En verano, la presencia en casa de algunos bichitos es especialmente notable. Hormigas, cucarachas, moscas y en el baño esos que llamamos "pececillos de plata". Su nombre científico es Lepisma saccharina. Son de color gris plateado, miden 12mm de largo, son alargados y tienen unas largas antenas. Los adultos viven de 1 año a 3 años.

Estos "pececillos" se alimentan de casi toda la materia orgánica que encuentran a su paso, en especial del almidón, del azúcar, de restos de tejidos, de la celulosa del papel e incluso de restos de piel humana. Son totalmente inofensivos, no producen picaduras y son tan rápidos corriendo como reproduciéndose.

Como explican los expertos de la empresa de plagas Rentokil, su hábitat ideal es la humedad y no les gusta la luz. Por eso es normal verlos en cuartos de baño. Acostumbran a salir cuando movemos muebles. También es habitual verlos en los zócalos del suelo, los marcos de las puertas , porque se alimentan de silicona.

Cómo evitar los "pececillos de plata"

Hay una serie de pautas que nos pueden servir para reducir el número de lepismas, pero nunca eliminarlos; siempre habrá aunque no los veamos.

Acabar pues con los pececillos de plata es harto difícil. Los expertos recomiendan rociarlos con alcohol etílico y hacerlo también en el nido, si somos capaces de encontrarlo (estará siempre en lugar oscuro y húmedo).

En todo caso, un pesticida químico (diluido en agua) repartido por los rincones de la casa (especialmente detrás de los sanitarios del baño y bajo la madera) puede acabar con casi todos. También puede valer el ácido bórico, un polvo blanco (inofensivo para las personas) que esparciremos por esquinas, rincones y grietas. Pasados unos días, y de modo preventivo, podemos colocar bolsas con un desecante (del tipo silica gel). Absorberá la humedad creando un hábitat que evitarán los lepismas.