John Connolly: "Los personajes secundarios no existen"

  • El autor irlandés visita España para participar en el festival BCNegra con 'La canción de las sombras' (Tusquets), el libro nº 14 de la saga Parker.
  • Connolly (1968) inició la saga con 'Todo lo que muere', obra en la que este inspector de policía de Nueva York halla en su casa a su mujer y a su hija asesinadas.
El padre de la saga detectivesca protagonizada por Charlie Parker es una de las estrellas de la presente edición del Festival de novela negra BCNegra.
El padre de la saga detectivesca protagonizada por Charlie Parker es una de las estrellas de la presente edición del Festival de novela negra BCNegra.
MIQUEL TAVERNA
El padre de la saga detectivesca protagonizada por Charlie Parker es una de las estrellas de la presente edición del Festival de novela negra BCNegra.

John Connolly retira al detective Charlie Parker a un pequeño pueblo del condado de Maine (Estados Unidos) para recuperarse de las graves heridas que le causó su última misión. Allí traba amistad con una viuda llamada Ruth Winter y con su hija Amanda, dos mujeres que le conducirán hasta otro nuevo caso vinculado, esta vez, a un oscuro episodio ocurrido en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Parker regresa herido pero muy vivo a la actualidad de la novela negra en la nueva entrega de la saga, 'La canción de las sombras', un libro repleto de los personajes sólidos y complejos que consigue trazar con su escritura el autor irlandés. Este visita España para participar en la nueva edición del Festival BCNegra, uno de los más importantes de España dedicado a la novela policiaca.

¿En qué punto vital se encuentra el detective Charlie Parker?

Está en transformación. Ha regresado de las tinieblas y no es la misma persona. Ocasionalmente está muy bien sorprender al lector, de forma que lo que quieres como autor es, que en un momento dado, no se esperen lo que sucede. Y no se trata únicamente de hacer giros por puro placer sino que el lector de alguna manera vuelva atrás y vea cómo la trama, de forma natural, ya va hacia allí. Pienso que parte del placer de leer estos libros viene del conocimiento de los anteriores de la saga. Y quizás los trozos del puzzle que has ido descubriendo encajan. No es que no puedas disfrutar de alguno de los libros sobre Charlie Parker de forma aislada pero espero, como autor, que la tipología de placer sea completamente diferente si has ido siguiendo al personaje durante 13 o 14 libros.

Es sorprendente descubrir como lector la gran riqueza de sus personajes secundarios.

Es que no creo que existan personajes secundarios. Cada personaje es el centro de su propia narrativa. Tom Stoppard, el dramaturgo inglés, se dio cuenta viendo Hamlet de que los personajes secundarios están en el corazón de la trama. Por ello, yo me paso mucho tiempo desarrollando a todos ellos. Porque concibo un libro como un diagrama   en el que la narrativa está en el centro pero todos tienen su lugar. Si consideras que hay personajes menores, la implicación del lector con ellos será limitada ¿Por qué te tendrías que preocupar de un personaje que conoces hace cinco páginas y muere? Yo quiero que te preocupes, que te afecte.  Y de alguna forma pongo un poco de mí mismo en cada personaje. En cada escena hay una parte de mí, y sobre todo en lo peor de ellos.

Pónganos un ejemplo.

Hay un personaje en este libro, uno de los viejos nazis, que dice: "He llevado una vida impecable durante 70 años. Lo otro son cosas que hice cuando era joven y no he vuelto a hacer nada así desde entonces. ¿Y ahora qué pasa, que solo se me definirá por los crímenes que cometí de joven?". Y esta es una argumentación muy humana.Lo que es tentador es que es plausible. Porque ninguno de nosotros quiere ser definido por las cosas malas que pudo haber hecho hace muchos años, independientemente de la gravedad de las mismas. Quiero, por tanto, que la gente se preocupe por mis personajes y que los quiera.

¿Su visión de la violencia en sus novelas está impregnada por el conflicto irlandés que vivió de joven?

La mayoría de la gente en Irlanda vivía su vida como si no pasara nada. Lo increíble era que todo estaba muy normalizado, pero es que no podrías vivir si no fuera así. Creo que en lo que  afectó es en que no existe una verdadera tradición de ficción negra en Irlanda. Porque mientras crecía ese género en Inglaterra y Escocia en los años 80, con una nueva generación de autores, los problemas en Irlanda estaban en su punto álgido. Y es muy difícil escribir una novela negra tradicional cuando en la calle la gente se está matando mútuamente en una guerra que tenía sus raíces en la  injusticia social y en el conflicto religioso ¿Cómo escribes ficción negra, por ejemplo sobre terrorismo, cuando esta es la realidad?Y aquí lo sabréis por ETA. Y al final del conflicto, tres escritores comenzaron a escribir en Irlanda ficción negra sobre criminales, lo que ha sido muy liberador. Pero para mí ya era demasiado tarde. Porque ya había tomado la decisión de escapar de todo esto e intentar crear un híbrido literario que implicaba añadir la perspectiva europea a un modelo americano.

¿Cómo ha marcado su obra?

En una especie de ausencia. Aún no he escrito nada ambientado en Irlanda y no me siento preparado para ello, porque todo lo que he escrito ha sido una reacción a lo que pasó en mi país, no una consecuencia. Sí que añado en mis obras mi interés por el folklore, por incorporar la naturaleza como uno más de los personajes. Y también mi predilección por lo sobrenatural y metafísico, que no sale en absoluto en la novela negra norteamericana.

¿De qué forma se puede luchar para que el género negro pierda la etiqueta que algunos le colocan de no ser alta literatura?

Es muy duro pensar en una gran novela que no tenga una trama de suspense. Solo hay que pensar en títulos como El Gran Gatsby. En mi opinión, solo hay buenos y malos escritores. El género no es una limitación. La ficción es también entretenimiento y hay gente que asume que, en consecuencia, no es importante. Pero el arte de entretener y hacer reír es algo muy serio. Por lo que hay que tomárselo en serio y también a la novela negra. Prefiero una novela negra mediocre que una novela de ficción literaria mediocre. La segunda me resulta de peor digestión.

¿Ya tiene en mente el final de la saga Parker?

Pocas veces los autores consiguen darle a su personaje un final satisfactorio. Simplemente paran de escribir. Colin Dexter se cansó de escribir. ¡Quería ir al pub a tomarse una cerveza! Lo que suele pasar es que el escritor muere pero no su personaje (y con esto no estoy diciendo que mataré a Parker). Me siento el gobernador del mundo cuando escribo, mientras que el cine y la tele son trabajo de equipo. Los autores que se implican en estos ejercicios suelen salir lesionados.

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