Lanzarote, la isla de los paisajes lunares y las aguas cristalinas

  • La isla de Lanzarote, bañada por playas de aguas transparentes, es un paraíso repleto de riquezas geológicas.
  • El Parque Nacional de Timanfaya es la principal maravilla natural de la isla.
  • Lanzarote no se puede concebir sin la enorme huella de César Manrique, quien defendió el mantenimiento de una isla integrada en el entorno natural.
Tonos rojos, pardos, ocres, negros y naranjas, junto a la silueta de los volcanes y la abrupta costa, confieren al Parque Nacional de Timanfaya una extraordinaria belleza.
Tonos rojos, pardos, ocres, negros y naranjas, junto a la silueta de los volcanes y la abrupta costa, confieren al Parque Nacional de Timanfaya una extraordinaria belleza.
Gobierno de Canarias
Tonos rojos, pardos, ocres, negros y naranjas, junto a la silueta de los volcanes y la abrupta costa, confieren al Parque Nacional de Timanfaya una extraordinaria belleza.

Lanzarote, una isla con paisajes lunares y playas de aguas cristalinas, es la más oriental de las Islas Canarias. Ubicada concretamente a 140 kilómetros de la costa africana  a 1000 de la Península Ibérica, Lanzarote fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993.

Entre sus múltiples tesoros, destaca por encima del resto en Lanzarote el Parque Nacional de Timanfaya, una parque eminentemente geológico. Las erupciones volcánicas ocurridas entre 1730 y 1736, y en 1824, dieron lugar a múltiples estructuras geomorfológicas: hay ausencia de un manto de vegetación pero la variedad de los colores presentes (rojos, pardos, ocres, negros o naranjas) confieren al parque una extraordinaria belleza.

Timanfaya es un parque extremadamente frágil desde el punto de vista ecológico y por ello no está permitido el acceso y la circulación fuera de las carreteras y caminos autorizados. Tampoco estacionar o parar los vehículos fuera de las zonas señaladas.

En Las Montañas del Fuego se inicia el itinerario en guagua (autobús) conocido como la Ruta de los Volcanes, cuyo trayecto de 14 kilómetros es casi obligado para el visitantes que llega por primera vez a Timanfaya. En el interior del parque podrá degustar comida isleña en el restaurante El Diablo.

Pese a la enorme riqueza del Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote ofrece otros muchos atractivos. Destacan, entre ellos, Los Hervideros, una serie de acantilados de formas imposibles que se encuentra hacia el norte de la localidad de Playa Blanca. Muy cerca de Los Hervideros se encuentra el Lago Verde, con unos impresionantes tonos verdes y un sinfín de minerales y microorganismos, al pie de un cráter.

Otros atractivos turísticos muy importantes de Lanzarote son los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, que se encuentran en el interior de un túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona.

Tras atravesar una pequeña puerta de entrada, descendemos por una escalera de caracol de piedra volcánica y madera que nos permite ir descubriendo el primer escenario interior, el llamado ‘Jameo chico’. En el interior de la cueva hay un lago natural de aguas transparentes que alberga especies célebres como los cangrejos ciegos, de color blanquecino, que son un espécimen único en el mundo. Una pasarela permite cruzar el lago lateralmente y acceder al ‘Jameo grande’ que alberga un espectacular auditorio mimetizado en el interior de una gruta volcánica.

Lanzarote no se puede concebir sin la huella enorme de César Manrique, pintor, escultor y arquitecto nacido en Arrecife (capital de Lanzarote) en 1919 y fallecido en Teguise (municipio de la isla) en 1992.

Manrique defendió el mantenimiento de una isla integrada en el entorno natural, que no sucumbiera al desarrollismo provocado por el auge del turismo en España en los años 60 y 70. El arquitecto canario diseñó los Jameos del Agua, pero también otras joyas de Lanzarote como el mirador del Río, excavado en la roca de un acantilado en el risco de Famara, donde se ubicaba una batería de artillería costera. El mirador ofrece una sensacional vista al archipiélago Chinijo, donde se encuentra la isla La Graciosa, entre otras.

Hay diferentes bonos que permiten ver los Jameos del Agua, las Montañas de Fuego, el Mirador del Río, la Cueva de los Verdes, el MIAC (Museo Internacional de Arte Contemporáneo), el Castillo de San José y el Jardín de Cactus a diferentes precios, que oscilan entre los 20 y los 30 euros, y los 10 y los 15 euros para menores.

Vinos y gastronomía

Las plantaciones de viñas se extienden por todo Lanzarote. Como el suelo es volcánico, para plantar las vides se cavan grandes hoyos en forma de cono invertido. Una vez plantadas, el hoyo se recubre con picón. El conjunto se rodea con un murito de piedra volcánica, que traza una circunferencia, para proteger a la planta del viento, en ocasiones muy intenso.

Gracias a todo ello, en Lanzarote se produce vino blanco seco, semidulce, dulce clásico, e incluso tindos y rosados. Destaca la variedad de vino blanco la Malvasía, pero también el Breval, Burrablanca, Diego, Moscatel…

Y entre la rica y variada gastronomía de Lanzarote, destacan algunos productos autóctonos como el guiso Sancocho, de pescado; el Gofio, creado con harina de trigo y millo (maíz); los quesos, la carne de cabrito o las papas (patatas). Destacan algunos restaurantes de calidad como Lagomar, Isla de Lobos, Amendoa, Punta Fariones o el restaurante en el Monumento al Campesino, diseñado, como todo el complejo, por Manrique.

Qué hacer en Lanzarote

Además de disfrutar de espectaculares paisajes naturales, y de playas con aguas cristalinas por toda la isla (destacan Caletón Blanco, Guacimeta, Quemada, El Barranquillo o Ensenada de las Caletas), en Lanzarote se pueden practicar deportes acuáticos como el buceo, windsurf o kitesurf.  También es una isla perfecta para los amantes del trekking o la bicicleta.

También hay diferentes spa y wellness center, como el del hotel Barceló Teguise, uno de los de más calidad de la isla, que también ofrece posibilidad de diferentes tipos de masajes. En la isla, además, hay multitud de mercadillos para comprar recuerdos.

Información práctica:

Equipaje:  desde Turismo de Lanzarote aseguran que con una temperatura media anual de 22º y de prácticamente 300 días de sol, lo más aconsejable es, además de la ropa de playa y el protector solar, traer ropa cómoda y fresca y algún jersey no muy abrigado para las noches.

¿Cuándo ir?: Dado el clima predominante en Lanzarote durante todo el año, soleado y sin lluvias, no hay estacionalidad turística. Por lo que el periodo vacacional se puede disfrutar en cualquier momento del año. La temporada alta se concentra en el periodo estival y en periodos de vacaciones, tales como Navidad o Semana Santa.

Aeropuerto de Guacimeta: Está situado a 6 kilómetros de Arrecife y se divide en 2 terminales:  La T1 para vuelos con Península (desde donde vuelan a diario varias compañías Iberia,  Air Europa...) y para vuelos del resto del mundo. Iberiaexpress, por ejemplo, ofrece vuelos directos desde Madrid a Lanzarote desde 39 euros. También a otras islas como Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura o La Palma.

La T2 es para vuelos regulares interinsulares.

Alquilar un coche: Una de las opciones más viables para recorrerse la isla y perderse por sus innumerables rincones y playas es alquilar un coche, hay numerosas empresas de alquiler.

Dónde alojarse: Lanzarote ofrece una selecta gama de hoteles, tanto de 5 estrella gran lujo, como de 3 o 4 estrellas, hoteles familiares, hoteles de congresos, hoteles solo para adultos, también apartamentos, bungalows, willas… Destacan entre otros hoteles el Barceló Teguise, considerado el mejor de la isla en la categoría solo para adultos.

Más información: Turismo de Lanzarote.

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