¿Están protegidas nuestras viviendas frente al ruido? En un país ruidoso como el nuestro lo cierto es que muchas casaas están libremente expuestas a los ruidos. La contaminación acústica producida por los vecinos (música, lavadoras o canalizaciones) o proveniente del exterior (espacios de ocio, tráfico o sirenas) se sitúa como el mayor inconveniente para el bienestar de los ciudadanos en sus viviendas.

La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) realizada por el INE sitúa al ruido como el problema que denuncian el 15,5% de los hogares españoles en 2015, superando a la contaminación (9,9%) y a la delincuencia (9,8%). En aquel año ocho comunidades se situaron por encima del 15,5% de la media nacional: Islas Baleares (25,9%), Comunidad Valenciana (22,1%), Canarias (20,8%), Murcia (20e,2%), Madrid (20,1%), Extremadura (18,5%), Cataluña (16,1%) y más cercana a la media Navarra, con un 15,8%.

En los últimos años el ruido siempre ha representado el mayor porcentaje de quejas de los hogares, oscilando entre 14,6% (2012) y 18,7% (2010 y 2013), más de siete puntos porcentuales por encima de la contaminación que se ha movido entre el 10,4% y el 7,8% en 2010 y 2012, respectivamente.

A partir de estos y otros datos, la Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adeces) ha solicitado un cambio en la legislación que recoja una mayor exigencia en la protección de las viviendas y otros edificios respecto al ruido, y establecer mecanismos como la certificación en materia acústica. La asociación señala que estos cambios facilitarán el bienestar de los ciudadanos en sus domicilios, la intimidad y contribuirán a impulsar el turismo de calidad.

Además, solicita que se apliquen los criterios de protección acústica del Código Técnico de la Edificación en las rehabilitaciones, ya que, hasta ahora esos criterios sólo se requieren en las rehabilitaciones integrales. Esta asociación advierte al Ministerio de Fomento de que se están realizando actuaciones de rehabilitación que perjudican la protección acústica de los edificios y viviendas, sin conocimiento de los usuarios y, en consecuencia, sin que puedan denunciar esta pérdida de prestaciones.

La mayoría de las zonas afectadas en España se caracterizan por tener una fuerte demanda turística y el ruido es "una barrera para el turismo de calidad, además de un inconveniente para el bienestar de los ciudadanos", denuncia Adeces. A su juicio, estos procesos de mejora exigen a los profesionales un conocimiento más detallado de los materiales que utilizan principalmente en la rehabilitación, con el fin de que en estos procesos la mejora cualitativa de una prestación también contribuya a mejorar la acústica de la edificación.