Las demandas de disolución matrimonial iniciadas en 2014 aumentaron un 6,9% con respecto a 2013, al pasar de 124.797 a 133.441 (sin contar las nulidades), y crecieron especialmente las demandas de divorcio —un 7,2%—, según los últimos datos proporcionados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Las demandas de disolución matrimonial llegan a su cifra más alta desde el año 2008, además de su mayor subida durante los años de crisis. Desde 2008 la tendencia de las disoluciones había ido a la baja, con ligeros repuntes en 2010 y 2012, pero ninguno comparable al que ha sufrido en el 2014. En 2007, las demandas de disolución sumaban 141.280 para bajar a 131.064 un año después. En 2009 continuó esa bajada hasta llegar a los 124.594, cifra que repuntó levemente en 2010 (hasta los 127.6892). Ese movimiento oscilante se mantendría en los años siguientes (2011: 124.702; 2012: 127.160; 2013: 124.975) hasta el fuerte repunte del año 2014.

Durante 2014 aumentaron también las demandas de separación —un 2,6%— al pasar de 6.862 en 2013 a 7.041 durante el pasado año, y se registraron 202 nulidades matrimoniales, 24 más que durante 2013.

Así, la media nacional de demandas de disolución matrimonial fue de 2,9 por cada mil habitantes durante el pasado año, según los últimos datos del CGPJ, que sitúan por encima de esta media a Canarias —3,3—, Comunidad Valenciana —3,2—, Cataluña —3,1—, Andalucía, Asturias y Baleares —3—.

En el otro extremo, la cifra la cifra más baja se da en Castilla y León —2,2—, seguida por Extremadura, Navarra, País Vasco y La Rioja —2,3—.

Las demandas de divorcio fueron las que registraron un mayor incremento, al pasar de las 117.935 de 2013 a las 126.400 del año pasado. La mayoría de los divorcios —75.795— fueron de mutuo acuerdo, un 7,8% más que en 2013, mientras que los no consensuados —50.605— aumentaron un 6,3% respecto al año anterior.

Canarias fue la única comunidad autónoma que no experimentó un aumento de las demandas de divorcio de mutuo acuerdo. Los no consensuados se incrementaron en todos los territorios, salvo en Canarias, Cantabria y Extremadura.

En cuanto a las demandas de separación, —7.041 durante 2014— también la mayoría de ellas se realizaron de mutuo acuerdo —4.802— lo que supone un 3,7% más que en 2013, mientras que las contenciosas -2.239- aumentaron un 0,4%.

Las separaciones de mutuo acuerdo subieron en nueve comunidades y bajaron en Aragón, Canarias, Cataluña, Extremadura, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja. En el caso de las separaciones contenciosas, aumentaron en diez autonomías y disminuyeron en Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Navarra y País Vasco.

Como recuerda el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la separación supone la suspensión de la obligación de convivencia, reconocida legalmente, mientras que el divorcio conlleva la disolución del vínculo matrimonial, por lo que las y los cónyuges divorciados pueden contraer nuevo matrimonio civil.

Los abogados expertos en asuntos de familia consideran que el incremento de las demandas de divorcio en 2014 equivale a la suma de las rupturas que se frenaron en los peores años de la crisis por motivos económicos. Ahora estarían pidiendo el divorcio parejas que convivían por pura conveniencia económica, pero cuya situación vital no se puede prolongar por más tiempo.

Así, la abogada y exjueza, Beatriz Rodríguez, en declaraciones a 20minutos entiende que "las parejas se han decidido dar el paso que no se atrevían a dar por la crisis, porque el que se iba de casa tenía que pagar otra vivienda o la pensión. Y si era un divorcio contencioso, además las dos partes debían afrontar los gastos del abogado, el procurador... Es un problema latente que ha saltado ahora, pero las relaciones personales ya estaban tocadas desde hace años", dice esta letrada, reflexionando sobre lo que ella ve en su despacho.

“Ha habido un par de años en los que las demandas de divorcio o separación se habían mantenido. Las familias decidían convivir porque economicamente era lo más factible. Ahora, se haya salido o no de la crisis, puede que las parejas hayan tocado suelo emocionalmente y vean la ruptura como inevitable”, añade Rodríguez.

Sobre el hecho de que crezcan más los divorcios de mutuo acuerdo, un 7, 8%, que los contenciosos, un 6,3%, Rodríguez opina que “si ambos miembros de la pareja tienen abogados con sentido común y coherentes se busca el mutuo acuerdo, porque ambos ceden, cierran el procedimiento antes y el gasto emocional y económico es menor”.

Los procedimientos de modificación de medidas en procesos de separación o divorcio, así como los relacionados con la guardia, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales, experimentaron importantes incrementos en 2014 debido —según señala el CGPJ— a los efectos de la crisis económica.

Así, el año pasado se iniciaron 9.109 procedimientos de modificación de medidas consensuadas —un 14,7 por ciento más que en 2013- y 33.183 procedimientos de modificación de medidas no consensuadas —un 8,8 por ciento más que el año anterior—.

En cuanto a los procedimientos relacionados con la guardia, custodia y alimentación de hijos no matrimoniales, en 2014 se iniciaron 16.497 consensuados —lo que representa un incremento del 16,1% y 2,7 veces más que en 2008— y 28.103 no consensuados —un 11,6% más que en 2013 y el doble de los exitentes en 2008—.

El presidente de la Asociación Española de Abogados de Familia, Gonzalo Pueyo, explica el boom de los litigios por la guarda y custodia de hijos no matrimoniales —que han pasado de 18.211 en 2007 a 44.600 en 2014— en la pérdida de valor de la institución del matrimonio. “Hay muchas menos bodas y muchas parejas que tienen hijos fuera del matrimonio”. La abogada Rodríguez añade que a las parejas que tienen hijos sin casarse hay que sumar “las de los divorciados que forman una nueva pareja con la que ya no contraen matrimonio, pero sí tienen descendencia”.

Pueyo también cree que el cambio de criterio del Tribunal Supremo con la custodia compartida, que deja de ser concebida como una circunstancia excepcional, también ha impulsado el número de demandas de divorcio.