Maga: "Los músicos somos todos unos flipados"

  • "Pensábamos que se nos habían agotado las pilas y por eso paramos", dice el fundador de Maga, que estrena 'Salto horizontal'.
  • "Llevábamos 15 años y estábamos hartos de vernos la cara".
  • "No he vuelto a leer 'Rayuela' porque sería como enrollarte con una antigua novia".
Miguel Rivera, líder y fundador de 'Maga', durante la entrevista con 20minutos.
Miguel Rivera, líder y fundador de 'Maga', durante la entrevista con 20minutos.
JORGE PARÍS
Miguel Rivera, líder y fundador de 'Maga', durante la entrevista con 20minutos.

La banda cuyo nombre procede de uno de los personajes más brutales e inolvidables de Cortázar, Maga (de la novela Rayuela), vuelve con nuevo disco: Salto horizontal y el fichaje de una de las grandes discográficas, Warner. La banda, que comenzó en 2000, cuando la palabra indie tenía un significado claro y unos márgenes precisos, se separaron en 2014 pero han vuelto a unirse.

Su fundador y líder, el sevillano Miguel Rivera, nos recibe encantado de su nuevo trabajo y sin falsa modestia reconoce que es un álbum tan bueno que si se lo dicen hace dos años, no se lo habría creído.

Antes de empezar, suelta un "Es que no soy nada normal" que hace difícil no preguntar.

¿Por qué dice que no es normal?

Cualquiera que se dedique al arte tiene un punto de anormalidad.Hay un residuo de la adolescencia, un punto peterpanesco que nos hace alejarnos un poco de lo convencional. Pero nos pasa a todos.

¿A todos? No sé yo...

¿A los músicos? Sí, los músicos somos todos unos flipados.

¿Por qué deciden volver y por qué ahora?

La decisión de volver fue por las ganas de contar cosas, la necesidad de volver a cantar, que es lo opuesto por lo que nos separamos. El discurso se nos agotó y pensamos que merecía la pena que fuéramos honestos con nuestro público, por eso paramos. Pensábamos que se nos habían agotado las pilas y de ahí que paráramos. Y el descanso podía ser eterno pero no lo fue. Volvimos otra vez, y aunque al principio hubo recelo porque tenía que ser muy especial lo que hiciéramos, todo apuntaba a que los temas nuevos tenían la frescura de los primeros trabajos.

¿Se pierde siempre?

La frescura se acaba perdiendo siempre.

Se gana en...

En saber hacer un control de la situación pero la frescura del inexperto se pierde. Es como cuando le echas huevos al principio porque no sabes estar en un escenario y tiras, pero a la vez eso genera unas vibraciones que transmiten mucho.

¿Qué tipo de salto es este Horizontal con que titula el álbum?

Un salto horizontal es como una hañaza seudomágica, porque en cualquier salto siempre hay verticalidad. La frase de la canción dice "Salto horizontal, malabarismo sin manos", que son dos hazañas que parecían imposibles aplicables a nosotros. Nos parecía imposible hacer un disco como este hace dos años. Ha sido una proeza, no me lo habría creído.

Poco habrá más duro para un músico quedarse sin ganas de contar...

Sí, es de los mayores miedos que se tienen. Pero de repente pierdes el discurso, se agota. Se te agotan las ganas de canalizar las experiencias vitales. Incluso llegué a un punto de: yo no quiero tocar la guitarra más. Y los grupos somos como relaciones de pareja. Llevábamos 15 años, y estábamos hartos de vernos la caras los unos a los otros.

¿Cuánto de Cortázar hay en este trabajo?

Sigue estando en la lírica de maga y hemos recueprado cosas del principio, por ejemplo a nivel de actitud. La frescura, esa anticipación nerviosa a las cosas. Y te hace sentir vivo. Muchos recursos como el uso de electrónica, bases programadas, es un disco muy colorista. Y en la lírica hemos recuperado el surrealismo.

¿Ha vuelto a leer Rayuela?

Nunca más. Es como volver a enrollarte con una antigua novia. Quizá me da miedo volver a leerlo.

¿Qué les ha llevado una discográfica grande?

Facilidades e infraestructura.

¿Se meten menos, han dejado una libertad que antes igual no se daba?

Desde el principio toda la libertad y cuánto les gustaba todo desde el principio. Solo facilidades.

¿No temen que ocurra lo que en los noventa con los grupos indie?

La diferencia entre los 90 y ahora es que somos mucho más autónomos.

Si alguien puede hacer un balance de lo que es indie, son ustedes..

Era precariedad, amateurismo total, tocar en salas con equipos de mierda, si se te rompía una cuera te jodías, pero era también excitación. Para nosotros ir a Valladolid a tocar era como ir a Katmandú. Los jóvenes de ahora están mucho más profesionalizados, tocan mucho mejor y tienen las ideas muy claras.

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