La custodia compartida salta del 2% al 25% en 10 años en España

  • Las comunidades autónomas con legislación específica postdivorcio tienen mayores porcentajes de guarda y custodia compartida.
  • Cataluña, Valencia, Baleares, Aragón, Navarra y País Vasco comparten más crianza. Extremadura, Murcia, Andalucía y Madrid, menos.
  • Los expertos indican que influye la legislación propia, pero también la proporción de parejas en las que ambos trabajan.
  • Juan Ramón Peris Santiago, de Custodia en Positivo: "Nosotros no estamos en contra de la custodia compartida, sino de la impuesta".
  • Fernando Chapado, de Todos iguales: "Lo menos malo es la custodia compartida, siempre que se esté capacitado".
  • FOGONAZOS: La custodia compartida, una excepción.
Padres con su hija.
Padres con su hija.
GTRES
Padres con su hija.

Unos padres extremeños tienen hasta cinco veces menos acceso a la custodia compartida en un proceso judicial que otros catalanes. La cartografía española de la guarda y custodia muestra a día de hoy una frontera evidente: la que separa a aquellas Comunidades Autónomas con ley propia sobre relaciones familiares postdivorcio de las que se rigen por el derecho común.

Desde que la figura de la custodia compartida —que en realidad es residencia alterna con ambos progenitores y no siempre al 50%— entró en el código civil español, en el año 2005, su uso ha ido en aumento de manera continuada. Aquel año la estadística oficial hablaba de un 2% de padres con la guarda compartida. En 2015, ya son una de cada cuatro parejas divorciadas las que establecen crianza alterna, según los últimos datos del INE. Sin embargo, a partir de 2010 se abrió una brecha en España entre Comunidades, coincidiendo con que cinco autonomías comenzaron a legislar normas propias para la organización familiar postdivorcio.

En el último año con datos estadísticos oficiales (2015) Cataluña, con ley desde 2010, encabeza el ranking de comunidades con más custodia compartida (40%). Le sigue en lo alto de la pirámide un caso especial, Baleares, que sin ley autonómica de custodia tiene separación de bienes al matrimonio por defecto (38%). Después, Valencia (36%), Aragón (34%), Navarra (27%) y País Vasco, la última en aprobar norma propia (26%). Las legislaciones nuevas tienen en común que fomentan la custodia compartida, salvo privación judicial, contemplan la mediación familiar y excluyen la guarda en casos de violencia de género.

"Estas Comunidades legislaron las primeras porque ya tenían un alto porcentaje de pactos de custodia compartida de los hijos tras la ruptura", especifica Montse Solsona, demógrafa de la Universidad Autónoma de Barcelona y experta en geografías humanas postdivorcio. "Legislan porque ya había un consenso de los operadores jurídicos que hace posible que se apruebe una ley" y porque se daban circunstancias socioculturales que, según los expertos, redundan una mayor custodia compartida.

Al otro lado de la frontera se encuentra, en un extremo, Extremadura, donde solo el 8% de los divorciados con hijos menores de edad la comparte. También por debajo de la media española se sitúan Murcia (14%), Andalucía (16%), Galicia (16%) o Madrid (17%). En todas rige el Código Civil, que estipula que se puede conceder la compartida de mutuo acuerdo y si el juez da el visto bueno, así como excepcionalmente si el juez cree que resulta beneficioso para los menores.

Solsona y su equipo de investigadores del Centro de Estudios Demográficos llevan años estudiando la determinación judicial de la custodia compartida, principalmente en Cataluña pero también en el conjunto de España. Su tesis, de manera muy simplificada, es que las leyes autonómicas influyen en la expansión de la figura de la custodia compartida allí donde fomentan el pacto entre los excónyuges que articule "un plan de parentalidad" tras la ruptura, pero no es el único factor determinante.

Solsona considera que además de una norma específica debe concurrir una cultura de "equidad de género" en la pareja, dentro y fuera del hogar, un tipo de contrato que la demógrafa advierte que todavía no es mayoritario en España. De hecho, las Comunidades con menores tasas de custodia compartida suelen ser las de mayor proporción de familias con un contrato "de ama de casa", hogares en los que las mujeres tienen menos participación en el mercado laboral. Excepción que Solsona hace de Madrid, donde ve necesario estudiar por qué todavía hay tan baja proporción de custodia compartida.

"Si en la pareja los dos trabajan y tienen un contrato equitativo de coparentalidad, el pacto es más fácil", describe Solsona.

¿Hace falta una ley nacional?

La pasada legislatura, el Partido Popular quiso aprobar una ley nacional que diera preferencia a la custodia compartida. El intento fracasó porque la comisión que redactó el anteproyecto no dispuso su concesión automática en vía judicial, algo que reclamaban los colectivos de divorciados partidarios de disputar en los juzgados tan solo la custodia exclusiva, ya sea de padre o de madre.

Ciudadanos es partidario de retomar el proyecto en la presente legislatura, pero todavía no cuenta con el PP de su parte y tiene en frente a casi toda la oposición. El PSOE defiende una custodia compartida solo en aquellos casos en los que haya acuerdo entre el padre y la madre. Podemos opina que es "la aspiración ideal", pero asegura que solo está al alcance de aquellas parejas que hayan practicado la corresponsabilidad parental antes del divorcio. También sostienen que imponerla resulta un perjuicio para los menores.

En la sociedad civil hay colectivos tanto partidarios como detractores de una legislación nacional específica.

De un lado están colectivos como Todos Iguales, que defienden que lo ideal es el acuerdo entre las partes pero que si éste no se da "lo menos malo es la custodia compartida, siempre que ambos estén capacitados par ejercer la corresponsabilidad parental", en palabras de su presidente, Fernando Chapado. Este padre divorciado, que en la actualidad busca 500.000 firmas para presentar una Iniciativa Legislativa Popular por una ley nacional, no entiende que "si unos padres cuando están casados los dos tienen la custodia cuando se separan al padre, no sé que hace de malo, se la quitan. Seguimos siendo unos buenos padres aunque nos divorciemos".

De otra parte hay asociaciones como Custodia en Positivo, que defienden la custodia compartida de mutuo acuerdo pero expresan su rechazo frontal a la imposición judicial. "Consensuada sí, si ha habido antes corresponsabilidad parental, como dice el Supremo", sostiene Juan Ramón Perís Santiago, abogado y presidente de esta asociación. "Porque si su relación es mala y no alcanzan acuerdos, los perjudicados van a ser los niños".

Juristas especializadas en divorcios y custodias, como Teresa Picantó, además de secundar la cultura del pacto, no dejan de recordar que en este debate no hay fórmulas universales, que lo importante es estudiar cada caso y conseguir finalmente un "equilibrio en la negociación de la expareja donde el interés superior del niño quede garantizado".

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