El Gobierno vende optimismo antes del 20-D: ningún organismo económico iguala sus augurios

Las previsiones de los principales organismo económicos
Las previsiones de los principales organismo económicos
CARLOS GÁMEZ KINDELÁN
Las previsiones de los principales organismo económicos

El discurso del Gobierno de cara a las elecciones del 20 de diciembre es claro. España crece y un cambio de timón dificultará la recuperación. Este martes fue el turno del director de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, que aseguró en un desayuno informativo que "el crecimiento en España está "claramente instalado" por encima del 3% y que "la próxima legislatura verá el ciclo más largo de crecimiento de la historia".

El Ejecutivo pone sus cifras sobre la mesa: el PIB de España avanzará el 3,3% en 2015 y un 3,0% en 2016, mientras que el déficit cumplirá los límites pactados con Bruselas para cerrar el año que viene con un desajuste inferior al 3%. El problema para el Ejecutivo es que esas cifras solo las manejan ellos. Ni el FMI (en octubre), ni la Comisión Europea (la semana pasada), ni la OCDE (el lunes), ni los servicios de estudios económicos más prestigiosos como el del BBVA, Banco de España o Funcas, se creen las previsiones de Rajoy. De hecho son mucho más pesimistas.

Este martes ha sido el servicio de estudios del BBVA el último en echar un jarro de agua fría sobre el optimismo del Gobierno con la economía, una de las principales bazas que el Partido Popular maneja de cara a las elecciones generales de diciembre. La entidad bancaria calcula un alza del 0,7% en el PIB del último trimestre del año, es decir, la segunda desaceleración consecutiva tras la registrada de julio a septiembre y el fin de diez trimestres de remontada ininterrumpida.

"Esas previsiones del Gobierno para el conjunto del año se hicieron en primavera", explica a 20minutos Julián Pérez, director general adjunto de Ceprede, el centro de predicciones económicas vinculado a la Universidad Autónoma de Madrid. "En aquel momento había otras perspectivas sobre cómo iba a evolucionar la economía española. Ahora, revisarlas en período electoral no es lo más adecuado para los intereses del Gobierno; si puedes ahorrarte hacerlo, te lo ahorras", apunta Pérez.

Ceprede también está revisando estos días sus previsiones económicas y las presentará a finales de este mes. Hasta el momento había sido la institución más pesimista con un 2,9% de crecimiento estimado en 2015 y un 2,3% para 2016. Su próximo recálculo subirá estos porcentajes al 3,1% y 2,4%, respectivamente. "Dos factores beneficiosos para España como la bajada del precio del petróleo y la depreciación del euro se han prolongado más de lo que estimábamos", explica Julián Pérez para justificar la revisión al alza para 2015, compartida por todos los organismos.

En 2016, sin embargo, los cálculos del Gobierno son mucho mejores que el resto. Solo Funcas (con un 2,8%) se acerca al 3% de crecimiento del PIB previsto por el Ejecutivo español. El resto tira a la baja. En el caso del FMI, hasta medio punto. "El próximo año no veremos un desplome del 40% del precio del barril, como este año, ni el euro se depreciará por debajo de los 1,10 dólares, esos factores no volverán a repetirse", argumentan desde Ceprede para explicar por qué son menos expléndidos que el Gobierno.

El desfase en las previsiones de crecimiento del PIB se replica también con las cifras de déficit público, especialmente en 2016 el Gobierno prevé cerrar el próximo año con un déficit del 2,8%, pero el resto de insituciones coinciden en una desviación media de hasta seis décimas. Funcas llega a calcular un desfase de hasta 1,4 puntos, que traducido en dinero significa un ajuste de 14.000 millones de euros.

"El pescado ya está vendido este año, el problema vendrá en 2016"

Poco que hacer ya con las cuentas de 2015. No hay margen para realizar más ajustes porque casi todo el gasto está ejecutado. El problema vendrá el año que viene. El descuadre que se produzca en este ejercicio quedará pendiente de enjugar por el Gobierno que salga de las urnas. El Ejecutivo defiende que el crecimiento aumentará los ingresos. Acompañado además por una subida de precios, se devolvería antes la deuda y se llegaría al 3% de déficit comprometido con Bruselas. Pero es que la previsión de crecimiento del Gobierno no la maneja nadie. Y no está claro que la inflación vaya a repuntar desde las tasas negativas actuales.

¿Y cómo se corregirá el desfase, si se produjese? "Solo con mayor inflación y mayor crecimiento no se va a cubrir, no es suficiente", advierten desde Cepredem, que vislumbra un déficit del -4,9% en el cierre de este año (siete décimas más que la previsión del Gobierno) y del -3,6% en 2016 (ocho décimas más). La semana pasada fueron los técnicos de Hacienda de Gestha quienes alertaron a este medio de que en 2016 habría "recortes más profundos y subidas de impuestos". Ceprede se suma a la idea: "Habrá recortes, especialmente en el gasto en la inversión pública", comenta Julián Pérez.

Y si se esperan más recortes de gasto, la segunda parte de la ecuación son los ingresos. El director de la Oficina Económica de Rajoy, Álvaro Nadal, aseguraba este martes que la rebaja de impuestos planteada por el PP en su programa (una reducción del tipo máximo del IRPF hasta el 43%) es un "escenario realista". También Ciudadanos adelanta que su programa fiscal incluye una rebaja similar en el tipo marginal máximo.

Pero en Ceprede disienten de ambos. "Solo puedes bajar así el IPRF si asumes que vas a disparar el déficit", comenta Julián Pérez, que solo lo vería viable si a la vez se fijasen impuestos a rentas no salariales, como los excedentes y rentas financieras. "Y es difícil que lo haga el Gobierno actual porque no es su discurso habitual... aunque también tomaron anteriormente medidas que no formaban parte de su discurso".

China, Grecia... y Cataluña

Los riesgos futuros que estima Ceprede son similares a los que maneja el BBVA: la situación de los países emergentes, de China y hasta el retorno de Grecia como origen de conflicto tras el retraso surgido en el pago del tercer rescate por la negativa de Tsipras a adoptar algunas de las medidas exigidas por el Eurogrupo.

"Y por supuesto el Catalexit", advierte Pérez que cita el inicio del proceso independentista como un territorio de incertidumbre que puede afectar a la economía española. "Cataluña es el factor de riesgo más importante, la incertidumbre para el inversor hace crecer la prima de riesgo, y esos mayores intereses por nuestra deuda descuadrarán las cuentas", comenta el director adjunto de Ceprede.

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