El misterioso grabador holandés Hercules Segers, experimental y admirado por Rembrandt

  • El Rijskmuseum de Ámsterdam monta la mayor exposición de un artista poco conocido pero admirado por su originalidad en la edad de oro del arte flamenco.
  • Hercules Segers (1589-1638) mostraba paisajes de infinita profundidad y extrañeza que nunca había visto: todo era producto de su imaginación.
  • Rembrandt le consideraba el más interesante artista de su tiempo pero Segers dejó muy pocas obras aunque siguen apareciendo nuevas atribuciones.
Uno de los óleos atribuidos recientemente a Hercules Sagers
Uno de los óleos atribuidos recientemente a Hercules Sagers
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Uno de los óleos atribuidos recientemente a Hercules Sagers

Hercules Pieterszoon Seghers o Hercules Segers —con ambos nombres firmaba, cuando lo hacía, que no era siempre— es un grabador experimental y de vida misteriosa que brilló en su tiempo, alcanzó una gran fama entre la comunidad artística y murió, al parecer a los 49 años (no hay constancia exacta de la fecha), dejando muy pocas obras. Durante los últimos tres cuartos de siglo se le han ido atribuyendo otras tantas porque resulta fácil adivinar su estilo único y subversivo, no usado por ningún otro creador de la edad de oro del arte flamenco.

Segers (1589-1638), según los escasos datos biográficos que se conocen, era un artista de tanta capacidad que sus contemporáneos le consideraban asombroso. En una época y lugar donde la pintura florecía como en casi ninguna otra zona europea, pintaba paisajes de una profundidad infinita y una rara extrañeza, como si no fuesen de este mundo y amenazasen de forma intimidante al único ser humano, diminuto, que solía incluir. En realidad no eran paisajes terrenales: Segers inventaba los panoramas en su mente, nunca pintó o hizo bocetos del natural.

18 originales y 110 impresiones

La pinacoteca nacional de Holanda, el Rijksmuseum de Ámsterdam, presenta la más completa retrospectiva organizada nunca en torno a la figura de Segers. Está en cartel hasta el ocho de enero e incluye 18 obras únicas entre grabados y pinturas y 110 impresiones. La muestra, que luego viajará al MET de Nueva York, se completa con otra, en la Rembrandt House y en las mismas fechas que la del Rijksmuseum, que muestra la influencia de Segers en los artistas de su época.

Uno de los artistas más misteriosos y experimentales de la Edad de Oro del arte holandés, Segers no seguía las reglas de la época. Dueño de una "imaginación ilimitada", dicen los organizadores, fue grabador pionero que desarrolló técnicas enteramente individuales, incluso arcanas —nunca compartió, que se sepa, sus secretos para sus aguafuertes místicos y perturbadores, fuente de inspiración para poetas y artistas de su tiempo y posteriores.

Místico y no solemne

Melancólicos grabados salieron del estudio del artista, especialista en todas las técnicas, sobre todo en la punta seca, el aguatinta, los grabados sobre tela que coloreaba a mano y cortaba en diferentes tamaños. La sensación que imprimía a las obras era mística, muy diferente a la paz solemne y de detalles precisos de los grabadores de su tiempo.

El gran Rembrandt, figura central del arte de los Países Bajos, poseía no menos de ocho de las obras de Segers, a quien consideraba el artista más capaz e inspirado de su generación. Los organizadores de la retrospectiva comparan al grabador, precisamente con Rembrandt, Leonardo y Durero, porque los cuatro aspiraban a "comprender y reproducir la esencia de la naturaleza y del mundo".

Elementos reales e imaginarios

Segers había llegado a una conclusión formal que parece propia del siglo XIX, apuntan desde el museo holandés: "Como El follaje, el cielo y la roca podían transmitirse mejor construyéndolos con la imaginación en lugar de tratar de copiarlos exactamente, combinaba escenas reales, de la vida, con elementos imaginarios". No hay evidencia de que Segers haya viajado o visto montañas en la vida real, pero su obra está llena de riscos escarpados, elevaciones y profundos valles, siempre en una atmósfera que se acerca al simbolismo.

Segers, considerado como "el gran precursor del arte gráfico moderno", mantuvo contactos con otros artistas y marchantes de arte y debe haber sido un pintor productivo, pero sólo una parte muy pequeña de su obra ha sobrevivido. El grupo más grande de impresiones de Segers es propiedad del Rijksmuseum, que tiene más de cuarenta en su colección permanante.

No se sabe la causa de la muerte

La exposición muestra algunas de las nuevas atribuciones que siguen apareciendo —el pintor murió en circunstancias que no se conocen y es probable que dejara una cierta cantidad de piezas inacabadas o sin firma—. Desde mediados del siglo XX entre diez y doce piezas han sido añadidas a las creaciones de Segers. Entre ellas llama la atención un óleo sobre tabla de un bosque nocturno por el que serpentea un camino. Esta pieza, como otra dos, nunca habían sido exhibidas antes.

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