Reemplazar bosque tropical por aceite de palma, cacao o caucho aumenta las emisiones de CO2

  • Un estudio internacional realizado en Indonesia, Camerún y Perú ha medido el impacto de las plantaciones de aceite de palma, cacao o caucho en la atmósfera.
  • La deforestación y la sustitución por plantaciones agroforestales puede contribuir a una pérdida de hasta el 50% de las reservas de carbono orgánico en el suelo.
  • Desde 1990, las plantaciones de aceite de palma, se han multiplicado por tres en todo el mundo llegando a los 16 millones de hectáreas.
Frutos de cacao antes de ser procesados en la comunidad de Saladito en el Caribe hondureño.
Frutos de cacao antes de ser procesados en la comunidad de Saladito en el Caribe hondureño.
EFE
Frutos de cacao antes de ser procesados en la comunidad de Saladito en el Caribe hondureño.

Un estudio internacional recomendó este lunes revisar los estándares que miden el impacto de la rápida expansión de plantaciones de aceite de palma, cacao o caucho en las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

El estudio, publicado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y realizado por investigadores alemanes, cameruneses, peruanos y británicos, demuestra que la deforestación y la sustitución por plantaciones agroforestales afecta en la cantidad de carbono que el suelo tropical puede almacenar.

"La deforestación y la sustitución por plantaciones de árboles por dinero, como en el caso de los agrobosques de aceite de palma, caucho y cacao, dan como resultado fuertes reducciones en reservas de carbono orgánico en el suelo", explica el estudio.

Como resultado, gran parte de este carbono que se pierde se traduce en mayores emisiones de dióxido de carbono o se filtra a sustratos inferiores que reduce la riqueza mineral de los suelos.

Los científicos han determinado que reemplazar bosque tropical por explotaciones arbóreas puede contribuir a una pérdida de hasta el 50 % de las reservas de carbono orgánico en el suelo,  el 30% del cual está almacenado en zonas tropicales húmedas.

Indonesia y Malasia, principales proveedores de aceite de palma

En las últimas dos décadas países como Indonesia y Malasia, de donde proviene el 85 % de todo el aceite de palma mundial, han sido testigos de la deforestación de millones de hectáreas de selva para convertirlas en plantaciones, con el consiguiente impacto en biodiversidad y poblaciones indígenas.

Desde la década de 1990, las extensiones de aceite de palma se han multiplicado casi por tres en todo el mundo hasta los 16 millones de hectáreas; las de cacao han aumentado un 166 %, hasta 9,5 millones de hectáreas, y las de caucho en un 143 %, hasta los 9,4 millones de hectáreas.

Según el estudio, realizado en plantaciones de Indonesia, Camerún y Perú, los científicos piden revisar las estimaciones de impacto de este tipo de agricultura en las guías del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Los informes de evaluación del IPCC son clave en las negociaciones internacionales sobre medio ambiente, entre ellas la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se celebrará este año en París.

El informe recomienda abandonar las estimaciones que sostienen que esos agrobosques no suponen pérdida de carbono en suelo, para que reflejen un mayor impacto de la explotación de aceite de palma, cacao y caucho.

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