La primavera, que comienza este domingo a las 5:30 horas, estará marcada por la lluvia de estrellas Eta Acuáridas y por un eclipse lunar, todo ello bajo la presencia de los planetas Venus, Marte, Saturno y Júpiter.

El equinoccio primaveral es la época en la que los días se alargan más rápidamente, casi tres minutos al día, y este año su duración será de 92 días y 18 horas, hasta el próximo 21 de junio fecha en la que comienza el verano, según cálculos facilitados por el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).

El día 23 de marzo habrá un eclipse penumbral de luna que sólo se podrá observar desde Asia, Australia, litoral del Pacífico y América, y la lluvia de estrellas más importante de la primavera, las Eta Acuáridas, alcanzarán su máximo apogeo el día 5 de mayo.

En cuanto a los planetas, el cielo matutino de la primavera estará dominado por Venus, Marte y Saturno, y será a mitad de la estación cuando Marte y Saturno pasen a ser visibles toda la noche; Júpiter será visible durante toda la estación al atardecer.

A partir del día 9 de mayo, Mercurio iniciará un tránsito por delante del Sol que será visible en su totalidad en el este de América, en el oeste de Europa, en el extremo más occidental de África y en toda España.

Desde el Observatorio de Astronomía han señalado que en Madrid el instante de máximo acercamiento de Mercurio al astro sol se producirá en torno a las 16:57 horas.

La primera luna llena de la primavera se dará el 23 de marzo y a ella le seguirán otras tres lunas llenas: el 22 de abril, 21 de mayo y 20 de junio.

En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas, más conocidas como constelaciones, se observarán a lo largo de la estación la Osa Menor, el Dragón, Cefeo y el León (Leo).

Durante esta estación se produce, como es habitual, el cambio de hora que suele coincidir con el último domingo de marzo. A las 2 de la madrugada hora peninsular se adelanta el reloj hasta las 3 de la madrugada, con lo que este día tendrá, oficialmente, una hora menos.

El inicio de las estaciones viene dado por los instantes en los que la Tierra se encuentra en determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol; en el caso de la primavera, esta posición es aquella en la que el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador en su movimiento hacia el norte.

Cuando esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden y, por eso, a esta circunstancia se la llama equinoccio de primavera; en ese instante en el hemisferio sur se inicia el otoño.

El inicio del equinoccio primaveral puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas; a lo largo del siglo XXI, comenzará entre los días 19 al 21 de marzo siendo el inicio más tempranero el del año 2096 y el más tardío el de 2003.

Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.