El empleo propinó el año pasado el mayor 'mordisco' de su historia al número de parados en España. De los 4.093.508 ciudadanos que hacían cola en las oficinas del paro al acabar 2015, se ha pasado en apenas doce meses a 3.702.974 personas.

Un recorte de 390.534 desempleados, según los datos de cierre de ejercicio ofrecidos este miércoles por el Gobierno, que supone la cuarta caída anual consecutiva –en 2013 fueron 147.000 parados menos, en 2014 el recorte se elevó a 253.000 y en 2015 a 354.203– y la más amplia de toda la serie histórica.

No solo el desempleo mostró su mejor cara. También lo hizo la ocupación. La afiliación media a la Seguridad Social cerró 2016 con 17.849.055 cotizantes tras protagonizar su mayor empujón anual de la última década: 540.655 afiliados más (el segundo año seguido por encima del medio millón).

"Son datos buenos y esperanzadores", ha presumido el presidente Mariano Rajoy tras conocer las cifras, mientras insistía en que el reto es llegar a 20 millones de ocupados en 2020. Un objetivo del que aún nos separan dos millones de empleos.

La recuperación laboral, de este modo, avanza paralela al despertar económico de un país cuyo PIB crece por encima del 3% en los últimos dos años. Queda ya lejos ese 2013 que contaba más de cinco millones de parados en España... o aquel 2009 que sumó casi un millón de personas (999.416) a la cola del paro en apenas doce meses.

Pero menos parados, no significa mayor cuidado a quienes sufren aún el desempleo.Y más ocupados, no implica que su empleo sea mejor. De hecho, se incumplen ambos supuestos.

De los casi 20 millones de contratos firmados en 2016 –en diciembre fueron 1.699.018, la cifra más alta de la historia en este mes–, nueve de cada diez (91,7%) fueron temporales, si bien es cierto que el ritmo de crecimiento de los acuerdos indefinidos (13,5%) duplica el avance en los temporales (7%). Por otro lado, apenas el 55,7% de parados disfrutan de ayuda estatal; el resto, cuatro de cada diez, viven sin empleo y sin prestaciones.

"No puede haber triunfalismo, cada vez hay una menor protección al parado, más temporalidad, precariedad y más parcialidad involuntaria", lamentó el sindicato UGT sobre las cifras de paro de diciembre. Ignacio Fernández Toxo, líder del sindicato CC OO, recordó por su parte que la cobertura a los parados del 55,7% "llegó a ser del 78,4% en 2010". Ambas organizaciones exigen derogar la reforma laboral de 2012 porque, según ellos, es la responsable de la precarización del mercado laboral.

Pero su opinión no la comparten desde el Gobierno. Con las cifras calientes en la mano, la ministra Fátima Báñez defendió este miércoles que las medidas laborales que introdujo el Ejecutivo en la pasada legislatura "funcionan". Consciente de la baja calidad del empleo creado, Bañez se mostró dispuesta a "mejorar" la reforma laboral. "Pero nunca a derogarla", insistió.

¿Y cómo mejorar entonces a calidad de empleo? Los sindicatos piden una "política fiscal expansiva" y sobre todo consideran "imprescindible" apostar por sectores de mayor "valor añadido" y que permitan crecer a medio y largo plazo en base a la innovación, la formación y el conocimiento.

Algo que se aleja bastante de la realidad actual: según las cifras ofrecidas por Empleo, las mayores aportaciones al crecimiento de 508.016 afiliados al Régimen General de la Seguridad Social en 2016 correspondieron al comercio (+80.189), a la hostelería (+77.737) y a las actividades administrativas y de servicios auxiliares (+58.291).