El "por San Blas, la cigüeña verás" del popular refranero español cada vez tiene menos vigencia. Las cigüeñas ya forman parte de nuestro día a día y están dejando de migrar a sus zonas de invernada sobre todo por el fácil acceso que tienen a la comida de los vertederos. Desde la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) advierten que "los elementos tóxicos de la basura indicen en la salud de las aves" que tienen que enfrentarse a otro tipo de amenazas, como empalizadas o cables electrificados, que buscan impedir que aniden en los tejados de la Península.

Después de años siendo una de las causas de su mala conservación, la acción humana está consiguiendo recuperar la especie pero, involuntariamente, está modificando sus pautas migratorias porque "actualmente disponen de alimento todo el año en los vertederos situados en torno a los grandes pueblos y ciudades", señala Ana Bermejo, responsable del programa Migra.

Esto supone un importante cambio en sus pautas de alimentación que puede impactar directamente en su salud. Desde SEO/BirdLife señalan que antes apenas el 2% de su dieta proveía de la basura y que ahora supera el 75%. La paradoja es que los vertederos que en su día fueron fundamentales para la recuperación de la especie, hoy la están poniendo en riesgo.

Además SEO/BirdLife denuncia que cada día es más fácil vez todo tipo de dispositivos para evitar que las cigüeñas aniden en los tejados de las iglesias y de los edificios. Empalizadas de pinchos afilados, dispositivos antiposado o cables electrificados, son solo algunos de los sofisticados dispositivos a los que se unen las retiradas de los nidos a lo largo de su periodo de cría.

“Las cigüeñas están protegidas por la legislación nacional y europea, al igual que sus nidos, pollos y huevos. Darles muerte, molestarlas o destruir sus nidos puede llegar a ser delito”, explica Nicolás López, responsable de Especies Amenazadas de SEO/BirdLife. López señala que la retirada de los nidos "solo se puede autorizar de manera excepcional y de forma justificada", siguiendo una serie de criterio y "únicamente si no existe una alternativa satisfactoria".

Desde SEO/BirdLife señalan que la cigüeña blanca forma parte de nuestro patrimonio natural y debe y merece convivir con el patrimonio histórico.

SEO/Birdlife lleva siete años estudiando la migración de la cigüeña blanca, una especie protegida en España desde 1989, con un seguimiento a través de dispositivos GPS en 55 ejemplares. El estudio se engloba en el programa Migra, una iniciativa lanzada en el año 2011 por SEO/BirdLife en colaboración con la Fundación Iberdrola, que busca estudiar los movimientos y las rutas migratorias de 313 ejemplares de 26 especies diferentes.