que no compatibilizan el estudio de la oposición con un trabajo". En cuanto a los precios de las clases, oscilan entre los 80 y los 120 euros al mes.

En cuanto a la eliminación del límite de edad, el SUP explica que ha permitido que muchas personas puedan repetir oposiciones que hace años no aprobaron. El sindicato pone el ejemplo de un administrativo de 41 años que trabaja para la Policía Científica, un civil que ya se presentó en el pasado y suspendió, pero que tiene una gran vocación y se está preparando físicamente para volver a presentarse. Actualmente, el catálogo de puestos de trabajo de la Policía Nacional habla de 77.010 efectivos (puestos de trabajo catalogados a junio de 2014), aunque realmente hay 68.728 puestos cubiertos (el 89% del catálogo). Estos 68.728 agentes son un 5,3% menos que en 2011.