Ana Bella —cuya fundación ayuda a maltratadas a salir de la violencia machista como supervivientes en lugar de como víctimas— constata que el maltrato empieza a edades cada vez más tempranas, pero también que cada vez las mujeres jóvenes están perdiendo más el miedo a romper el silencio.

El INE ha registrado un 10% más de mujeres menores que necesitan protección ante el maltrato, ¿A qué cree que se debe este incremento?

Por nuestra experiencia, las jóvenes ahora están más formadas, hay más sensibilización y menos miedo a romper el silencio. Lo detectan antes de que sean mayores de edad, lo cuentan más y tienen más apoyo de sus padres.

¿Las relaciones entre adolescentes son más violentas?

Se sigue imponiendo el rol del 'machito', del chico que tiene que dominar a la chica para conquistarla. Sigue habiendo una percepción de que los celos son amor, de que si te quiere te tiene que tratar como una posesión, y de que la chica para demostrar amor tiene que ser complaciente. Pero si ahora una de las grandes pruebas de amor entre los jóvenes es no usar preservativo. Les dicen: "si me quieres y soy el único hombre de tu vida, no tienes que tener miedo a enfermedades".

¿Qué se puede hacer para acabar con esa sumisión?

Lo que nos falta para dar un paso hacia adelante en los jóvenes es no solo poner el foco en promover entre los hombres las relaciones de igualdad, sino enseñar a las chicas a quererse a sí mismas primero, a respetarse, a ser asertivas. Así no van a ser maltratadas.

¿Y cuánta culpa tiene el mito del amor romántico?

Mucha. Se entiende que el amor de una mujer es el servicio a la otra persona, pero hay que empezar por el amor a una misma. Si se trabaja en hogares y colegios saldrían incluso más casos en las estadísticas, pero porque se respetarían ellas más.

¿Desde qué edad acuden a su fundación las mujeres a pedir ayuda?

Acuden chicas desde los catorce años. En uno de los talleres que damos en institutos una niña nos dijo que no podía venir a la radio no porque no le dejaba el padre, sino porque no le dejaba el novio y unos días después apareció con la cara con moratones.

¿Qué consejos dan en los institutos a las jóvenes?

Vamos a explicarles cuáles son las señales de alarma. Todo el mundo sabe que el machismo mata, pero no hay programas para enseñar cómo empieza una relación abusiva que puede derivar en maltrato e incluso en asesinato. Como mujeres supervivientes que hemos experimentado en nuestras vidas cuando éramos adolescentes el maltrato, les mostramos las señales que nosotras no vimos pero que a ellas les pueden evitar males mayores.

¿Cuáles son las primeras señales a las que hay que prestar atención?

No es una única señal, sino varias las que se tienen que dar para que salte la alarma. Como que te proponga que, por ser novios, tengáis la misma contraseña del móvil, ya que así te vigila y termina aislándote de tus amigas, que ya empezarán a no contarte cosas íntimas, sino banalidades, porque saben que él lo leerá. O que no te llame por tu nombre y te diga siempre, por ejemplo, "mi gordi". Para él no eres una persona, sino una propiedad. O que te cambie la forma de vestir. Al principio ellas ni se dan cuenta. Pero sí reconocen que se mete con chicas que llevan minifalda para que ellas no se las pongan. También es una señal que justo el sábado que ibas a salir con tus amigas, él se presente con un plan romántico de pareja para el te dice lleva tiempo ahorrando. O que se ofrezca a llevarte al cine con tus amigas, pero no llegas porque él, curiosamente, se retrasa. Si vas sumando es una relación de malos tratos aunque parece que todos aislados son gestos de que se preocupa por ti.