Hace unos días, Donald Trump sufrió su mayor humillación pública ante la falta de apoyo de su propio partido, el republicano. En concreto, los ultraconservadores del Freedom Caucus bloquearon su reforma sanitaria, que pretendía derogar el Obacare, el sistema de seguros médicos instaurado por su antecesor, Barack Obama.

El magnate no logró apoyos en su propia bancada... y ha demostrado que no olvida. Este jueves, precisamente, ha instado a combatir a los congresistas republicanos que forman parte de la alianza. "El Freedom Caucus perjudicará toda la agenda republicana si no se unen al equipo y rápido. Debemos combatirlos y a los demócratas en 2018", ha manifestado a través de su cuenta oficial de Twitter, donde se muestra muy activo.

La semana pasada, Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, se vieron obligados a retirar la ley con la que iban a derogar el Obamacare, promulgada en 2010. El fracaso de la reforma sanitaria fue un duro golpe para el magnate republicano, puesto que su revocación vertebró durante meses la campaña electoral de Trump.

A pesar de que los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes, no lograron sumar los apoyos necesarios, en parte, por la posición del Caucus, que consideraba la reforma poco ambiciosa. Su respaldo es fundamental para sacar adelante casi cualquier proyecto de ley, como quedó claro la semana pasada.

Otra de las prioridades legislativas de Trump, además de deshacer la ley sanitaria de Obama, es aprobar una reforma fiscal, algo para lo que también tiene que contar con los conservadores radicales.