La dieta mediterránea reduce el riesgo de infarto en pacientes con problemas de corazón

  • Es la principal conclusión de un estudio publicado este lunes en la revista 'European Heart Journal'.
  • Para la realización de esta investigación se analizaron a 15.000 personas de 39 países de todo el mundo durante más de tres años y medio.
  • Por cada 100 personas que siguieron la dieta mediterránea hubo tres ataques menos al corazón o muertes, en comparación con 100 personas que no la siguieron.
  • Asimismo, la investigación sugiere que el consumo de alimentos propios de la dieta occidental, menos saludables, no aumenta el riesgo de ataques.
  • La dieta mediterránea con frutos secos y aceite de oliva logra revertir el síndrome metabólico.
Imagen de un plato de arroz y legumbres.
Imagen de un plato de arroz y legumbres.
GTRES
Imagen de un plato de arroz y legumbres.

Los beneficios para la salud de la dieta mediterránea son de sobra conocidos: ayuda a reducir el llamado colesterol 'malo', puede ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y también está relacionada con una mayor esperanza de vida. Un estudio publicado este lunes ha revelado además que el consumo diario de frutas, verduras, pescado y alimentos no procesados también puede reducir el riesgo de padecer un ataque al corazón u otro tipo de infartos en personas que ya padecen enfermedades cardiovasculares.

La investigación, publicada en la revista especializada European Heart Journal, analiza a 15.000 pacientes de 39 países de todo el mundo.

De acuerdo a esta investigación, por cada 100 personas que comieron en mayores proporciones alimentos propios de esta dieta saludable hubo tres ataques menos al corazón, apoplejías o muertes, en comparación con 100 personas que comieron una menor cantidad de alimentos saludables durante los más de tres años y medio de seguimiento a los participantes que fueron objeto de este estudio.

Los investigadores también descubrieron que el consumo de la denominada dieta occidental —que incluye alimentos fritos, carbohidratos refinados y bebidas azucaradas— no aumenta el riesgo de padecer un ataque, una conclusión que sugiere que comer mayores cantidades de alimentos saludables es más importante para las personas con enfermedades del corazón que evitar aquella alimentación poco saludable.

Metodología del estudio

En total, los investigadores preguntaron a 15.482 personas que padecían una enfermedad coronaria estable y de una edad media de 67 años, que completaron un cuestionario de estilo de vida al unirse al ensayo de 'STABILITY', que analizaba si un medicamento llamado darapladib reducía el riesgo de ataques al corazón, derrames cerebrales o muertes.

El cuestionario incluía preguntas sencillas sobre las dietas. Por ejemplo, se pidió a los participantes que indicara cuántas veces a la semana consumían carne, pescado, productos lácteos, cereales integrales o refinados, hortalizas (excepto patatas), frutas, postres, dulces, bebidas azucaradas, alimentos fritos y alcohol.

En función de las respuestas se les asignó una "puntuación de dieta mediterránea" (MDS, por sus siglas en inglés), que asigna más puntos cuanto mayor sea el consumo de alimentos saludables en un rango de 0-24, o una "puntuación de dieta occidental" (WDS), cuyos puntos se asignan en función del consumo de alimentos más perjudiciales para la salud.

"Tras ajustar otros factores que pudieran afectar a los resultados, encontramos que cada aumento de una unidad en la puntuación de la dieta mediterránea estaba asociado con una reducción del 7% en el riesgo de padecer ataques cardíacos, accidentes cardiovasculares o muerte en los pacientes con enfermedad cardiaca existente. Por el contrario, un mayor consumo de alimentos menos saludables y más típicos de las dietas occidentales no ha ido asociado a un aumento en estos eventos adversos, algo que no esperábamos", explica el profesor que dirigió este estudio, Ralph Stewart, de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda).

Los resultados de este estudio arrojaron las mismas conclusiones en todos los países en los que se realizó (de Europa occidental, incluyendo España, Europa del Este, Norteamérica, Sudamérica, Asia y Pacífico).

El mensaje principal que arroja la investigación, prosigue Stewart, es que "algunos alimentos, en particular las frutas y las hortalizas, parecen reducir el riesgo de ataques cardíacos, y este beneficio no lo explicanlos factores de riesgo tradicionales como el colesterol 'bueno' y 'malo' o la presión arterial".

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