Así será la convivencia con los robots en un futuro próximo

Vista de una réplica del robot Maria, de la película 'Metrópolis'.
Vista de una réplica del robot Maria, de la película 'Metrópolis'.
Facundo Arrizabalaga / EFE
Vista de una réplica del robot Maria, de la película 'Metrópolis'.

Los robots y las máquinas empiezan a formar parte de nuestro día a día. Hacen la compra, analizan posibles bombas, pasan la aspiradora, juegan a videojuegos, pelean, juegan al fútbol... ¿Y si deciden volverse peligrosos? ¿Qué pasaría si decidiesen enfrentarse a los seres humanos?

Se ha escrito e imaginado tanto sobre cómo serán los robots del futuro que, a veces, nos olvidamos de que pueden evolucionar de una forma mucho más sencilla de lo que nos han propuesto los guionistas de Hollywood. Desde Panda Security analizan cómo será el futuro lleno de robots, qué peligros podría tener la convivencia con ellos y cómo afectarán a la vida diaria.

Los ordenadores aprenden

Los algoritmos matemáticos que hacen posible que un robot pueda actuar de forma autónoma generalmente no se crean para destruir ni para hacer la guerra, sino para hacerle la vida más fácil a las personas. De hecho, por medio de la Inteligencia Artificial los ordenadores son capaces de aprender y a adaptarse a su entorno.

"Las empresas que desarrollamos algoritmos de Inteligencia Artificial, ya sea para hacer que un robot toque la guitarra o para localizar un 'malware' que se disemina por la red con la intención de secuestrar millones de teléfonos, tenemos la responsabilidad de crear una tecnología que, además de aprender y adaptarse, debe mejorar la calidad de vida de las personas", señala el Retail Product Manager de Panda Security, Hervé Lambert.

Los robots conviven con nosotros y no son Terminator

Pese a que en Hollywood no dejan de hacer películas sobre robots con forma humana casi imposibles de diferenciar de una persona real, no se trata de ciencia ficción: los robots ya existen y conviven con nosotros desde hace tiempo.

El último robot que está gastando la tinta de las rotativas es el androide hiperrealista que presentará un programa de televisión en directo para una página web japonesa. Se llama Androidol y forma parte de un experimento social que pretende demostrar que un robot es capaz de desarrollarse a través de la comunicación con seres humanos. Este robot mide 1,60 y pesa más o menos lo mismo que pesaría cualquier presentadora de televisión de su altura y conversa de forma autónoma con cualquier persona que se comunica con ella a través de la web.

Sin embargo, la mayoría de los robots ni tiene la misma forma que una persona ni hace falta que la tenga. Los coches autónomos que están desarrollando Google o Tesla son robots y están diseñados para que podamos ir trabajando mientras ellos conducen por nosotros, de una forma mucho más eficiente y segura.

Lo mismo les ocurre a los 'robots médicos', que nada tienen que ver con los doctores humanoides que le curaban las heridas a Luke Skywalker tras enfrentarse con Darth Vader. Se trata, más bien, de brazos mecánicos capaces de ejecutar una cirugía con una precisión total por medio de la robotización de sus movimientos. Esto es algo mucho más fiable que la mano de un experimentado cirujano, que al fin y al cabo, ha podido dormir mal, tener mal pulso, porque ha corrido unos kilómetros de más o sencillamente, tener una distracción.

Los robots harán muchos trabajos

Todas las predicciones apuntan a que en 30 años la mitad de los empleos que conocemos en la actualidad los realizarán robots. Durante la revolución industrial también se eliminó un porcentaje elevadísimo de puestos de trabajo en las fábricas y, sin embargo, ahora disfrutamos de una calidad de vida infinitamente mayor que en el siglo XVIII.

Es decir, los robots se encargarán de hacer aquellas tareas mecánicas en las que no interviene la creatividad humana. Y las personas tendremos que desarrollar nuevas habilidades y potenciar aquellos talentos individuales que nos hacen ser distintos a todos los demás.

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