Patrick Stewart: "Donald Trump es un peligro, estaremos en riesgo mientras ocupe el poder"

  • Patrick Stewart vuelve a interpretar a Charles Xavier en la tercera entrega de la saga dedicada a Lobezno, 'Logan', la película más oscura y violenta de todas.
  • Stewart da vida a un Charles envejecido y débil pero peligroso.
  • El actor ha pasado por Madrid para hablar sobre la película.
Patrick Stewart como un envejecido Charles Xavier en 'Logan'.
Patrick Stewart como un envejecido Charles Xavier en 'Logan'.
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Patrick Stewart como un envejecido Charles Xavier en 'Logan'.

Hugh Jackman y Patrick Stewart han vuelto a meterse en la piel de Lobezno y Charles Xavier en Logan (3 de marzo), pero aquí ya no hay colores, ni aventuras ni otros X-Men aparte de ellos. Viejos y debilitados, los dos mutantes protagonizan la película más seria, oscura y violenta de la franquicia.

Como parte de la campaña promocional de la película, tras su paso por la Berlinale, Stewart ha visitado España y ha revelado lo que ha supuesto para él interpretar a esta decadente versión del poderoso mutante con poderes psíquicos al que lleva dando vida desde hace casi dos décadas. Elegante, serio y educado, el actor británico responde a 20minutos de forma lenta y meditada sobre este nuevo capítulo con sabor a despedida.

Logan es mucho más oscura y violenta que las películas anteriores de Lobezno y los X-Men, ¿cree que eso gustará a los fans?

Sé lo bien que han respondido los fans de la franquicia en los últimos 17 años y creo que están preparados, dispuestos y encantados de disfrutar de esta nueva aventura con viejos amigos, a pesar del hecho de que estos amigos ya no son lo que eran. Por el momento, la respuesta de la crítica ha sido muy positiva, igual que por parte de los espectadores.

Pero aún no se ha estrenado.

Hace unos días la vi en la Berlinale junto al público y la acogida fue todo lo que podíamos esperar y más. Espero que tenga éxito entre los fans, porque sin duda el elemento de despedida está muy presente. Hugh ya ha dicho que es el final, y cuando la vi por primera vez hace un par de meses me di cuenta de que no se me ocurre una mejor despedida para los personajes que esta película.

Lleva ya 17 años dando vida a Charles Xavier, ¿cómo es su relación con el personaje?

Mi relación con Charles es de gran afecto, lo admiro, lo respeto y respeto su creación en los cómics de los X-Men. Recuerdo cuando me hablaron de él por primera vez. No soy fan del género de superhéroes y nunca he leído cómics, así que no me sonaba de nada. Ahora eso ha cambiado, gracias a la combinación de buenos guiones, buena dirección y creo que también un poco gracias a mi modesta aportación, le he cogido mucho cariño.

¿Cómo es Charles en esta película?

Ahora todo ha cambiado. Él es mayor, muy mayor, más mayor que yo incluso –él es nonagenario y yo tengo 76 años–, y tiene la fragilidad y debilidad que acompaña a los ancianos. Está perturbado, confundido y en aprietos, y es peligroso. Es ese peligro el que le confiere el elemento de dramatismo a esta historia.

Esa vejez es una de las claves del filme. ¿Cree que a los humanos nos cuesta llevar el paso del tiempo?, ¿cómo lo lleva usted?

Sea difícil o sea fácil, siempre es una respuesta muy individual, muy personal. Creo que no experimentamos las mismas sensaciones. Yo sé cómo estoy envejeciendo y cómo eso tiene un impacto en mi vida. A pesar de tener buena salud en general, tengo mis achaques.

Se le ve muy saludable.

En parte se lo debo a mi profesión. Es curioso el trabajo que hacemos como actores porque, por una parte, incluyes esos aspectos del envejecimiento a tus papeles, pero también pasa al contrario y resulta muy saludable. Puedes vivir desde la negación. Por ejemplo, realmente hasta esta película, salvo por el hecho de que estaba en una silla de ruedas, Charles vivía una vida activa, con propósito, comprometida, una vida admirable.

¿Quiere decir que, en cierto modo, absorbe todas esas cosas positivas de sus personajes?

Exactamente. He estado trabajando con Ian MacKellen durante seis meses, interpretando el papel de una persona alcohólica. Y aunque sí que me dio una idea de lo oscuro que es el mundo del alcoholismo, también me aportó mucha energía el hecho de estar en el centro de una exploración tan intensa. Este trabajo nos alimenta y estoy muy agradecido.

¿No ha echado de menos a Ian McKellen en Logan?

El mundo de Charles Xavier es tan distinto al de Magneto... No son los mismos problemas los que los ocupan. Echo de menos su compañía, por supuesto, y sé que está un poco triste, pero justo hace seis meses que hemos terminado de rodar juntos, así que realmente no he tenido tiempo de echarle de menos.

Su amistad levanta pasiones. Casi parece que, más allá de amores filiales o de pareja, él sea su media naranja.

Creo que decir eso suena quizá un poquito demasiado íntimo. Él es gay y ha hecho campaña durante décadas a favor de la igualdad. Yo, no solo lo respeto sino que en ciertos momentos me ha encantado unirme a esos esfuerzos y hacer campaña junto a él, pero soy un hombre heterosexual. Tengo a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos... A Ian lo veo como a un hermano, él es parte de mi familia.

La puesta en escena de Logan incluye una frontera, gente que huye de una amenaza... ¿No cree que muchos verán similitudes con la situación actual?

Eso espero, que la gente vea esas referencias políticas actuales en la cinta, pero debo decir que no es una intención directa incluir todos estos elementos porque estos problemas no existían en el momento en el que hicimos la película. La condición del refugiado existe desde hace mucho en todo el mundo, pero no a esta escala que vemos actualmente donde cientos de miles de personas viven situaciones letales, salvajes, y que tienen como único deseo cruzar una frontera. En ese sentido, aunque es una película, no la vida real, sí es verdad que el hecho de alcanzar y cruzar una frontera es el objetivo de los buenos de la película.

Precisamente aparece la frontera de México.

En este caso son dos fronteras las que cruzamos. Al principio de la película es la frontera entre México y Estados Unidos –creo que no desvelo ningún secreto cuando digo que el título en un principio de esta película no era Logan, era Juárez–, pero el objetivo es cruzar otra frontera, que es la que separa EE UU de Canadá. Es curioso e interesante que, en esta película, EE UU no es un lugar seguro. No hay necesidad de explicar cuál es la semejanza con la realidad aquí. El problema no es el sistema sino el presidente que ocupa la Casa Blanca. Para mí, Donald Trump representa un peligro. Estaremos en riesgo mientras este hombre ocupe el poder. Y Canadá es el lugar seguro, el refugio, la esperanza.

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