Interior asegura que trabaja para que la etarra Sara Majarenas y su hija "puedan estar juntas"

  • El padre de la niña está en prisión porque intentó matarla a cuchilladas.
  • La niña cumple ya la edad en la que no puede seguir en prisión con la madre.
  • Majarenas está en la prisión de Picassent. Ha cumplido ya 12 de los 13 años y diez meses a los que fue condenada por pertenecer a ETA.
  • La madre ha escrito una carta: si vivimos separadas "no habrá reparación" física y psicológica para la niña.
Sara Majarenas, en prisión por pertenencia a ETA.
Sara Majarenas, en prisión por pertenencia a ETA.
EFE
Sara Majarenas, en prisión por pertenencia a ETA.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha asegurado este miércoles en el Senado que trabajan "desde el primer día" para que la etarra Sara Majarenas y su hija "puedan estar juntas", una situación que "no es fácil" porque antes se deben adoptar una serie de "prevenciones" debido a la violencia de la pareja de la presa de ETA.

El padre de la hija de Majarenas hirió con un cuchillo en una vivienda de Benifaió (Valencia) a la menor, por lo que tuvo que ser ingresada en el Hospital de la Fe. El juez autorizó a Majarenas a quedarse en el centro hospitalario hasta que se produjo el alta médica de la niña, que está a punto de cumplir tres años y que, por tanto, podría en cumplimiento del reglamento penitenciario dejar de convivir junto a su madre en la cárcel de Picassent.

Zoido se ha referido a esta cuestión a preguntas del senador de EH Bildu Jon Iñarritu, a quien le ha contestado con una defensa de la política en vigor en materia de dispersión en aplicación del Estado de Derecho. "Las decisiones no dependen del ministro, existen unos requisitos y unos informes médicos que hay que cumplir", ha dicho al ser preguntado sobre la situación de varios presos de ETA. "Excepciones, ninguna", ha enfatizado.

"En España no hay presos por ideas políticas ni por ser nacionalistas, hay presos o bien porque hay una condena firme o bien porque se está instruyendo alguna causa y un juez ha dictado la prisión preventiva", ha sostenido Zoido.

El padre, en prisión provisional

Majarenas fue condenada a 13 años y diez meses de prisión por ser miembro del 'comando Levante' de ETA tras ser detenida en 2005. Habían recabado información para atentar contra militares y guardias civiles y edificios públicos en Valencia, Murcia y Jaén.Ya ha cumplido 12 años de su condena. El padre de la niña, de nacionalidad etíope, se personó en el retén de la Policía Local de Benifaió, donde confesó que había matado a su hija, si bien luego se comprobó que sufría heridas graves.

En la vivienda encontraron a la niña con heridas de arma blanca en el tórax, que le había producido una perforación de pulmón; en la espalda y en la mano izquierda.

La niña está en la prisión de Picassent con la madre de lunes a viernes, en un régimen especial que permite que las presas tengan a sus hijos con ellas y algunos fines de semana se iba al domicilio con el padre, que se halla en prisión provisional por estos hechos.

La Plataforma en apoyo de la liberación de Majarenas ha denunciado que la niña puede tener que dejar de convivir con su madre en la prisión el viernes, cuando cumpla el límite de tres años. Esta plataforma solicita que por motivos psicológicos, por el trauma que sufrió en la agresión, la niña no debería ser separada de la madre. Han presentado informes psicológicos que aseveran que la presencia de su madre es vital para la salud de la pequeña.

Los defensores de Majarenas consideran que esta mujer, habiendo cumplido ya más de tres cuartas partes de la condena, debería ser excarcelada con régimen condicional dadas las circunstancias tan especiales y complicadas de la menor.

Majarenas escribe una carta

La etarra Sara Majarenas ha expresado en una carta publicada este jueves en dos diarios vascos que la pequeña la necesita "más que nunca" y advierte de que si viven separadas "no habrá reparación" física y psicológica para la niña.

En la misiva que publican los diarios Gara y Berria, Majarenas asegura que "lo más duro" de las cinco semanas que Izar ha estado hospitalizada para recuperarse de las heridas que le provocó su padre ha sido "estar separadas durante tres semanas" en las que "únicamente" se han visto "una hora cada tres días", afirma.

Esto ha supuesto una "verdadera tortura" para la pequeña, dice su madre que considera que ha añadido a su "grave cuadro, tanto físico como psicológico", una "acentuada ansiedad" por la separación. El "sentido común" dicta en este caso que Izar "necesita a su madre más que nunca", afirma Majarenas, que recuerda que hoy la niña "sale a la calle" y "no puede volver a sentir que se separa" de su madre.

"Yo la necesito a ella y ella me necesita a mí. Si no, no habrá reparación posible. O por lo menos costará mucho más", asegura.

La reclusa reconoce que vive el "momento más difícil de su vida", que "nunca" imaginó que "pudiera ser víctima de la violencia machista" e incide en que lo ocurrido "no es un simple accidente" ya que a Izar la "intentó asesinar su propio padre con la única intención de dañar" a su madre y "a toda su familia", afirma

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