Una piedra menos en el camino del acercamiento entre PP y PNV. Tras la celebración de tres rondas de reuniones entre el Gobierno vasco y los partidos de la oposición, el Ejecutivo de Vitoria ha anunciado este miércoles que ha alcanzado un acuerdo general con el PP de la región para poder aprobar los presupuestos de Euskadi para este ejercicio. Unas cuentas de 11.059 millones de euros, el 1,2% más que el año anterior, y que tienen una inevitable lectura nacional a pesar de que ambas partes insisten oficialmente en desvincular el acuerdo de las negociaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado.

El pacto, que deja fuera a EH Bildu y a Elkarrekin Podemos, supondrá mover del proyecto inicial uno 25 millones de euros a petición de los populares, y queda a la espera de concretar los detalles técnicos. Para ello, PNV y PP vasco han oficializado este miércoles la apertura de una negociación, a fin de concretar la forma en la que se plasmará la aportación de los populares al proyecto a través de enmiendas.

El Gobierno de Vitoria necesita que al menos un partido se abstenga en las votaciones del proyecto en el Parlamento regional, ya que la coalición PNV-PSE/EE se queda a un voto de poder sacarlo adelante en solitario. EH Bildu se ofreció, a cambio de modificar 250 millones, y Elkarrekin Podemos, que ya ha adelantado que presentará una enmienda a la totalidad, planteó una serie de medidas sociales que el Gobierno vasco consideró inaceptables.

El PP, pues, ha sido el elegido, y el consejero de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, ha aprovechado el anuncio del "acuerdo marco" para agradecer "sinceramente" la disposición mostrada por el PP a "colaborar" desde un primer momento para que este presupuesto saliera adelante, algo que ha dicho es una "prioridad para el Gobierno y para Euskadi".

Ante las afirmaciones de la portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Maddalen Irarte, en las que mostró su sospecha de que las conversaciones sobre los presupuestos vascos han tenido una "mesa paralela" en Madrid, Aspiazu ha negado este extremo y ha insistido en que los procesos relacionados con los presupuestos vascos y generales del Estado son "independientes", aunque ha admitido que puede considerarse una "hipótesis" que este acuerdo pueda facilitar otro en torno a los presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy. Eso sí, ha matizado que los actores en esas conversaciones son diferentes: en Euskadi, el Gobierno Vasco (PNV, PSE/EE y el PP vasco; y en Madrid, el Gobierno central y el PNV.

Por su parte, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha confirmado que este acuerdo "en exclusiva" con su formación se puede trasladar a la política nacional porque en España "hace falta una confluencia de aquellos partidos que son más moderados, con visión institucional, frente a la amenaza del populismo".

A su juicio, el Gobierno vasco ha optado por la "moderación" del PP en detrimento del "populismo, la radicalidad y la extrema izquierda". Alonso ha reconocido que pese a las diferencias entre PNV, PSE y PP, desea que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) salgan adelante en la "misma clave", aunque ha recalcado  que el PP "en absoluto" ha vinculado las negociaciones sobre ambas cuentas y que en ningún momento se ha hablado de "cambio de cromos".

Pero pese a las declaraciones oficiales, fuentes de Génova admiten que las negociaciones para las cuentas nacionales están muy avanzadas. Asumido ya que el PSOE, en plena guerra interna, no puede permitirse apoyar los presupuestos de Rajoy después de haber permitido su investidura con su abstención, el Gobierno del PP tiene abierta la vía PNV, Ciudadanos y los dos partidos canarios con presencia en el Parlamento, Coalición Canarias y Nueva Canarias.

Los escaños que sumarían entre todos, si se añaden los de UPN y Foro Asturias, ambos socios del PP, serían 176 votos sobre 350. Con uno menos, 175, sería suficiente para rechazar las enmiendas a la totalidad que pretenden presentar el PSOE y Unidos Podemos, entre otras formaciones, y que previsiblemente se votarán en el Parlamento en la primera semana de mayo, según dichas fuentes. Sin embargo, hacen falta los 176 para tener más votos favorables que en contra en la votación definitiva para aprobar el presupuesto con las enmiendas que se incorporen.

Con este objetivo tanto el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como el propio Rajoy llevan semanas teniendo contactos con distintos grupos del arco parlamentario. Sin embargo, ha sido la reunión mantenida la semana pasada entre el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo con el Coordinador General del PP, Fernando Martínez-Maillo, la que ha abierto el camino a la posible aprobación de las cuentas públicas del Gobierno.

Según las fuentes consultadas, Quevedo mostró la disposición de su partido a aprobar las cuentas públicas si se incluía la agenda canaria. Esto supone un cambio de postura por parte de Nueva Canarias, que se presentó junto con el PSOE en las últimas elecciones generales de junio de 2016 y hasta ahora había mantenido la misma postura que los socialistas en el Parlamento.