Hugo Gélin: "Los cineastas franceses somos muy privilegiados"

  • El director francés Hugo Gélin dirige a Omar Sy, protagonista de 'Intocable', en 'Mañana empieza todo', una conmovedora comedia dramática.
  • El cineasta francés ha hablado con '20minutos' sobre los detalles de esta exitosa película que ya ha superado los 3 millones de espectadores en Francia.
  • Gélin no duda en presumir de la industria cinematográfica gala.
El director francés Hugo Gélin
El director francés Hugo Gélin
A Contracorriente
El director francés Hugo Gélin

¿De dónde surgió la idea de esta película?

Los productores me presentaron un guion adaptado al francés de una película mexicana que yo no he visto. Lo leí y me encantó la historia, me pareció estupenda, así que decidí adaptarla. La película original está muy anclada en la cultura sudamericana –en la emoción, el tono, la música, la interpretación de los actores...–, así que tuve que cambiarla mucho para que fuera más francesa, más europea. La adapté para Omar y también para mí, para hacer una película personal y sincera. Por eso prefiero decir que es una adaptación más que un remake.

Uno de los grandes temas que abordas es el concepto de familia...

Yo diría que la familia que se presenta en la película no tiene nada de ejemplar, pero eso es lo que encuentro interesante, mostrar que lo que cuenta en la familia es el amor que se ofrece a los hijos, no importa quién se sea o de dónde se venga: que uno sea negro, blanco, homosexual, que sea el padre o no, que sea la madre o no, o incluso que hubieras abandonado a tu hija durante ocho años. Todas esas cosas finalmente son secundarias, por encima de todo está el amor.

Repite varias veces que no hay padres perfectos, ¿sus padres no lo fueron?

No, seguro que no, pero me enseñaron una cosa muy importante, el humor para todo en la vida. Y eso sale en mis películas, porque cualquiera que sea el tema que abordo lo hago con humor y tanto más cuando la trama tiene subintrigas dramáticas, que es el caso en esta película.

Es cierto que hace reír y también llorar, ¿le gusta ver cómo suscita emociones en los espectadores?

Eso es el cine. Yo voy al cine para reírme, para llorar o para tener miedo, para tener emociones. No voy al cine para pensar, voy para emocionarme y, ya después del cine, reflexionar. Efectivamente, esta película no es solo comedia o solo drama, como la vida. En la vida, una y otra cosa se mezclan y creo que en la película eso aporta un contraste que acaba intensificando más los dos aspectos.

Reconózcalo, ¿seguro que no disfruta cuando ve a los espectadores llorar?

No, cada vez que me dicen eso yo pido perdón. Mi madre me había pedido que no hiciera llorar a las chicas y ahora las hago llorar en el cine (risas). Nunca he buscado hacer llorar. De hecho, busco hacer reír, eso es lo que me interesa. Me llega ver que la gente se emociona con la película pero no voy pensando "aquí van a llorar". Es algo que no controlo, es algo instintivo. Creo que la historia es más fuerte que la voluntad del director.

Otro tema recurrente son los miedos vitales, ¿tiene alguno?

Sí, claro que sí. Todas mis películas hablan del abandono con humor. Lo que me obsesiona es ese miedo a encontrarte solo de un día para otro. Pero lo que cuenta luego es cómo traducir eso en una película, cómo inventar una historia propia que acaba siendo una historia de cada espectador. Me gusta ver cómo los relatos, cuanto más particulares y originales son, más universales se hacen.

Uno de los puntos fuertes del filme son los actores. ¿Cómo es Omar?

Horrible (risas). Omar es como te lo imaginas, muy divertido, muy generoso, muy trabajador, se implica mucho en el trabajo. Como amigo, los dos creamos juntos, y se interesa mucho por los otros actores, por los otros personajes. Quiere que los demás destaquen, no es nada egoísta. Al final, lo que se percibe de él es exactamente lo que es. Por supuesto también tiene dudas y fragilidad, lo cual es importante para un actor, pero es increíblemente agradable trabajar con él.

¿Qué peculiaridades tiene trabajar con una niña pequeña de protagonista?

Todo se adapta según la edad de la niña. El rodaje es más largo porque no se puede rodar demasiado tiempo seguido. Es complicado organizarlo, pero yo tuve la suerte de encontrar a Gloria, que es una niña increíble. Era una artista antes de ser actriz. Es cantante de rap y además es DJ, así que sabe lo que es un escenario. Este es su primer papel pero comprendió en seguida cómo hacerse una actriz sin dejar de ser ella misma, muy natural, pero profesional, comprendiendo que había que aprender el texto, que hay otros compañeros...

El protagonista trabaja de especialista de cine, ¿es una especie de homenaje a esta profesión?

No es un homenaje, en realidad es un poco a modo de burla, porque yo creo que cuando hacemos cine somos un poco ridículos, y a mí eso me divertía, enseñar la parte ridícula, del director, de los actores, de los asistentes, de todos los que están alrededor del cine. A veces nos ponemos nerviosos o muy serios, como si fuera la cosa más importante del mundo y luego, cuando uno toma distancia, se da cuenta de que no era tan importante, de que era ridículo y que lo que haces no es más que cine.

¿Conoce algo de cine español?

Poquito, no mucho. Por supuesto Almodóvar, cuyas películas se estrenan siempre en Francia, y algunos otros, los directores que ahora ruedan en Estados Unidos, que han hecho un cine de género. Creo que en España hay un cine de género muy fuerte: buen thriller y terror.

En España, la gente que se dedica al cine suele mirar con envidia y admiración el cine francés, ¿por qué cree que sucede esto?

Porque inventamos el cine, los hermanos Lumière eran franceses, y que realmente desde siempre ha habido una gran cultura de cine en Francia. Todavía se hacen muchísimas películas, se producen más de 200 películas francesas al año, es enorme. Además, el cine francés funciona, también el cine americano, pero mucha gente acude todas las semanas a ver cine francés. Todo es gracias al sistema que se ha creado, donde las entrada de cine pagan el cine.

¿Se sienten cuidados los cineastas franceses?

Sí, porque nos consideran autores. Es muy distinto a los EE UU, donde se les considera técnicos y es el productor el que decide. En Francia es el director el que tiene la última palabra en todos los aspectos. Somos muy privilegiados.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento