Con un traje hecho a medida, azul, de los que ya no llevan los políticos pero sí modelos y algunos artistas, nos recibe y atiende con una energía que da envidia. Bustamante ha puesto su mirada en México en su nuevo trabajo: Amor de los dos (Warner), que para eso es la cuna de grandes canciones de amor y el amor es el terreno en el que mejor se mueve. Y el que más le gusta. Si no fuera así, después de 15 años, que hace ya todo ese tiempo que salió de Operación Triunfo, asegura que haría otra cosa.

¿Por qué esta mirada a México?

Lo amé antes de conocerlo. Es la música con la que crecí, me la ponían mis padres, es lo que me gusta:la música romántica.

¿Le da igual la etiqueta, el encasillamiento? Sí, la música romántica es donde me encuentro mejor. Y es donde me vacío de verdad.

Si le obligaran a salir de la música melódica de amor, ¿qué genero cantaría? Me gusta mucho el rock, pero más el lírico. Soy tenor ligero.

¿Cómo mantiene los pies en tierra?

Porque siempre he tenido a gente que me sujeta. No son buenas las palmadas cuando no las mereces. La soledad del éxito es muy traumática y puedes volverte loco. Por suerte, quince años después no me he vuelto loco.

¿Qué sigue igual?

La ilusión, el entusiasmo, me entusiasmo con todo. Me he pegado batacazos y me he sentido frustrado, piensas que tu carrera puede caer.

¿El mayor temor: que la carrera caiga?

Mi mayor miedo es no ser feliz, y la felicidad es un sentimiento caduco.

Son solo momentos...

Pero es la meta.

¿Los peores palos que se ha llevado?

Las traiciones, las de la gente que te quiere, gente en la que confiabas y te clava un puñal por la espalda.

¿Siempre sabemos quién va a traicionarnos?

Sí, gente de tu confianza, por eso te traiciona.

¿Es lo que menos tolera, la traición?

Sí, la traición y la injusticia. Soy buenrollista y si estoy cansado se nota, y serlo me desgasta, pero me gusta ser el punto de partida para la sonrisa de los demás. La vida es un viaje y pasémoslo bien, hagámoslo sin fastidiar a los demás.

Si no hubiera estado en OT...

Haría la misma música. Los primeros años me guiaron, pero los últimos ya no.

¿Hasta qué punto le guiaron?

Mío era sólo el 20%, que es la interpretación. Hoy lo escojo todo, soy director de mi carrera y mi vida. Antes no sabía nada. Quieres cantar pero no sabes, y tu personalidad con 19 años está por hacer y uno piensa que lo sabe todo. Eso te lo dan los palos, que te deja marcas y cicatrices, que miras y aprendes. Así se forja la personalidad.

¿Ya tiene la personalidad forjada, es ya mayor?

Cada vez tienes más responsabilidades, y lo que haces repercute a más gente, como a la hija que tengo de siete años. Y luego que de pronto te dicen señor y ya no sales en la Superpop. Es un trago. Uno de 18 me dice que soy un madurito interesante, ¿soy un madurito interesante ya?

¿Por dónde no pasaría?

Por venderme a mí mismo. Me tiene que gustar una cosa, porque soy de verdad, se me ve en los ojos. Mis ojos no mienten.

¿Eso es una virtud o un defecto?

Es una virtud tratada como un defecto.

¿Cree que será posible el encuentro con sus compañeros de OT ahora que se cumplen 15 años?

Sería genial, yo no reniego, nací de allí. Si lo hacen con cariño y cuidado, lo haría. Cada dos años hacemos una quedada, y quien puede va y quien no puede, no. Y si se llevan mal, que lo hagan, no estamos obligados a llevarnos bien con todo el mundo. Pero, vamos, que no hay peleas. Ojalá se haga, hicimos la gira más importante de este país. Ahora lo entiendo, desde dentro no entendía nada.

¿Enloquece?

Es de locos. Por eso te tienes que rodear de tu gente, para no perderte.