Goltzius, el exuberante grabador holandés que sacó provecho de una grave lesión en la mano

  • Hendrick Goltzius (1558-1617) fue el más preciso grabador de su época.
  • Tenía los dedos de la mano derecha encorvados por un incendio cuando era bebé. Aprovechó la lesión para usar el buril con mayor precisión.
  • Era tan popular por la forma contrahecha de la mano y su maestría como artista que lo atosigaban por la calle y debía disimular o esconder el miembro.
Grabado de una ballena varada. Realizado por G0ltzius en 1598
Grabado de una ballena varada. Realizado por G0ltzius en 1598
Kunstmuseum Basel- Kupferstichkabinett- Alter Bestand - Photo: Kunstmuseum Basel - Martin P. Bühler
Grabado de una ballena varada. Realizado por G0ltzius en 1598

El artista Hendrick Goltzius (1558-1617), el más afamado grabador y de obra más exuberante de la escuela holandesa durante su época, sacó provecho de una desgracia. Cuando era un bebé un incendio le provocó graves quemaduras en la mano derecha, dejando los dedos encorvados y el miembro lisiado de por vida [grabado realizado por él mismo en 1588]. Aprendió a valerse de la lesión para emplear con más precisión el buril, forzándose a dibujar con los fortalecidos músculos del brazo y el hombro. Así logró dominar el giro y trazado de las líneas como nadie.

La mano lisiada llegó a ser tan famosa que los admiradores de Goltzius le reconocían y acosaban en la calle y el artista debía esconderla o taparla para que no le atosigasen demasiado. Una estrella en vida, ha pasado a los manuales de historia del arte como "el último grabador profesional que dibujaba con la autoridad de un buen pintor y el último que inventó muchas imágenes para que otros las copiaran".

Ícaro cayendo

Aunque en la madurez comenzó a producir pinturas, el holandés es recordado por la exuberancia y sofisticación de sus grabados, algunos de ellos, como el de Ícaro desplomándose de su vuelo por intentar acercarse demasiado al sol, son tan famosos que pertenecen al patrimonio plástico del arte occidental. La exposición Das Unternehmen Hendrick Goltzius (La empresa de Hendrick Goltzius), en cartel hasta el 13 de noviembre en el Museo de Arte de Basilea (Suiza), presenta una selección de ochenta de los mejores grabados de un creador de referencia por la perfección técnica de su trabajo.

El maestro de la ciudad holandesa de Haarlem "no ha perdido nada de su atractivo", dicen desde la pinacoteca. Añaden que aunó en su carrera tres vocaciones: inventor, grabador y editor, aplicando en todas una "creatividad inusual, así como la máxima profesionalidad". Fue también el fundador, en 1600, de la primera escuela neerlandesa dedicada al estudio del desnudo en la escultura y la pintura clásicas.

Estudio de la mano derecha de Goltzius, lisiada por un incendio cuando era niño. El grabado fue ejecutado por el artista en 1588. Teylers Museum, Haarlem, Holanda. Dominio público

Privilegio de impresión

La exposición ilustra también que el gran éxito de Goltzius no medró exclusivamente como consecuencia de sus poderes creativos: la empresa editorial que fundó en 1582 no sólo le sirvió para poner sus propios grabados en el mercado, sino que también le permitió aprovechar todo el potencial de sus alumnos y de otros artistas. Tuvo la inteligencia comercial de dedicar sus trabajos a personalidades eminentes y en 1595 obtuvo el privilegio de impresión del emperador Rodolfo II para protegerlo de los muchos imitadores que deseaban aprovecharse.

Colaboró con otros creadores de su época, como el pintor, poeta e historiador Karel van Mander y los manieristas Cornelis Cornelisz y Bartholomäus Spranger. Todos ellos buscaban una manera exagerada de representación de la figura humana, aprovechando los rasgos clásicos, pero hipertrofiando las formas para ganar en impacto y monumentalidad.

El niño a lomos de un perro

Goltzius produjo grabados de temas religiosos y mitológicos, pero también retratos de dignatarios y personas ilustres. Aunque no se dejaba llevar por la imaginación con frecuencia es autor de obras tan singulares como el retrato del niño Frederick de Vries (1597), hijo de un colega pintor. En el grabado, el crío, que lleva en la mano una paloma, intenta subirse al lomo de un perro de caza. Otro ejemplo de variedad es la detallada obra que muestra el cadáver de una ballena varada en una playa, rodeada de personas curiosas y de otras que sacan partido de la situación.

A finales de su vida Goltzius había perdido la facultad de su enorme precisión y delegó en ayudantes y alumnos de su taller la producción de las planchas de grabados. Como la pintura era más cotizada y exigía menos maestría y pulso, optó por el óleo. Pintó obras naturalisas muy influidas por el empuje de Rubens.

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