El consejero de Fomento de la Junta de Andalucía, Felipe López, ha anunciado el aplazamiento de la fecha de inicio de la explotación comercial del metro de Granada, prevista inicialmente para el 31 de marzo, hasta, en principio, mediados de mayo con el objetivo de ampliar el periodo de pruebas en blanco tras aparecer "disfuncionalidades" que no permiten alcanzar la velocidad "exigible para que el metro funcione con éxito" y que están relacionadas con usos de las vías ajenas a los ferroviarios.

Felipe López ha indicado en rueda de prensa, tras una reunión con los alcaldes por los municipios por los que pasará el metro, entre ellos la capital granadina, que las pruebas en blanco "se van a ir monitorizando cada semana" para fijar la fecha exacta del inicio de la explotación comercial, manteniéndose la fecha para que los trenes estén a pleno funcionamiento en julio, como estaba previsto inicialmente.

Se ha apostado por realizar un "ejercicio de prudencia y responsabilidad" y "sin sacrificar la seguridad ni la calidad del servicio" tras comprobarse durante las pruebas del último mes que influyen en la velocidad que puede alcanzar el metro circunstancias como ciclistas que circulan por las vías, y espacios que se utilizan para carga y descarga y aparcar coches, además de dificultades para la integración en el tráfico en sus 57 cruces.

Son unas "incidencias" que se producen como consecuencia de un "ciclo espontáneo" por el tiempo que parte de la infraestructura lleva terminada y "sin utilizarse" y que "pensamos que iba a tener menos impacto en la velocidad comercial-calidad que tenemos que conseguir", ha explicado López.

Ante ello, los técnicos han recomendado aplazar la puesta en marcha comercial del metro de Granada, ha añadido el consejero que ha reconocido que "quizá fuimos demasiado optimistas al pensar que el proceso de integración en la ciudad iba a ir a más velocidad".