Las asombrosas acuarelas de mariposas y orugas tropicales de la alemana Maria Sibylla Merian

  • Pionera de la entomología moderna, en 1699 vendió todas sus posesiones para trasladarse a Surinam y entregarse al estudio y dibujo de los insectos.
  • Sus láminas, que causaron sensación en Europa, fueron olvidadas durante casi dos siglos. Sólo fue reconocida como importante naturalista en el XX.
  • Le fascinaba la metamorfosis de las orugas, en las que adivinaba la intervención divina para demostrar que la fealdad es un camino hacia la belleza.
La polilla de la uva dibujada por Maria Merian
La polilla de la uva dibujada por Maria Merian
Royal Collection Trust © Her Majesty Queen Elizabeth II 2016
La polilla de la uva dibujada por Maria Merian

Era una artista capaz de hacer de una acuarela de orugas a tamaño real una obra con carácter onírico, como de ensueño. Sin perder el realismo que perseguía con sus láminas —con las que se convirtió en la gran pionera de la entomología moderna—, Maria Sibylla Merian (1647-1717) introducía en una mirada característica que algunos relacionan con la condición femenina.

Autora de la tempranísima guía Metamorphosis insectorum Surinamensium (Metamorfosis de los insectos del Surinam), editada en 1705, se convirtió en un alabada figura de la ciencia y el arte en Europa y era considerada una de las mejores ilustradores de flora y fauna de su tiempo. Sin embargo, fue postergada y, quizá por ser mujer, olvidada durante casi dos siglos. El redescubrimiento no llegó hasta el siglo XX.

Pasión desde la adolescencia

La exposición Maria Merian's Butterflies (Las mariposas de Maria Merian) reúne medio centenar de acuarelas de la extraordinaria y valiente mujer que fue capaz, en 1699 y tras enviudar a los 52 años, de vender todas sus posesiones para viajar a Surinam, entonces colonia holandesa en Sudamérica, y entregarse a la pasión que cultivaba desde la adolescencia: la observación y el dibujo de insectos, sobre todo orugas y mariposas.

La muestra, desde el 15 de abril al 9 de octubre en la Galería de la Reina del Palacio de Buckinghman de Londres —las obras son propiedad de la muy bien surtida colección artística de la familia real británica—, permitirá comprobar por qué los dibujos de Merian tiene un halo de misterio y delicadeza que los convierte en únicos y muy apreciados tanto entre los científicos como entre los aficionados al arte. En la metamorfosis de las algo tenebrosas orugas en despampanantes mariposas adivinaba la intervención divina, al menos mediante el mensaje de que la fealdad es un camino hacia un tipo de belleza.

Empezó con gusanos de seda

Huérfana desde los tres años y criada por una familia alemana de importantes editores, Merian empezó a pintar insectos a los 13. "Empecé con los gusanos de seda de mi ciudad natal", escribió en sus diarios. "Después establecí que a partir de otras orugas se desarrollaban muchas de las bellas mariposas diurnas, como lo hacen los gusanos de seda. Esto me llevó a recoger todas las orugas que podía encontrar para observar su transformación".

Las láminas que se exponen en Buckinghman son versiones de lujo, parcialmente impresas y parcialmente pintadas a mano en papel vitela, que fueron compradas por el rey Jorge III, un gobernante conocido por sus gustos simples y amor por la naturaleza. Formaron parte de los cientos de acuarelas originales que Merian trajo del viaje a Surinam que emprendió con su hija menor para investigar las mariposas de la zona, una de las más ricas de los trópicos en ejemplares exóticos.

Dos meses para cruzar el Atlántico

Sin ningún tipo de financiación externa o mecenazgo —tuvo que vender casi todas sus propiedades para pagar la expedición—, Merian se convirtió en una de las primeros científicas en comprometerse con un campo de estudio que era casi inédito en la época. La pareja de intrépidas mujeres tardó dos mese en cruzar el Atlántico antes de establecerse en Paramaribo, la capital de la colonia holandesa. Desde allí culminaron muchas expediciones a las selvas húmedas para contemplar insectos y otros animales y plantas del natural y recoger muestras.

Merian describió con gran detalle los colores y los patrones de las criaturas que examinó y se comportó como una investigadora con método. En la lámina dedicada a la Plumeria rubra dice que la planta es "demasiado bella para ser descrita con palabras" y representa también en la acuarela los tres estados de la metamorfosis de un lepidóptero del género Hamadryas que, advierte, sólo puede ser apreciado con detalle mediante el uso de una lupa.

Tocando una oruga venenosa

En su residencia criaba y alimentaba a los insectos vivos que había recogido y estudiaba los hábitos de cada especie. Observó y anotó como las polillas de esfinge comían vorazmente, como si necesitasen aprovechar el tiempo, y se contraían al sentirse amenazadas, mientras que otros tipos de polillas gigantes se movían violentamente como defensa. En las notas del libro que publicaría al regresar a Europa incluso precisa que comprobó tocando al insecto el efecto del veneno de una oruga peluda blanca ("la mano se me hinchó dolorosamente").

Durante los cuatro años que pasó en Sudamérica, hizo también dibujos de lagartos, cocodrilos, serpientes y gran cantidad de flores, árboles y frutas: una de las muchas que encontró en Surinam fue la piña, que todavía era una novedad muy apreciada y muy poco común en Europa, donde las primeras se habían cultivado en un jardín botánico holandés en 1687.

Forzada al contraer la malaria a regresar a Ámsterdam, a donde regresó con centenares de cajas y recipientes con especies de animales exóticos que vendía a coleccionistas europeos para sacar algo de rédito a los costes del viaje.

Muy celebrada en vida

Aunque fue muy celebrada en los años que le quedaban de vida —murió en la capital holandesa tras sufrir un derrame cerebral en 1717—, la obra pionera de Merian fue progresivamente olvidada y sólo en el siglo XX volvió a ser considerada como una importante investigadora y una extraordinaria artista.

En 2013 Google recordó el nacimiento de la madre de la entomología con un doodle en el que fusionaba el logotipo de la empresa con una ilustración de plantas, un camaleón y varios insectos: una mariposa, una oruga, una crisálida, una avispa, hormigas y una mariposa.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento