El miedo de los padres deja a las farmacias sin vacuna contra la meningitis y con listas de espera

Las farmacias se han quedado sin vacunas contra la meningitis bacteriana. Como consecuencia, las listas de espera para el suministro son muy largas y los padres que desean vacunar a sus hijos no pueden.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) junto con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad autorizó, desde el pasado 1 de octubre, la comercialización en farmacias de la vacuna contra el Meningococo B que hasta ahora se dispensaba únicamente de manera hospitalaria y, poco más de dos meses después, el stock farmacéutico se ha agotado.

El precio de cada vacuna ronda los 115 euros y necesitan inyectarse hasta en tres dosis más una de recuerdo, según la edad del paciente. Además, la primera vacuna no se puede inyectar sin que el paciente tenga en su posesión todos los suministros que necesite.

Los abastecimientos de Bexsero —nombre de la vacuna— no están presentes en el calendario de vacunaciones anual nacional como una "obligación" para los padres, tal y como informan desde el ministerio y además afirman que "no está previsto incluirla por el momento". Sin embargo, desde la Asociación Española de Pediatría recomiendan el suministro de las dosis necesarias para prevenir la enfermedad y esto ha hecho que los padres acudan en masa a las farmacias".

Hay unas 2.800 farmacias en Madrid y las listas de espera en la mayoría son numerosas, sobre todo en las zonas residenciales. No es posible hacer una cuantificación de los afectados en general pero, hasta 30 personas estan pendientes de la dosis en algunos establecimientos del centro de Madrid (Moncloa). En otro local situado en la almendra central, un total de doce familias están esperando para conseguir el medicamento y aunque la crispación se hace notar "no tienen otro remedio que conformarse", afirman.

Más a las afueras, en la calle San Vicente de Alcobendas, una farmacéutica declara tener "anotadas en lista de espera unas diez personas" y añade que "la semana pasada, por ejemplo, llegó una dosis, y así en cuentagotas. Nadie entiende cómo puede haber tal desabastecimiento por mucho que les explicamos los motivos".

Sin embargo, en otras farmacias las colas son menores e incluso nulas. En uno de los establecimientos de Gran vía, sólo espera una persona por tres vacunas y en la Avenida Ramón y Cajal la lista de espera es inexistente, a pesar de que tampoco tienen dosis alguna de la medicación en el almacén.

La companía farmacéutica y fabricante del Bexsero, Gsk Glasosmithkline, se ha llevado una sorpresa al ver que los suministros se han agotado: "El suministro inicial se ha cumplido tal y como estaba previsto, sin embargo, la fuerte e inesperada demanda generada sobre las estimaciones realizadas, tanto en España como a nivel mundial, ha motivado la necesidad de hacer una distribución controlada de las dosis disponibles en el canal de distribución".

De todos modos, tanto desde el Ministerio de Sanidad como desde la empresa fabricante, aseguran que las dosis hospitalarias están a disposición de todo aquel que tenga un riesgo considerado de infección —personas con déficit de complemento, asplenia o disfunción esplénica grave o personal de laboratorio entre otros— y se le suministrará la vacuna en el centro de salud si así lo determina el pediatra.

"En el caso de los hospitales que atienden a pacientes identificados por la autoridades sanitarias como población con mayor riesgo de sufrir una enfermedad meningocócica el suministro está garantizado, así como para la demanda adicional que se pudiera necesitar caso de surgir un eventual brote de la enfermedad en la población", explican los fabricantes en un comunicado.

El tiempo estimado de fabricación de Bexsero por parte de los fabricantes es de nueve meses porque "es un proceso complejo y largo", manifiestan.

Además, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid explican que "los temas de producción de vacunas no se resuelven dando a un botón. No basta con trabajar más para producir más porque no es un tema de voluntad, sino de cultivos que requieren su tiempo". Por este motivo, las dosis están llegando a las farmacias muy poco a poco.

"Nos han dicho que llegarían dentro de cuatro o cinco meses", declara una madre afectada que pidió la vacuna el mes pasado. Sin embargo, echando un vistazo al calendario y contabilizando los días que quedan para que finalice el proceso de fabricación, GSK declara que "el ajuste entre oferta y demanda se irá produciendo gradualmente a medida que se vaya incrementando el número de vacunas producidas, pudiendo concurrir en el segundo trimestre de 2016".

Del mismo modo, garantizan que "se priorizará a través de los mayoristas la puesta en el mercado de nuevas dosis de vacuna en función de las dosis previamente distribuidas. De esta forma se facilitará el cumplimiento de la pauta completa de vacunación en aquellos sujetos a los que ya se ha administrado alguna dosis previa".

Sin embargo, según informa El Confidencial, ya hay unos 100.000 niños que verán interrumpido el proceso, tal y como explica al diario David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría,que explica que “una vez puesta la primera dosis, lo ideal es poner la segunda, pero si no hay vacuna, no hay vacuna… las pautas no están puestas por gusto porque la primera dosis lo que da es una inmunidad para dos o tres meses”. De esta manera, los ya vacunados, perderán su protección a partir del mes de febrero.