Investigan a militares franceses por forzar a niñas africanas a tener sexo con un perro

Imagen de archivo de niñas en una escuela en Mali.
Imagen de archivo de niñas en una escuela en Mali.
GTRES
Imagen de archivo de niñas en una escuela en Mali.

Un alto mando del Ejército francés desplegado en la República Centroafricana entre 2013 y 2015 dentro de las tropas de pacificación occidentales sería el responsable de varios casos de abusos sexuales perpetrados por militares de este contingente europeo contra niñas del país, y al que se suman también soldados de Burindi y Gabón.

Ante la gravedad del caso, la ONU hizo público ayer miércoles en Nueva York un comunicado en el que se hacía eco de las acusaciones, sostenidas por las propias víctimas y varias ONG que trabajan en la zona.

De hecho, la alta representante de Naciones Unidas en la zona, Diane Corner, se habría reunido ya con las denunciantes y con los responsables y jefes tribales para investigar la veracidad de las acusaciones y tomar las medidas oportunas contra los criminales.

En concreto, se investiga si al menos cuatro niñas (aunque no se descarta que el número de denuncias pueda empezar a crecer en los próximos días) fueron forzadas por los soldados a mantener relaciones sexuales.

Hasta ahí podría resultar casi una noticia más de los abusos contra la infancia y contra las mujeres que se registran a diario en decenas de escenarios bélicos por todo el planeta: Siria, Afganistán, Sierra Leona, Sudán o Yemen, entre otros.

Pero los detalles de estos abusos sexuales, a los que ha tenido acceso la ONG Aids Free World son especialmente espeluznantes.

La ONG eleva hasta 98 el número de casos de niñas que han sufrido este presunto abuso sexual, con el estigma social que eso supone para las niñas en estas comunidades ancestrales y marcadas por los prejuicios.

Entre esas víctimas, al menos tres de ellas (una cuarta está muerta) contaron a los relatores de la asociación humanitaria que fueron desnudadas, arratradas, atadas y obligadas a copular con un animal.

En concreto, los soldados obligaron a las menores a mantener relaciones sexuales con un perro mientras ellos disfrutaban del espectáculo, siempre según los testimonios a los que ha tenido acceso la ONG.

A cambio, las niñas recibieron 5.000 francos centroafricanos, o lo que es lo mismo, siete euros.

Una de las niñas (la cuarta víctima) falleció meses después de los hechos por una enfermedad desconocida.

El Alto Mando Militar francés y el ministro titular han preferido no hacer declaraciones respecto a las acusaciones a las que se enfrentan.

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