Somos un país concienciado con el ahorro energético o al menos eso es lo que decimos. La encuesta de Fotocasa Situación de los suministros en los hogares españoles en 2015 nos muestra como ciudadanos que, desde nuestras casas, hacemos bastante por el medioambiente. Sin embargo, al entrar en detalle se observa que nuestro compromiso es más tibio de lo que aseguramos.

De la encuesta se desprende que nueve de cada diez españoles considera que realiza algún gesto para ahorrar energía en su hogar. Por ejemplo, el uso de bombillas de bajo consumo es el más habitual (95%). Podría decirse que el mérito no es tanto nuestro como de la legislación.

Sin embargo, los porcentajes van descendido según entramos en áreas que impliquen mayor compromiso personal. El 63% asegura limitar la temperatura de climatización de la vivienda y un 35% tiene instalado un termostato digital programable. Sin embargo, purgar los radiadores es algo que sólo cumple el 40% y sólo un 38% cierra las habitaciones en desuso (38%). Lo peor, con el agua: sólo un 27% ajusta el caudal del agua.

Aunque realizar algún pequeño gesto es muy habitual, tan sólo un 28% asegura disponer de equipos sostenibles para ahorrar energía. Los más habituales son un aire acondicionado con tecnología inverter (38%) y calderas eficientes (31%). A la hora de adquirir cualquier electrodoméstico, el 95% de los encuestados asegura que se fija en la etiqueta energética y, la categoría A++, es la más habitual en los hogares españoles (32%).

Pero en realidad no somos muy conscientes de nuestro esfuerzo, puesto que siete de cada diez confiesan no saber cuánto ahorran exactamente al mes en sus facturas gracias a estos equipos. Y sin embargo sí señalamos a otros: el 85% afirma que ni las empresas de suministros ni el Gobierno promueven suficientes consejos sobre la conservación energética.