Un programa de digitalización de archivos en peligro 'salva' cuatro millones de objetos de 80 países

  • Un programa de la Biblioteca Británica cumple una década rescatando patrimonio documental de la humanidad abandonado, en peligro o deteriorado.
  • Entre los objetos digitalizados están 4.000 manuscritos, entre ellos muchas copias del Corán, de la mezquita de Djenné (Malí), amenazada por Al Qaeda del Magreb.
  • Manuscritos medievales del siglo XII, diarios palestinos de una biblioteca de Jerusalén, inscripciones de las montañas de Libia, libros budistas de Bután...
Foto de manuscritos de la Gran Mezquita de Djenné, en Malí
Foto de manuscritos de la Gran Mezquita de Djenné, en Malí
British Library - Endangered Archives Programme
Foto de manuscritos de la Gran Mezquita de Djenné, en Malí

La Gran Mezquita de Djenné es el mayor edificio sagrado del mundo construido con barro y uno de los tesoros arquitectónicos de la humanidad —patrimonio de la Unesco desde 1988—. Está en el delta interior del río Níger, en Malí, en una zona desértica y peligrosa donde se ha registrado una creciente actividad de los grupos relacionados con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

La biblioteca anexa a la mezquita tiene una colección de al menos 10.000 manuscritos de enorme valor de entre los siglos XI y XIX, entre ellos muchas copias caligrafiadas a mano del Corán, pero también tratados médicos, científicos, legales y una espléndida colección de libros de magia, algunos considerados heréticos por sectores musulmanes extremistas. Tamañan riqueza no es rara: Djenné y la localidad hermana de Tombuctú —unos 300 kilómetros al norte— fueron enérgicos centros comerciales y de encuentro cultural entre el occidente africano y su periferia. Los yihadistas destruyeron en 2013 en una incursión algunos manuscritos en la biblioteca de la segunda ciudad.

Se guardan por triplicado

El estado de los fondos de la biblioteca era hasta hace unos años "muy delicado" y estaba en parte en estado muy precario por falta de atención y de cuidados. Buena parte del material está ahora a salvo en copias digitalizadas a altísima resolución. Mientras los trabajos prosiguen, una cantidad de al menos 4.000 manuscritos que suman unas 200.000 páginas se guardan ya por triplicado: en los discos duros de la mezquita, en una dependencia administrativa de Bamako, la capital del país, y en la sede de la Biblioteca Británica, en Londres.

La historia es más o menos la misma —necesidad de intervención inmediata para salvar mediante la digitalización el patrimonio en peligro— para las colecciones completas —6.699 ejemplares y casi 54.000 páginas— de 13 diarios y 11 revistas palestinos de entre 1900 y 1950 de la Mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén; las centenares de inscripciones y pinturas del periodo Holoceno encontradas en zonas rocosas de las montañas de Fazzan, al suroeste de Libia; los documentos ablandados por la humedad y comidos por los insectos en Mizoram, al noreste de la India, o los libros budistas del remoto monasterio de Gangtey, en el reino himaláyico de Bután...

El material, en línea

En los diez años en acción que cumple ahora, el Endangered Archives Programme (Programa de Archivos en Peligro) de la British Library ha digitalizado unos cuatro millones de manuscritos abandonados, deteriorados o en serio peligro de destrucción en 80 países de todos los continentes. La mayor parte de las imágenes pueden encontrarse en la página web del programa, financiado por la fundación sin ánimo de lucro Arcadia, dedicada a la protección, conservación y acceso abierto al patrimonio mundial.

Para celebrar el aniversario se publica el libro From Dust to Digital: Ten Years of the Endangered Archives Programme (Del polvo a la digitalización: diez años del Programa de Archivos en Peligro), que edita Open Book Publishers. La obra, que pormenoriza con un detalle riguroso 19 de los proyectos de digitalización, puede leerse al completo en línea [versión Flash, versión HTML].

Periodo premoderno

El programa de digitalización contempla que el material de archivo original no abandonará el país de origen y serán los técnicos de la biblioteca pública inglesa quienes se desplacen al lugar, donde forman a técnicos locales y proporcionan los escáneres —hay posibilidad de solicitar subvenciones—. Las condiciones establecen que el material de archivo —en un sentido amplio: desde manuscritos a libros o fotografías— pertenezca a un período premoderno de la historia de una sociedad —no existe una definición preceptiva, "pero típicamente puede significar, por ejemplo, cualquier período anterior a la industrialización"— y que se encuentre en países donde los recursos y las oportunidades para preservarlo no existan o sean limitados.

La biblioteca inglesa, que no acepta archivos administrativos u oficiales en el programa —debe tratarse de material cultural o de interés social, religioso  o etnográfico— pide que una de las copias digitales pase a formar parte de sus fondos, aunque, de existir derechos de autoría o propiedad intelectual, no los discute y el copyright permanecerá en manos del titular.

"En un momento en que las guerras y las emergencias civiles con demasiada frecuencia ponen archivos y colecciones documentales en riesgo, nuestro trabajo para apoyar a los compañeros de otras instituciones en todo el mundo durante y después de los conflictos es más urgente que nunca", dice en unas declaraciones sobre el décimo aniversario del programa Roly Keating, director ejecutivo de la British Library.

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