Una mujer da a luz a dos niños concebidos en dos vaginas y dos úteros diferentes

  • Faye Wilkins, de 31 años, nació con dos conjuntos de órganos reproductivos.
  • Milagrosamente ha tenido dos hijos, Molly de siete años y George de dos, cada uno de ellos concebidos en vaginas separas.
  • Sufrió cinco abortos involuntarios antes de conseguir tener a su primer hijo.
  • Cuando era adolescente, "todas mis amigas habían comenzado sus períodos menstruales, pero yo solo sufría dolores de estómago".
Faye Wilkins, en el hospital tras el nacimiento de su hijo, George, en 2014.
Faye Wilkins, en el hospital tras el nacimiento de su hijo, George, en 2014.
Caters News Agency
Faye Wilkins, en el hospital tras el nacimiento de su hijo, George, en 2014.

Faye Wilkins, de 31 años, nació en Plymouth (Inglaterra) con dos conjuntos de órganos reproductivos: dos vaginas, dos úteros y dos cuellos uterinos.

A la mujer, cuando era adolescente le diagnosticaron una enfermedad rara llamada "útero didelfo" y los médicos le advirtieron de que sus posibilidades de ser madre eran mínimas. Sin embargo, Wilkins milagrosamente ha tenido dos hijos, Molly de siete años y George de dos, cada uno de ellos concebidos en vaginas separas.

Anteriormente había tenido seis abortos involuntarios y ahora ha contado su historia al periódico Daily mail para apoyar a otras mujeres que sufren la misma enfermedad.

Faye Wilkins declaró que: "Cuando tenía 14 años y me lo dijeron no lo podía creer: tenía dos vaginas, dos cuellos uterinos y dos úteros. Estaba en shock, ya que nunca había notado nada antes porque las diferencias sólo son internas".

e habían advertido que sería difícil quedarme embarazada  y después del primer aborto aprendí a no celebrar nada Las consecuencias comenzaron a llegar poco despúes. "Todas mis amigas habían comenzado sus períodos menstruales, pero yo solo sufría dolores de estómago y a medida que el dolor empeoró mi madre, Polly, me llevó al médicos pensando que tenía un quiste ovárico", declara y añade que "se me había formado un bulto pero nadie me quería escanear".

Al menos ocho meses más tarde y tras múltiples visitas al médico de cabecera, "mi útero se rompió cuando fui al baño, oí un estallido enorme y sabía que algo dentro de mí había explotado", manifestó.

"Estaba en agonía, había mucha sangre y fuimos al hospital donde los médicos me examinaron y finalmente me diagnosticaron la enfermedad. Mi condición había causado un bloqueo y mi sangre menstrual había construido un obstáculo de 12 cm de tamaño", recuerda.

Al cabo de dos meses se sometió a una operación para unificar ambas vaginas y evitar una nueva rotura en el útero y le advirtieron que después de lo que había sucedido sería muy difícil que pudiera quedarse embarazada. "Me habían advertido que después de mi diagnóstico sería difícil concebir debido a que mis órganos reproductivos son mucho más pequeños que los normales".

Sin embargo, tras haberlo conseguido se considera una "afortunada" porque "tengo a mis dos pequeños milagros y estoy muy contenta porque nacieron sanos".

Seis abortos involuntarios

Después de sufrir cinco abortos involuntarios, Wilkins se quitó de la cabeza la idea de la maternidad pero, finalmente, durante su sexto embarazo en 2008 logró superar la marca de las 12 semanas de gestación. Molly se engendró en la parte izquierda de su vagina.

Cinco años más tarde, después de otro aborto involuntario, tuvo a George, que desarrolló en la parte derecha.

Wilkins declaró que a diferencia de la mayoría de las madres, quedarse embarazada, para ella era en realidad "un momento difícil" y aprendió a ni siquiera celebrar la noticia. "Los médicos me habían advertido que sería difícil de concebir y después del primer aborto aprendí a no celebrar nada".

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