El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este miércoles el dato del IPC de enero que ya adelantó hace dos semanas. Los precios se han disparado un 3% de forma interanual; un nivel inflacionario desconocido desde 2012 y que supone un duro golpe para el poder adquisitivo de los españoles y la competitividad empresarial.

La senda creciente de la inflación es un hecho. Tras 20 meses en tasas negativas, comenzó en abril un ascenso constante que tocó cima el mes pasado: el 3% de enero ha duplicado el dato de diciembre (1,6%). Los precios, en realidad, bajaron un -0,5% el mes pasado por las rebajas de invierno, pero la caída fue inferior a la de enero del año pasado (-1,9%)... de ahí esos +1,4 puntos de crecimiento interanual.

¿Y qué ha hecho exactamente subir tanto los precios? Según el INE, la responsabilidad es compartida entre los gastos relacionados con la vivienda y el transporte.

El precio de los primeros ha crecido un 7,4% en el último año, sobre todo por el encarecimiento del 26,2% de la luz en el último año (y un 8,8% solo en enero por el subidón del megavatio hasta máximos desde 2013) y en menor medida por el alza de calefacción y gas. En el caso del transporte —se revaloriza un 7,6%— el alza de precios se debió a que las gasolinas crecieron ligeramente frente a subajada pronunciada en enero de 2016.

No es algo baladí que sean la vivienda y el transporte los grupos de la cesta que más empujan los precios: entre ambos firman 1,2 de los 1,4 puntos que avanza el IPC en enero. Y no lo es, porque los consumos en ambas partidas suponen el 43% del gasto medio de un hogar, según la encuesta de Condiciones de Vida del INE. En otras palabras, el subidón del IPC se basa en productos que se comen la mitad del presupuesto doméstico.

"Electricidad, gasolinas, alimentos... el encarecimiento estos bienes básicos castiga el bolsillo de los hogares y suponen una merma determinante en la capacidad de compra de las familias", ha lamentado este miércoles el sindicato UGT tras conocer el dato publicado por el INE.

Los sindicatos enarbolan esta inflación en partidas básicas de los hogares para defender que los sueldos y las pensiones deben recuperar este año el poder de compra perdido en la crisis. "Los salarios pactados en la negociación colectiva tienen que crecer por encima del IPC", ha explicado este miércoles el secretario general de CC OO , Ignacio Fernández Toxo.

Pero ni el Gobierno ni los empresarios están por la labor. El Ejecutivo insiste en que, con una Seguridad Social deficitaria, las pensiones no pueden subir más allá del 0,25% mínimo que marca la ley. Así sucedió ya el año pasado y como la inflación cerró en el 1,6%, los pensionistas perdieron más de 1,3 puntos de poder adquisitivo.

Este año ha vuelto a aprobarse esta subida mínima de las pensiones. Así que si Bruselas acierta en su previsión —calcula que España cerrará el año con una inflación del 1,9%, los pensionistas perderán poder de compra otro año más. "Es un insulto a la inteligencia", ha criticado el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

Los salarios también van en camino de perder más poder de compra. "Las negociaciones están bloqueadas, aunque formalmente no estén rotas", dice Toxo sobre sus encuentros con la patronal. CEOE y Cepyme solo aceptan una subida del 1,5% para los sueldos fijados por convenio, inferior a la exigencia del 1,8% al 3% de los sindicatos.

"La patronal tiene obligación de dar una respuesta a este incremento del coste de la vida y pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores", dice Álvarez sobre una de las reivindicaciones que UGT y CC OO llevarán este domingo a sus movilizaciones en 40 ciudades españolas. "Teníamos argumentos y hoy tenemos unos pocos más: la negociación colectiva tiene que reflejar la situación del IPC".

La subida del precio de las hortalizas debido a la ola de frío y nieve que asoló Europa en enero también ha tenido reflejo en las estadísticas del INE: se revalorizaron un 7,3% solo el pasado mes y hasta un 17,9% en el último año. También se encarecieron los suministros domésticos (calefacción, luz y agua) un 5,8% mensual y un 15% desde enero de 2016.

En el último año se revela asimismo una subida acusada del coste del transporte personal (8,1%) —la gasolina es ahora más cara tras la recorte de la producción del petróleo—, de las patatas (7,3%) y de los crustáceos y moluscos (3,9%). Bajaron sin embargo los precios de productos como el azúcar (-2,8%) o el aceite (-2,7%).

El mes de enero, un período de rebajas, atestiguó por otro lado abaratamientos en la ropa (-16,8%), en el calzado (-11,3%), los artículos de mercería (-19,3%) y también en los paquetes turísticos (-6,4%) y en los hoteles (-7,1%) debido a que en época baja de vacaciones los operadores tienen a disminuir sus precios.