Albert Rivera seguirá al frente de Ciudadanos después de que su lista, España Ciudadana, haya obtenido el 70,6% de los votos de los afiliados y 337 de los 568 compromisarios en disputa de cara a la celebración de la IV Asamblea General del partido, que tendrá lugar los días 4 y 5 de febrero.

Estos resultados, unidos a la ausencia de rivales de peso en las primarias a la dirección nacional, hacen que el actual líder de la formación se asegure en la práctica la Presidencia, la aprobación de su proyecto político -salvo las modificaciones que se introduzcan durante el cónclave nacional naranja- y el visto bueno a su renovado Comité Ejecutivo, del que Inés Arrimadas será la nueva portavoz y donde entran, entre otros, el economista Toni Roldán y el actor Toni Cantó.

"Empieza una nueva etapa para España y Ciudadanos. Este es un equipo con experiencia, pero también con renovación", aseguró el político catalán este lunes durante una rueda de prensa celebrada en la sede nacional de Ciudadanos en Madrid, donde estuvo acompañado por el que será su nuevo equipo.

Este mantiene su núcleo, pero crece de 23 a 37 personas con el objetivo de mejorar la representación territorial, de incluir a la dirección del grupo Parlamentario y de establecer secretarías políticas sectoriales que trabajen en las distinas áreas de gobierno, como hacen el resto de partidos políticos.

En primer lugar, Rivera otorga nuevos poderes a su hasta ahora jefe de gabinete y vicesecretario general, José Manuel Villegas, que desplaza a Matías Alonso como número dos y secretario general. Inés Arrimadas, portavoz en Cataluña y responsable de Formación, ve recompensada la confianza del líder con su ascenso a portavoz nacional.

El economista Toni Roldán se incorpora desde el Congreso de los Diputados para ser el nuevo secretario de Programas y Áreas Sectoriales.  De la Cámara Baja llega también Miguel Gutiérrez, en calidad de secretario general del grupo. Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario, sigue en el grupo de dirección pese a su distanciamiento con Rivera. Begoña Villacís, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, será la nueva secretaria de Política Municipal, cediendo a Marta Rivera de la Cruz el área de Relaciones Institucionales.

Las críticas internas por las dudas sobre el sistema de voto telemático no han hecho mella en Fran Hervías, que mantiene la secretaría de Organización. Fernando de Páramo continuará encargándose del área de Comunicación.

El conjunto de 13 personas que comprondrán el Comité Permanente -órgano que llevará el día a día de la organización- lo completan el secretario de Finanzas Carlos Cuadrado, la secretaria de Juventud Melisa Rodríguez y el secretario de Acción de grupos Institucionales José María Espejo.

Las áreas sectoriales, cuya distribución se dará a conocer el domingo, estarán dirigidas por el portavoz en el Parlamento de Andalucía, Juan Marín; la coordinadora territorial de Andalucía, Raquel Morales; la portavoz provincial en Almería, Marta Bosquet; el portavoz en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado; la diputada regional madrileña Susana Solís; la diputada en las Cortes de Aragón Susana Gaspar; la portavoz en Castilla-La Mancha Orlena de Miguel o la concejal barcelonesa Carina Mejías.

También forman parte de esta terna el portavoz municipal en Valencia, Fernando Giner; el portavoz en las Cortes de Castilla y León Luis Fuentes; el portavoz parlamentario en Baleares Xavier Pericay; los diputados nacionales Marta Martín, Francisco de la Torre y Patricia Reyes; el eurodiputado Javier Nart; el economista y autor del programa económico de Ciudadanos Luis Garicano; y los diputados en el Parlament de Cataluña Antonio Espinosa, Matías Alonso y Carlos Carrizosa -segundo de Inés Arrimadas-.

En la lista han encontrado hueco los ex de UPyD Toni Cantó, Nacho Prendes, Fernando Maura y Francisco Igea, hoy diputados de Ciudadanos y que tomarán nuevas resposabilidades en su nuevo partido.

Aunque Albert Rivera tendrá que esperar al cónclave nacional para ser reelegido de manera oficial, los números son definitivos: sus 337 compromisarios elegidos por casi 10.000 afiliados (una participación del 42% para un censo válido de 23.000 personas, ya que otras 7.000 no están al corriente de pago de las cuotas o no figuran como militantes en activo, según la Secretaría de Organización) superan con mucho la mitad más uno de los representantes totales en la Asamblea General (580). A esta pertenecen, como miembros natos, las ejecutivas saliente y entrante.

La lista Mejor Unidos, encabezada por su ex mano derecha en Cataluña, Jordi Cañas, ha logrado 27 representantes (5,6% de los votos), mientras que el número de delegados que se han presentado de forma individual ascience a 115 (23,8%). TranCsparencia, la candidatura crítica más beligerante, no ha obtenido compromisarios (0%). ADN, Valor y Estatutos han quedado en la misma situación.

La victoria de la propuesta 'oficialista' será pública este martes, 24 de enero, a partir de las 18.00 horas. Albert Rivera será proclamado ganador esa misma tarde salvo que otro candidato consigne su lista de nombres y sus documentos políticos antes de esa hora. En caso de que finalmente haya disputa, el ganador será anunciado el viernes. La nueva dirección política de Ciudadanos se presentará de manera oficial el próximo domingo.

Ni Cañas ni la eurodiputada Carolina Punset ni la corriente TranCsparencia tienen intención de dar la batalla, según han confirmado ellos mismos. Juan Carlos Bermejo, militante del municipio madrileño de Las Rozas, es el único aspirante que ha retado al líder, pero no ha registrado lista ni cuenta con los apoyos necesarios para hacerlo, según fuentes de Ciudadanos. "Si alguien se quiere presentar y tener una propuesta alternativa, si quiere votar distinto a lo que ha votado durante mucho tiempo en la Ejecutiva de mi partido y quiere cambiar de rumbo, pues que lo diga y que se presente", lanzó Albert Rivera como respuesta a los sectores críticos.

Eso no quiere decir que la IV Asamblea Nacional vaya a saldarse sin discusión. Los compromisarios aún tendrán que debatir -y, en su caso, enmendar- la propuesta de Rivera de prohibir las corrientes internas que disientan de la línea oficial marcada por la dirección nacional, entre otras.