Cientos de trabajadores se han concentrado este jueves ante las sedes del Banco Popular y del Banco Pastor en Policarpo Sanz, en Vigo, donde han remarcado que es "inasumible" que en Galicia se pretenda eliminar uno de cada cuatro puestos de trabajo y han exigido que se reduzca el número de trabajadores afectados por el ERE y se mejoren las condiciones para las salidas voluntarias.

Pertrechados con banderas y una pancarta de 'Despido colectivo non', trabajadores y representantes sociales y políticos que han acudido en su apoyo, entre ellos CC.OO., UGT, CIG, FITC, En Marea, BNG e Izquierda Unida, se han concentrado inicialmente ante el Banco Popular y a continuación, cortando la calle momentáneamente, se han trasladado al Banco Pastor, tras lo que han regresado.

La portavoz de CC.OO., Carmen Peleteiro, ha subrayado que las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) previsto en el Grupo Popular, en el que se integra el Banco Pastor, "no son asumibles" y, de hecho, ha considerado que son "un insulto a los trabajadores", además de ser un factor que puede "comprometer la viabilidad de la empresa".

"2.900 no es nuestro número", ha remarcado en referencia al número total de trabajadores propuesto por el grupo para que se acojan al ERE en toda España, a lo que ha añadido que "no es asumible cuando hay prolongaciones de jornada en todas las sucursales".

Así las cosas, en opinión de los trabajadores, la solución a esta situación pasa, por una parte por reducir el número de trabajadores afectados y, por el otro, por que la empresa se comprometa "seriamente" a mejorar las condiciones de las salidas voluntarias.

Con la de este jueves ya son tres las movilizaciones celebradas -hubo dos anteriormente en Santiago y A Coruña-, tras lo que este viernes se concentrarán en el Parlamento de Galicia, el miércoles de la próxima semana en Ourense y el día 2 de noviembre en Lugo. Además, los trabajadores han avanzado no descartan otras medidas, como paros parciales y huelgas.

UNA "AGRESIÓN"

El portavoz de UGT, Ernesto Fontanes, ha criticado que el grupo "pretende poner en la calle al 50 por ciento" de su plantilla cuando "año y pico antes los directivos incrementaron sus salarios y (aumentaron) en más de 72 millones de euros sus planes de pensiones". "No van a conseguir que nos quedemos en la calle de esta manera", ha apostillado.

"Vamos a seguir en la lucha porque la solución de los problemas del banco no pasa por cargarse buena parte de la plantilla de manera indigna", ha remarcado, a lo que ha agregado que los directivos "tienen que apostar por sus trabajadores tanto como sus trabajadores por la empresa".

La portavoz de la CIG, Rosa María Conde, igualmente ha remarcado que el ERE propuesto es "un insulto y una falta de respeto" hacia los trabajadores porque, con las condiciones dadas para las salidas voluntarias, hacen que sean "salidas forzosas". "Es una agresión hasta ahora desconocida, y la respuesta tiene que ser de igual medida", ha finiquitado.

Por su parte, trabajadores de FITC ante estas cuestiones también se han planteado por qué el consejo no protesta pese a que las acciones han perdido gran parte de su valor. "¿Será que están ganando por otro lado?", han cuestionado, antes de añadir que este ERE "no tiene justificación ninguna" y que "la responsabilidad es de los altos directivos, y no ha cesado ninguno".