Llega la primavera, llega el espectáculo de la floración: cerezos, almendros y mucho más

  • Sean o no cerezos, hay muchos lugares de España donde disfrutar de la floración además del famoso Valle del Jerte.
  • Desde almendros en La Fregeneda (Salamanca), Villalpardo (Cuenca) o Loarre (Huesca) a melocotoneros en Cieza (Murcia).
Una hilera de melocotones en flor en el paraje de La Macetú, en Cieza (Murcia).
Una hilera de melocotones en flor en el paraje de La Macetú, en Cieza (Murcia).
Marcial Guillén
Una hilera de melocotones en flor en el paraje de La Macetú, en Cieza (Murcia).

Ya está aquí la primavera y con ella uno de los espectáculos más llamativos que nos da la naturaleza, y nos da muchos: la floración. Y no sólo de cerezos y no sólo en el Valle del Jerte. Este valle extremeño ha conseguido convertirse en sinónimo de la floración de la primavera. Pero, sean o no cerezos, hay más lugares de España donde disfrutar de la floración, un espectáculo que se ha convertido en uno de los mejores reclamos turísticos para dinamizar muchas economías locales.

Aunque la fama se la llevan los cerezos, otra de las estampas más bonitas que nos deja la llegada de la primavera es la de los almendros en flor. Llenos de tonalidades blancas y rosas, las flores del almendro se pueden contemplar en sitios tan dispares como Campo de Cagitán (Murcia), Villalpardo (Cuenca), La Fregeneda (Salamanca), Valle de Guadalest (Alicante), Filabres-Alhamilla (Almería), Loarre (Huesca) o la Quinta de los Molinos, un parque situado en Madrid, en el distrito de Canillejas.

En la localidad murciana de Cieza, casi 5 millones de melocotoneros que ocupan casi 5.000 hectáreas forman un tapiz que atrajo el pasado año a unas 25.000 personas –este año calculan que serán cerca de 40.000 los visitantes–. Los 250 millones de kilos de melocotón que cada año se recolectan propician durante varias semanas y de una forma escalonada –según la especie y su localización– la formación de un espectacular manto de verdes, rosas y blancos.

Inspirados en el reclamo de los cerezos japoneses, Cieza comenzó hace varios años a ordenar y canalizar ese atractivo turístico, que ha contribuido ya a diversificar y a desestacionalizar su oferta turística. Rutas a pie, paseos en globo y en tren o talleres de fotografía forman ahora parte del proyecto turístico “Floración” impulsado por el Ayuntamiento de Cieza para rentabilizar económicamente la eclosión de sus frutales.

Los cerezos y no sólo los del Jerte

Son numerosos los enclaves en los que se puede disfrutar de la floración del cerezo. Hay que tener presente que esa bella estampa sólo durará un par de semanas. Estas son algunas localizaciones muy recomendables.

  • Valle del Tiétar (Ávila)
    El valle formado por el río Cantos, en la ladera sur de la Sierra de Gredos, alberga cada primavera una de las imágenes más llamativas de la provincia de Ávila, protagonizada por la floración de los cerezos. A 500 metros de altitud sobre el nivel del mar, los cerezos se cultivan hasta los 1.200 metros de altitud, aunque la ubicación de El Hornillo y de otros municipios de la zona, como Guisando o El Arenal, crea un microclima que permite producir durante ocho meses al año frutas y verduras.
  • Valle de las Caderechas (Burgos)
    Uno de sus grandes atractivos turísticos de esta comarca burgalesa es su paisaje, en el que contrastan los frondosos y verdes bosques con las flores blancas de los cerezos.
  • Bolea (Huesca)
    Cada año, la localidad celebra una feria en la que se venden miles de kilos de cereza, una de sus señas de identidad, ya que se cultivan más de treinta variedades de este fruto.
  • Alfarnate (Málaga)
    Es el municipio más alto de la provincia y está totalmente rodeado por sierras. En los últimos años se ha ido introduciendo el cultivo de los cerezos, convirtiéndolo en uno de sus atractivos, tanto para el turismo como para la economía del lugar.
  • El Bierzo (León)
    Las localidades bercianas de Corralón y Rimor también vuelven a vestirse del blanco de las flores de sus cerezos. En el primero de estos pueblos, el ayuntamiento ha creado una ruta guiada por los cerezos y una visita al mirador que muestra todo el valle.

Pero sí, la floración más popular y “turística” de España es la de los cerca de 1,5 millones de cerezos que tapizan el Valle del Jerte (Cáceres). Aunque cada año varía en función de las condiciones climáticas, el máximo esplendor se suele producir durante diez días entre mediados de marzo y mediados de abril. La Fiesta del Cerezo en Flor se repite desde hace más de cuarenta años.

El alcalde de la localidad cacereña de Piornal y presidente de la Mancomunidad del Valle del Jerte, Ernesto Agudiez, calcula que cada año transitan por esta comarca unas 80.000 personas para contemplar la floración de los cerezos. El Jerte ha sido la punta de lanza de un modelo turístico que ha emergido con mucha fuerza en España, según Agudiez, quien ha destacado el “valor añadido” que la floración ha aportado a muchas localidades y el interés que esta eclosión ha despertado en agencias y turoperadores españoles y extranjeros.

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